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Revista
YACHAQ
N
10
PRESENTACIÓN
«Esta tarde releo mis palabras para ultimar su acento y ofre-
cerlas a un oscuro editor. Y, al repasar sus sílabas exactas y
traidoras, me tienta el desaliento y la pereza. […] No hay luz
en mis palabras, y a mis ojos carecen de belleza. ¿Por qué
entonces obstinarse en su engaño, y para qué ofrecerlas
ahora a los demás?»
Vicente Gallego
E
s inevitable pensar en este número de la revista como conmemorativo y reconocer, por
lo tanto, el esfuerzo y sacrificio que significó para todos los miembros CIED llegar a este
punto. Diez publicaciones revelan la implacable voluntad de todos quienes participamos
en alguna edición. En cada número quedaron parte de nuestras vidas; implícitas están las
noches no dormidas, las amarguras, los pesares, los silencios, que no hacen sino potenciar
la incalculable felicidad que hoy nos toca vivir.
Para nosotros el sentido de conmemorativo no abarca solo reconocimiento, algarabía y
festejo, lleva también –ante todo– una convicción de mirar a fututo, reafirmar el compromiso
y plantearse nuevas metas. Atendiendo a ello, manifestamos continuar con el trabajo que
incondicional y apasionadamente realizamos para promover la difusión del conocimiento
y, también, asumimos el reto de cambiar la periodicidad de YachaQ de anual a semestral,
agregando, además, mayor rigor, y proporcionando nuevas herramientas para el beneficio
de los autores y lectores.
En esta 10.
a
entega, YachaQ: Revista de Derecho recibió artículos nacionales e interna-
cionales, los cuales fueron evaluados bajo el sistema de doble par ciego. Dentro de su con-
tenido recoge en el apartado de «Sección multidisciplianaria aportes de alto nivel académico
en las diferentes áreas del Derecho que fueron frutos de reflexiones inéditas. Seguidamente,
la revista publica una serie de entrevistas que giran en torno al tema de la aplicación de la
prisión preventiva, para lo cual se comparte el diálogo entre diversos especialistas desde
diferentes puntos de vista.
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YACHAQ
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No podemos dejar de dedicar este trabajo a los fundadores del CIED, por haber sem-
brado el legado de quienes mantenemos ese espíritu impetuoso y vehemente, ávidos por el
conocimiento y la difusión de la ciencia jurídica; a los miembros extraordinarios del CIED,
p
or el modelo de paciencia, perseverancia y amor a nuestra institución, que cimentaron
nuestra inquietud de hacer las cosas cada vez mejor; a nuestra prestigiosa Universidad,
por acogernos en este momento tan especial en nuestras vidas y develarnos el mundo
como tal, sinuoso y extraordinario.
Erik Castellanos Tisoc
Director
Erik Castellanos Tisoc