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Revista
YACHAQ
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Los derechos humanos desde la emergencia indígena en México
V. REFLEXIONES FINALES
Los derechos humanos se construyen
desde abajo, desde las luchas sociales, des-
de los movimientos sociales; de otra forma,
la visión hegemónica seguirá con más fuerza
marginando y excluyendo a múltiples sectores
sociales, haciéndolos invisibles. Los movimien-
tos sociales actuales van más allá del marco
establecido, existe por parte de ellos una visión
más amplia que la que pueda considerar el Es-
tado; por ejemplo, no buscan solo el reconoci-
miento de derechos, sino el cumplimiento de
tales derechos, es decir, no se trata de deman-
das teóricas, sino, sobre todo, de demandas
prácticas, efectivas y concretas.
Los pocos movimientos sociales que se
han disputado por una vida digna, traducida
de acuerdo a las necesidades y condiciones
de cada grupo, de cada movimiento, desde
sus contextos —lo que a fin de cuentas afirma-
mos— son derechos humanos que nos alien-
tan a pensar y repensar el papel que juegan en
esas luchas. De entrada deben ser fundamen-
tales, pero no basta con ello, no basta que las
luchas sociales se traduzcan al final en mate-
rialización de derechos humanos tal como lo
establece el sistema jurídico nacional.
Los movimientos sociales enmarcados en
la defensa o exigencia de derechos humanos,
como los gestados desde la emergencia indíge-
na, son luchas que han triunfado y están al mis-
mo tiempo gestando una nueva forma de enten-
der los derechos humanos, como bien lo dice
Wolkmer y Batista (2010), que «la materialización
de los Derechos Humanos surge de la adopción
de una postura crítica a su propia teoría, cuya
consagración no se dio por la aclamación uni-
versalista eurocéntrica, sino por los contextos
locales, por las periferias colonizadas» (p. 143).
La construcción social de los derechos
humanos resultará después de un proceso de
emergencia, de visibilidad, de resistencia, de
diálogo, de lucha, de reformulación, de conso-
lidación; y luego de defensa otra vez y de refor-
mulación. Lo anterior, tal como está sucediendo
en México en esta última década, sobre las lu-
chas y demandas de una diversidad de comu-
nidades indígenas, a través de una estrategia
judicial, lograron reivindicar su autogobierno
a nivel comunitario y municipal. Ahora, luego
de un proceso de configuración de la autono-
mía indígena, es necesario reformar bajo dicho
contexto los textos constitucionales federal y
estatales para que haya armonización y nue-
vas relaciones entre el Estado y los pueblos y
las comunidades indígenas. Desde luego que
tocará a las comunidades y pueblos indígenas
seguir luchando y resistiendo ante nuevos em-
bates y desafíos, porque para reconfigurar una
nueva concepción de derechos humanos des-
de México y América Latina, lo que no debe
abandonarse es el derecho a la resistencia, a
la lucha, a la emancipación; en esos términos
pensamos los derechos humanos.
Una nueva concepción de derechos hu-
manos, desde lo local, desde las periferias está
resurgiendo desde «los otros, los de abajo, los
de a pie», se está generando ya, pero la pers-
pectiva es que sea un fenómeno revolucionario
amplio, desde los movimientos sociales emer-
gentes, ya no solamente de grupos definidos y
determinados, sino desde la interculturalidad,
desde todos y desde uno solo en su conjunto.
Los derechos humanos están en proceso, se
están construyendo y terminaran de construir-
se desde el «sur globalizado» o desde el «cos-
mopolitismo subalterno», desde la «sociología
de las emergencias», desde la «hermenéutica
diatópica», desde la «emancipación», desde
la «teoría crítica», desde la «interculturalidad»,
desde la «conflictividad», desde el «universa-
lismo de llegada», desde el «uso alternativo de
la juridicidad»; es decir, desde «los otros, los
de abajo, los de a pie», desde los propios su-
jetos/actores sociales.
Los derechos humanos no serán un inven-
to, serán resultado de un proceso social, polí-
tico, cultural y económico desde la «alteridad».
Es decir, serán construidos desde la diversidad
cultural, desde las minorías culturales, desde la
pluralidad, porque los derechos humanos son