Centros históricos – Avances para su estudio

Resumen

La función de la gestión del patrimonio cultural es la unidad encaminada a la protección, preservación, mantenimiento, y difusión de los denominados valores culturales patrimoniales, la mayoría de los cuales son gestionados por la administración pública. Por tanto, el propósito del trabajo social es preservar y difundir los valores culturales en las comunidades y concebirlos a través del trabajo social para que puedan ser transmitidos a futuros grupos de personas. Algunos artículos dicen que debemos cuidar y preservar sólo lo que conocemos, por lo que también debemos saber lo que tenemos, como el nivel de protección del patrimonio cultural, aspectos legales, propiedad, etc.

Esta es una parte importante de la política de gestión del patrimonio. El Perú es un país con un patrimonio cultural rico, generoso y complejo, conceptual y definido no sólo valores arqueológicos, históricos y artísticos; también la herencia espiritual del pueblo, lo que lo hace parecer un país multicultural, cada ciudad tiene sus propias costumbres, leyendas e historias, quizás en comparación con otros grupos étnicos, las fuentes de la lengua hablada son muy ricas (Medina, 2006). La generación del primer tercio del siglo XX lo sabía, cuando observó que el patrimonio cultural del país se estaba deteriorando o simplemente desapareciendo no sólo por la pérdida de valores culturales, sino también por el expolio de valores culturales permanentes.

Sí, la arquitectura fue saqueada, alterada, cambiada y destruida; por lo tanto, decidieron preservarlo, y protegerlo lo que quedaba, no solo para la felicidad de la generación actual; también en beneficio de las generaciones futuras. Más importante aún, comprender quiénes fueron nuestros antepasados ​​y qué hicieron en el Perú, ahora es considerada una de las cinco culturas del mundo que crearon la alta cultura (Carrión F., 2000). Pero para proteger, preservar, debemos saber cuáles son; dónde están ubicados, qué nivel de protección tienen, quién es su propietario, cuál es su función actual, qué instalaciones ultilizan y que amenazas enfrentan, en el corto y mediano plazo, cuál fue su pasado y cuál es su posible futuro; Por eso es importante el componente cognitivo, es decir, si no sabemos, lo que tenemos entonces qué podemos conservar, (Querol M., 2010).