La vulneración a los derechos humanos de las mujeres indígenas colombianas y lideresas sociales
187
Revista
YACHAQ
N
14
La vulneración a los derechos humanos de las mujeres
indígenas colombianas y lideresas sociales
Te vulneration of the human rights
of colombian indigenous women and social leaders
Paula Yuliana Niño Reyes
[
*
]
Carol Estefany Vega Jimenez
[
**
]
Resumen: El objetivo principal de este artículo es evidenciar los diferentes tipos de vio-
laciones que sufren las mujeres indígenas y las lideresas sociales. Estas violaciones se
analizarán desde una perspectiva interseccional que permita el entendimiento y com-
prensión de la violencia que sufren estas mujeres en comparación con el resto de la
sociedad y, por otro lado, se estudiarán algunos derechos humanos que son vulnerados
por el Estado colombiano y en algunos casos, por personas dentro de sus comunidades.
Por último, se estudia la responsabilidad que tiene el Estado en estas vulneraciones y la
ausencia de mecanismos que protejan los derechos humanos de las mujeres indígenas
y las lideresas sociales.
Palabras claves: Mujeres indígenas, lideresas sociales, derechos humanos, Estado co-
lombiano.
Abstract: The main objective of this article is to highlight the diverse types of violations
suffered by indigenous women and social leaders. In relation to these violations, it will be
discussed from an intersectional perspective that allows the understanding and compre-
hension of the violence suffered by these women compared to the rest of society and, on
the other hand, some human rights that are violated by the Colombian State will be dis-
cussed and in some cases by people within their communities. Finally, the responsibility
[
*
]
Estudiante del 6º semestre de la carrera de Derecho de la Universidad Internacional del Trópico Americano,
Yopal-Casanare, Colombia. Correo: paulanino.es@unitropico.edu.co Miembro del Círculo de Investigación
y Argumentación Jurídica de la Universidad San Martín de Porres - Filial Norte.
[
*
]
Estudiante del semestre de la carrera de Derecho de la Universidad Simón Bolívar, Barranquilla-Atlántico,
Colombia. Correo: carol.vega@unisimon.edu.co Miembro del Círculo de Investigación y Argumentación
Jurídica de la Universidad San Martín de Porres - Filial Norte.
Revista de Derecho YACHAQ N.º 14
Centro de Investigación de los Estudiantes de Derecho (CIED)
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
ISSN: 2707-1197 (en línea)
ISSN: 1817-597X (impresa)
Fecha de recepción: 23/06/22
Fecha de aceptación: 06/09/22
[pp. 187-196]
Paula Yuliana Niño Reyes / Carol Estefany Vega Jimenez
188
Revista
YACHAQ
N
14
INTRODUCCIÓN
La diversidad de un país muestra sus raí-
ces y su historia, por lo que es ideal que sea
ese mismo país quien garantice los derechos
de todos los ciudadanos, y se encargue de
proteger su diversidad étnica y racial. Según
Ortiz (2013), la diversidad cultural es un hecho
evidente y, del mismo modo, creciente, por lo
cual compromete al Estado a establecer ga-
rantías de los derechos humanos en términos
de reconocimiento y de acceso a la justicia en
condiciones de igualdad.
Las comunidades indígenas son el claro
ejemplo de que por muchos aportes cultura-
les y sociales que se hayan dado a un país, no
siempre se les garantiza la dignidad humana;
con solo ver lo poco que se muestra de estas
comunidades a nivel nacional es suciente
para que nos demos cuenta de que siempre
crece la brecha que diculta la capacidad de
darles una voz más potente a sus ideales.
Partiendo de esto, nos queda clara la vio-
lencia que se ejerce contra estos grupos. Pero,
hay que reconocer que, si el género masculi-
no de estas comunidades se ve afectado por
las diversas circunstancias socialmente gene-
radas en una nación, existen integrantes de
estas comunidades que tienen que sufrir una
segregación mayor, en este caso, las mujeres;
solo por el hecho de haber nacido siendo mu-
jer. No siendo bastante con sufrir en ciertos
casos por su condición de ser mujer, sino que
también tienen que someterse a la voluntad
ajena de los de sus comunidades y a la opi-
nión social generada por agentes externos de
dichas comunidades, donde se encuentran
con impedimentos mayores al querer desa-
rrollar libremente su vida.
Es por esta razón, que la comunidad indí-
gena cuenta con una jurisdicción especial que
los respalda y se encarga de velar por sus ne-
cesidades (jurisdicción especial indígena) pero
aun así podemos observar cómo:
Existe un lento desarrollo de la jurisdicción
especial indígena, principalmente por la fal-
ta de reconocimiento a la diferencia cultural,
lo cual ha sido uno de los factores que ha
permitido que se cometan graves violacio-
nes a los derechos de los indígenas y a sus
comunidades. (Niño, 2005, p. 144)
Es preciso señalar que la problemática
de discriminación hacia las mujeres indígenas
no viene solamente del exterior, sino que tam-
bién las mujeres se ven amenazadas directa e
indirectamente por las personas de su comuni-
dad. Investigadores como Chipana (citado por
Yepes & Hernández, 2010) arman que:
Existen pocos estudios sobre las relaciones
entre géneros en comunidades indígenas y
muchos de ellos tienden a victimizar a las
mujeres y a ocultar los esfuerzos o estrate-
gias que ellas han llevado a cabo para ganar
reconocimiento dentro y fuera de su socie-
dad y de sus organizaciones. (p. 449)
Por lo que, en el caso de las mujeres,
cuando estas hablan de sus experiencias de
discriminación evidencian la interconexión o di-
fícil separación entre las variables de etnia/raza,
sexo/género y clase social. «En las vivencias
cotidianas es difícil separar qué cosas sufren
exclusivamente como mujeres y que especí-
camente como indígenas» (Cumes, 2012, p. 2).
Como si fuera poco, cuando estas muje-
res buscan justicia para cualquier tipo de vio-
lencia, se enfrentan a la discriminación en el
sistema legal de su país debido a su pobreza,
monolingüismo y el analfabetismo que abunda
en la mayoría de estas poblaciones, desenca-
of the State in these violations and the lack of mechanisms that protect the human rights
of indigenous women and social leaders are mentioned.
Keywords: Indigenous women, social leaders, human rights, Colombian State.
La vulneración a los derechos humanos de las mujeres indígenas colombianas y lideresas sociales
189
Revista
YACHAQ
N
14
denando que las mujeres indígenas raramente
tengan un juicio justo o siquiera la oportunidad
de ser escuchadas.
Debido a esto, es común encontrarnos
con mujeres que han alzado la voz y han de-
dicado su vida a defender los derechos de sus
comunidades, a buscar oportunidades para las
demás personas de su entorno y a ser las li-
deresas y agentes de cambio que la sociedad
necesita. La CIDH
[1]
, en muchas oportunidades
ha recalcado que las mujeres indígenas son
generalmente reconocidas como el centro para
la reproducción de la cultura y las garantes de
la permanencia de sus pueblos (Viteri, 2019, p.
11). Pero esto solo es un agravante a su con-
dición, por lo que su vida se vuelve aún más
difícil, ya que al estar en el foco de atención se
vuelven más susceptibles a sufrir otros tipos de
violencia que no las ataca solo por ser mujeres,
sino también por el hecho de ser lideresas y ex-
poner los maltratos que sufren como personas.
Estos factores nos llevan a preguntarnos
¿Cómo las diferentes circunstancias que viven
y la falta de protección estatal hacen que las
mujeres indígenas, y más aún, las lideresas
sociales, sean objeto de vulneración de sus
derechos humanos?
La segregación que viven estas mujeres
las hace mentalizarse que la dignidad es algo
que no merecen, al existir tantas falencias en el
sistema se generan más vulneraciones socia-
les, de esta forma ralentizando y truncando su
búsqueda de equidad, dejándolas incluso con
más dudas que respuestas a sus pensamientos
y en algunos casos llevándolas a desistir de sus
ideales para aceptar sus destinos establecidos
por las comunidades a las que pertenecen.
Las lideresas sociales de las comunida-
des indígenas cumplen un papel importante
en nuestra sociedad, y el abandono estatal,
la falta de oportunidades sumado a la violen-
cia que viven a causa del conicto interno del
[1]
Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
país, solo hace que el cumplir con su labor se
vuelva una casi imposible de cumplir y que
sus derechos humanos sean vulnerados de
forma sistemática.
De acuerdo con lo expuesto anteriormen-
te, en este trabajo en primer lugar, se analizará
el papel que cumplen las mujeres indígenas
en sus comunidades y como este se ha visto
inuenciado por la historia de violencia que se
ha vivido en el país. Luego, se mencionará los
derechos humanos de las mujeres indígenas
que son objeto de vulneración por parte del
Estado colombiano y del resto de la sociedad.
Y, por último, se estudiará la responsabilidad
del Estado y la negligencia que ha existido por
parte de él al momento de brindarles protec-
ción a estas mujeres.
MUJERES INDÍGENAS Y EL DESEMPEÑO EN
SUS COMUNIDADES
La humanidad se ha visto marcada por
los grandes abusos que han sufrido las mu-
jeres por parte del sistema patriarcal, solo por
la condición de ser mujer. Estos abusos varían
dependiendo de la condición y entorno en el
que la mujer se desarrolle.
Para comprender mejor la violencia que
sufren las mujeres indígenas, se hace nece-
sario traer a colación la teoría de la intersec-
cionalidad, la cual fue planteada en 1989 por
la activista estadounidense Kimberlé Williams
Crenshaw, quien la denió como el estudio de
las identidades sociales solapadas o intersec-
tadas y sus respectivos sistemas de opresión,
dominación o discriminación. A manera de
ejemplo, es conveniente decir que la violencia
sufrida por una mujer negra en un entorno ra-
cista es diferente a la violencia sufrida por una
mujer blanca en este mismo entorno, ya que
la mujer negra tiene un agravante a su con-
dición, y en este caso, sería un color de piel
diferente a los demás.
Paula Yuliana Niño Reyes / Carol Estefany Vega Jimenez
190
Revista
YACHAQ
N
14
En el caso de las mujeres indígenas, la
violencia que han sufrido desde la colonización
es diferente a la sufrida por una mujer blanca,
ya que, como lo decía Gallargo (2014) «Su de-
nición como indígenas en las leyes coloniales
ocultaba su condición de trabajadoras, y en la
actualidad las margina como ciudadanas» (p.
27). Por lo que, en este orden de ideas, una
mujer indígena sufre violencia por ser mujer y
por ser indígena. Para estas mujeres, vivir en
un país como Colombia en el que la violencia
de género y la segregación son el diario vivir,
representa un impedimento a su desarrollo
social, económico y académico; ya que serán
cuestionadas, discriminadas y silenciadas de
una manera que ninguna otra persona lo es.
Las comunidades indígenas han estado
marcadas por la violencia desde el inicio de las
civilizaciones, con la colonización en América
Latina y la imposición de la iglesia católica en
el continente, el despojo de la identidad de los
pueblos indígenas marcó el inicio del descono-
cimiento por parte de los gobiernos hacia los
pueblos indígenas y su cultura. La CIDH ha
dado a conocer que la violaciones de derechos
colectivos sufrida a través del tiempo en las
comunidades indígenas ha sido generador de
nuevos tipos de violencia en las cuales las mu-
jeres son las más afectadas (CIDH, 2017, p. 81).
En el caso de las mujeres indígenas, el co-
lonialismo autoritario las obligó a desligarse de
sus orígenes y adoptar roles impropios de su
cultura. Según la ONIC (como se citó en Res-
trepo, 2005):
Se somete a las mujeres indígenas a roles
históricos impropios a su cultura y en ese
camino la mujer indígena urbana lucha por
reivindicar su dignidad atacando su propia
cultura, porque trata de legitimar las relacio-
nes de género de la cultura occidental en
donde se busca una democracia de género
y una igualdad de roles (...) lo cual sin duda
contradice el movimiento indio, y afecta la
unidad familiar; además, ello no ha signi-
cado la solución a los problemas de abuso,
violencia, machismo, pobreza, racismo y
todos los tipos de males que padecen mu-
chas mujeres indígenas. (p. 15)
Retomando la idea anterior sobre la inter-
seccionalidad, diferentes investigaciones han
revelado que:
Ser mujer es un factor que suscita discrimi-
nación y que, unido al estado de salud, a la
edad, a la procedencia religiosa, étnica, cul-
tural y socioeconómica, integra una matriz
de factores que sustentan la marginación y
la opresión de unos grupos humanos sobre
otros. (Yepes & Hernández, 2010, p. 449)
El papel de las mujeres indígenas dentro
de sus comunidades es uno de intermedia-
ción, representación y enlace entre sus comu-
nidades y el resto de la sociedad:
En el caso de las mujeres Wayuu para po-
der desarrollar su papel en la comunidad
de manera correcta se les hace necesario
aprender otros idiomas y estudiar carreras
universitarias, aun así […] son respetadas,
pero esto no implica autoridad o poder y, a
veces, las convierte en blanco de sospecha
frente a sus mismas comunidades. (Memo-
ria Histórica, 2010, p. 92)
Habría que decir también que, la autoridad
y el poder dentro de la sociedad patriarcal, es-
tán reservados solo para los hombres, por lo
que vemos mujeres que aun con un nivel inte-
lectual o económico igual al de algunos hom-
bres todavía tienen que luchar para ser respe-
tadas y tomadas en cuenta. En el caso de las
mujeres indígenas, estas, al ser una conexión
entre el mundo indígena y el resto de la socie-
dad, ayudan al desarrollo económico de sus
pueblos, desarrollando y confeccionando pro-
ductos que luego puedan vender y negociar
con el resto de las personas, convirtiéndolas en
una seguridad para la familia, pues representa
un valor económico y religioso, un apoyo fami-
liar y una fuente de trabajo (Hostein, 2010, p.
7). Pero, como habíamos dicho anteriormente,
esto no les otorga poder dentro de su entorno.
La vulneración a los derechos humanos de las mujeres indígenas colombianas y lideresas sociales
191
Revista
YACHAQ
N
14
No es de olvidar que, para las mujeres, el
haber estudiado una carrera universitaria, un
idioma diferente o simplemente tener conoci-
miento sobre algún tema en especíco pue-
de representar un benecio, pero también las
hace susceptibles de otros tipos de violencia
como el mansplaining
[2]
, es común ver a mu-
jeres especializadas ser empañadas e invisi-
bilizadas por otras personas en su mayoría
hombres solo por ser mujeres, acceder a es-
pacios en los que sus voces no sean silencia-
das se vuelve mucho más difícil, ya que, para el
sistema, una mujer que sea capaz de razonar
y pensar más allá del contexto patriarcal en el
que ha crecido representa un peligro.
Por consiguiente, la lucha que viven dia-
riamente las mujeres indígenas por querer me-
jorar como personas y como sociedad en sus
comunidades se ve truncada por diversos fac-
tores que impiden su desarrollo. Cada que una
mujer indígena ha querido mejorar y demostrar
que vive bajo condiciones que no dignican su
vida se ha tenido que enfrentar con los pensa-
mientos y costumbres de su comunidad, y en la
mayoría de los casos, algunas se ven sometidas
a dejar de luchar por esto debido a sus compa-
ñeros raizales, y las pocas que han seguido sus
ideales han sacricado mucho de ellas para bus-
car esa dignicación social que necesitan.
Todo esto genera un aumento en la inse-
guridad de las mujeres al interior de su comu-
nidad debido a que:
Pues si bien los pueblos indígenas han en-
contrado en el paradigma de los derechos
humanos un lenguaje cohesivo global, un
marco moral y una estructura legal median-
te la cual perseguir sus demandas, los en-
foques convencionales han fracasado en
proteger de forma adecuada a las mujeres
indígenas. (Valladares, 2008, p. 51)
[2]
Un término utilizado para describir una forma paternalista de comunicación dirigida a las mujeres por parte
de los hombres.
[3]
Asesinatos que habían sido anunciados con anterioridad en las diferentes amenazas que recibían.
Y es precisamente por la falta de recono-
cimiento de las diferentes violencias que sufren
las mujeres indígenas. El creer que las mujeres
indígenas sufren la misma violencia que las de-
más personas en su comunidad solo alimenta
la falta de oportunidades y mecanismos que
ayuden a la protección de sus derechos.
Reriéndonos brevemente al conicto ar-
mado interno y la violencia sistemática que ha
sufrido el pueblo colombiano por más de 60
años es necesario mencionar cómo este ha
obligado a que las mujeres sean líderes de la
mayoría de las organizaciones sociales en de-
fensa de los derechos de los indígenas, sobre
todo en la Guajira, y al expresar su inconfor-
midad con los diferentes grupos armados que
han sido los causantes de varios desplaza-
mientos a lo largo de los años, se han converti-
do en blanco de los paramilitares.
Por esta razón, según el informe de Inde-
paz, 27 lideresas sociales fueron asesinadas
en Colombia durante el año 2021, asesinatos
que en su mayoría habían sido «advertidos»
[3]
ya que algunas de ellas habían recibido ame-
nazas y atentados en distintas ocasiones, pero
que aun así siguieron en pie de lucha por las
demás personas de sus comunidades.
Todo lo dicho hasta ahora aporta una vi-
sión del por qué como sociedad, una parte de
la población colombiana no considera como
iguales a las comunidades indígenas, y aun-
que muchas veces esto es responsabilidad
estatal por la falta de visibilización a estas per-
sonas y la negligencia al momento de buscar
una solución a sus problemáticas, la falta de
identidad cultural en algunas comunidades a
causa de, como se había mencionado antes, la
colonización de los pueblos de América Latina,
impide la inclusión y el reconocimiento de es-
tos pueblos por parte del resto de la sociedad,
Paula Yuliana Niño Reyes / Carol Estefany Vega Jimenez
192
Revista
YACHAQ
N
14
lo cual hace que se generen más dicultades y
segregaciones, en los cuales las mujeres, en la
mayoría de los casos, son quienes sufren la con-
secuencias más graves de esta problemática.
VULNERACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS
DE LAS MUJERES INDÍGENAS POR PARTE DEL
ESTADO Y DE SUS COMUNIDADES
Luego de lo dicho en el apartado anterior,
si consideramos las diferentes vulneraciones y
violaciones que sufren las mujeres indígenas y
las lideresas sociales en su vida cotidiana, nos
encontramos con diferentes tipos de circuns-
tancias, que en algunos casos son agravadas
por ciertos factores como las costumbres, la
posición social y la edad, entre otros.
Hemos discutido hasta ahora, basado en
la interseccionalidad, las diferentes formas de
violencia que se ejercen sobre las mujeres indí-
genas, por lo que al subrayar en la vulneración
de un derecho en especíco se hace más fácil
la comprensión del contexto de violencia.
Con respecto a los derechos sexuales y
reproductivos, es bien sabido que son parte
fundamental de los derechos humanos que tie-
nen las mujeres, es por esto que, en innumera-
bles conferencias, se ha mencionado la poca
relevancia que tienen estos derechos por parte
no solo del Estado sino de la sociedad en ge-
neral. Las organizaciones feministas han sido
las principales promotoras del reconocimiento
de estos derechos, humanizando las políticas
de salud y articulándose con acciones de la so-
ciedad civil, respetando los derechos cultura-
les y sociales de las mujeres, y especialmente
de las pobres e indígenas en la provisión de
estos servicios (Montaño, 1996, p. 6).
Aun así, es evidente el gran recorrido que
hace falta transitar por parte del Estado co-
lombiano para garantizar estos derechos a las
mujeres indígenas, por lo que, en numerosas
ocasiones se evidenció que:
Algunas de ellas, promotoras de salud, di-
jeron sentirse «un poco abandonadas» por
sus organizaciones y por sus líderes, con
quienes tienen escasa comunicación sobre
su situación de salud y de quienes piden más
apoyo para acercarse a las entidades pres-
tadoras de servicios de salud y promover el
mejoramiento de los programas que éstas
ofrecen, y una mayor orientación en temas
como planicación familiar, enfermedades de
transmisión sexual y relaciones padres-hijos.
(Yepes & Hernández, 2010, p. 447)
Lo anteriormente expuesto no solo evi-
dencia la falta de acompañamiento por parte
del Estado, sino también que, dentro de sus
comunidades, las mujeres indígenas sufren
vulneraciones a sus derechos humanos, de-
jando como resultado embarazos adolescen-
tes, abortos clandestinos y madres cabeza de
hogar. Esta es una de las razones por las que
los departamentos con mayor concentración
de grupos indígenas son los que tienen un ín-
dice más alto de embarazos adolescentes.
Ahora bien, así como existe esta vulnera-
ción en el derecho a la salud, también existen
vulneraciones en otros derechos; uno de es-
tos es el derecho al trabajo, ya que sufren una
sobrecarga de labores en sus comunidades y
cada trabajo que desempeñan se encuentra
con inmensas faltas de las garantías mínimas
que se deben tener.
La vulneración al derecho al trabajo digno
puede considerarse la causa principal de otras
violencias como la trata de personas, el abuso
sexual, la prostitución, entre otras. Las muje-
res indígenas, al carecer de servicios básicos
sociales que les garanticen un trabajo digno y
bien remunerado, tienden a familiarizarse con
todas estas conductas que vulneran de ellas y
empiezan a adoptar una posición de resigna-
ción, ya que, al n y al cabo, solo están bus-
cando la forma de sobrevivir el día a día.
Para los colombianos, es muy común le-
vantarse y encontrar noticias sobre cómo las
mujeres Wayúu (pueblo indígena ubicado en
el departamento de la Guajira) son explotadas
laboralmente, en casos en los que trabajan
La vulneración a los derechos humanos de las mujeres indígenas colombianas y lideresas sociales
193
Revista
YACHAQ
N
14
más de 13 horas al día por un salario de me-
nos de 300.000 pesos mensuales, y muchas
de ellas explican cómo este trabajo las ha ale-
jado de sus familias e impide que desarrollen
su papel como madres, pero que a veces es lo
único que pueden hacer, ya que ante la esca-
sez de trabajo en el departamento «no queda
de otra» (Infobae, 2022).
La explotación laboral es un problema
que afecta a millones de personas en el mun-
do y está ligada a las condiciones económicas,
por lo que no es sorpresa que las mujeres indí-
genas al ser personas pobres se vean someti-
das a extensas horas de jornada laboral sin un
pago o remuneración digna, y como se men-
cionó anteriormente, las oportunidades son
pocas, por lo que si estas quieren mantener a
su familia su única opción es someterse a la
explotación y degradación laboral.
Adicionalmente, las mujeres indígenas tie-
nen que sobrellevar vulneraciones que pueden
atentar contra su vida o su forma de desarro-
llarla. Se conoce que todas las personas en
Colombia tienen derecho a la vida, pero si nos
ponemos a ver en nuestros alrededores obser-
vamos cómo este derecho se encuentra vulne-
rado y lo que es peor, está «normalizado»
[4]
en
nuestra sociedad, siendo indiferentes y convir-
tiéndonos en cómplices de la falta de garantías
del Estado para la protección.
Por consiguiente, si consideramos que
socialmente vemos cómo en nuestro entorno
se vulnera un derecho fundamental tan esen-
cial, esto nos abre la incógnita de ¿Cómo será
la protección al derecho de la vida para las mu-
jeres en las comunidades indígenas? Para dar
respuesta a esto, como somos ya conscientes
de que la falta de garantías por parte del Es-
tado para velar por los derechos humanos de
estas comunidades, podemos entender cuán-
to se vulnera la vida de las mujeres en estas
[4]
Es común en la cotidianidad colombiana encontrar casos de vulneraciones al derecho a la vida que terminan
sin resolver.
comunidades. El estado es el principal respon-
sable de que a estas mujeres le sea vulnerado
el derecho a la vida, ya que este no se cons-
tituye solo con nacer, sino que también debe
garantizar que las personas en el desarrollo de
su vida cuenten con los derechos humanos bá-
sicos como la dignidad, la educación social y
cultural, y la independencia necesaria para sa-
ber qué quieren hacer con su futuro, con base
a su cultura y su entorno social.
Las mujeres indígenas se tienen que en-
frentar a la falta de garantías que protejan sus
derechos, de ahí que han comenzado a sobre-
salir mujeres que busquen el empoderamiento
femenino de sus comunidades, mujeres que
se han concientizado de que su mera existen-
cia no debe signicar una vida de servicios a
otros, que ellas están para ser lo que quieran.
El empoderamiento es para que cada una de
ellas decida por sí misma lo que quiere ser y
hacer y que se le garantice que sea así, todo
respeto y dignidad.
Para el Estado es difícil de comprender
que mujeres que siempre han estado calladas
comiencen a exigir lo que siempre debieron te-
ner, y si al Estado y a la sociedad les parece
impactante que hasta este punto de la historia
las mujeres indígenas estén solicitando mejo-
res condiciones de vida para ellas y las futuras
generaciones, para sus comunidades también
es algo anormal que sucedan estas acciones
por parte de ellas, por lo que se han presenta-
do todo tipo de enfrentamientos entre las muje-
res que quieren ese cambio, los hombres que
siempre han llevado la batuta de su grupo y
otros miembros de estas comunidades.
Todo esto nos hace reexionar sobre la
falta de protección que tienen algunas perso-
nas de nuestro país y de qué tan invisibilizadas
pueden estar a lo largo de la historia, pero así
mismo nos hace comprender que poco a poco
Paula Yuliana Niño Reyes / Carol Estefany Vega Jimenez
194
Revista
YACHAQ
N
14
se va desarrollando medidas en las cuales exi-
gir mejores condiciones sociales y culturales
para que todos podamos gozar de derechos
humanos básicos.
Por otro lado, la identidad cultural de las
personas va más allá de lo notorio y lo ma-
terial, esta identidad también puede ser vista
de manera espiritual y esencial, y para las co-
munidades indígenas de Colombia, sus cul-
turas, tradiciones y emblemas son lo más im-
portante e incluso algunas llegan a depender
netamente de estas, ya que se conoce que la
cultura y sus costumbres son lo que le da el
existir a ellos y el mantener y perpetuar estas
ideas por más generaciones hace que ellos
tengan sentido existencial.
Culturalmente hablando, el Estado es el
principal responsable de que derechos tan im-
portantes como lo son los derechos culturales
se vulneren, ya que como mencionamos antes,
los grupos indígenas se identican y caracte-
rizan por su cultura material y esencial, y en
estos grupos, en especial las mujeres se co-
nocen por ser protectoras de dicha identidad,
siendo ellas las que dan existencia nueva en
todos los sentidos, ellas se encargan de man-
tener el espíritu de cuidado material y esencial
en sus comunidades.
Se conoce que las mujeres desempeñan
algunas veces en sus comunidades un rol de
protectoras de sus tierras. Basándose en sus
culturas y creencias, ellas buscan la mejor ma-
nera de generar esa sensación de protección
aun con todas las faltas de garantías del Estado,
también se encargan de darle ese conocimien-
to espiritual sobre sus culturas a las nuevas ge-
neraciones y así poco a poco ir perpetuando la
mayoría de sus tradiciones y emblemas.
Decimos que el Estado es el principal cóm-
plice de que se vulneren los derechos cultura-
les de las comunidades indígenas, puesto que
los han dejado sin garantías de muchas mane-
ras. Se conocen casos en los que por intereses
propios permiten que se les invada y arrebate
sus territorios, desplazando a estas personas y
con ello a su identidad cultural territorial.
La ausencia del Estado deja vía libre para
que algunas personas se aprovechen de su
poder y así vulnerar la condición de los demás,
por lo que este debería comprometerse a pro-
teger a estas personas y sus derechos, ya que
ellos no solo ejercen su cultura dentro de sus
comunidades, sino que algunas de estas tra-
diciones y emblemas se han propagado tanto
que han llegado al resto de la sociedad. Por
ende, una manera de proteger estos derechos
culturales también sería educando al resto de
sociedad para que sepa respetar las diferentes
culturas, creencias, tradiciones y emblemas
que conviven en nuestro país y así evitar más
vulneraciones a estas personas.
CONCLUSIONES
Es por todo lo expuesto anteriormente
que podemos concluir que la falta de recono-
cimiento de los diferentes tipos de violencia
que sufren las mujeres indígenas impide que
las garantías y mecanismos creados para los
pueblos indígenas en general logren atacar las
violencias sufridas por estas mujeres, ya que,
muchas veces, la violencia viene desde los
mismos pueblos y es mucho más difícil para el
Estado encontrar la raíz del problema.
También, el poco acompañamiento del
Estado a estos pueblos y la falta de reconoci-
miento que tiene la jurisdicción indígena a nivel
nacional deja a estas personas en un marco
de desprotección gigantesco, en el que nos
encontramos con diversas situaciones que
ponen en peligro los derechos humanos de
las comunidades y sus habitantes; en los que
nuevamente y tal como se viene señalando a lo
largo de este artículo, las mujeres son quienes
sufren un poco más.
Por lo que es preciso concluir que el Esta-
do no solo no brinda los mecanismos adecua-
dos para la protección de las mujeres indígenas
La vulneración a los derechos humanos de las mujeres indígenas colombianas y lideresas sociales
195
Revista
YACHAQ
N
14
en general, sino que también, en el caso de las
lideresas sociales, estas se encuentran total-
mente desprotegidas, arrojando casos alar-
mantes de amenazas y asesinatos contra estas
personas e impidiendo que estas desarrollen
su papel de la manera más efectiva posible.
Es por esto que, el hecho de que sean
más líderes sociales indígenas del género fe-
menino que del masculino, no es sorpresa. Las
mujeres indígenas a causa de todas las violen-
cias que han sufrido se han visto en la necesi-
dad de ser ellas quienes alcen su voz, ya que
nadie entiende su problemática como ellas y
nadie está más que capacitado para hablar so-
bre la violencia que sufre una minoría que las
mismas personas que sufren dicha violencia.
Por consiguiente, para mermar la com-
plejidad de esta situación, es menester que
el Estado reconozca la violencia sufrida por
las mujeres indígenas y por las lideresas so-
ciales, para que los mecanismos creados
puedan garantizar de manera eciente la pro-
tección de los derechos humanos de estas
personas y así estas puedan acceder a una
mejor calidad de vida y un mejor futuro para
sus próximas generaciones.
El que se le comience a dar visibilidad a
estos casos va generando conciencia social
de lo que durante décadas han vivido estas
mujeres, esta conciencia social genera más
presión sobre el Estado para que comience a
pronunciarse y que asimismo pueda generar
proyectos e investigaciones sobre estas comu-
nidades o ese sería el debido proceso que se
le podría dar a estas problemáticas, pero vien-
do que aun así el Estado, siendo conocedor
de estos problemas, está ausente con las po-
blaciones femeninas y les está faltando a las
garantías con sus derechos humanos pues va
demostrado el poco interés que tiene sobre es-
tos grupos y sus mujeres, las cuales sacrican
incluso su vida para poder luchar por los inte-
reses generales y darles mejores futuros a las
nuevas generaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Centro de Memoria Histórica (2010). La Masacre
de Bahía Portete: Mujeres wayuu en la mira.
http://www.centrodememoriahistorica.gov.
co/descargas/informes2010/i nf orme_ba-
hia_portete_mujeres_wayuu_en_la_mira.pdf
Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(2017). Las mujeres indígenas y sus dere-
chos humanos en las Américas. https://www.
oas.org/es/cidh/informes/pdfs/MujeresIndi-
genas.pdf
Cumes, A. E. (junio 2012). Mujeres indígenas,
patriarcado y colonialismo: un desafío a la
segregación comprensiva de las formas de
dominio. Anuario de Hojas de WARMI, 17.
Gargallo, F. (2014). Feminismo desde Abya Yala.
Ideas y proposiciones de la mujer de 607
pueblos en nuestra América. Boletín de
Antropología - Universidad de Antioquia,
28(45), 237-242. https://www.redalyc.org/
articulo.oa?id=55729098011
Hostein, N. (2010). El pueblo wayuu de la Guajira
colombo-venezolana: un panorama de su
cultura. Cuadernos de Antropología, 20(1).
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/antropo-
logia/article/view/2006
Infobae (15 de mayo de 2022). Denuncias casos
de explotación laboral en la Guajira. Infobae.
https://www.infobae.com/america/colom-
bia/2022/05/16/denuncian casos- de-explo-
tacion-laboral-indigena-en-la-guajira/
Montaño, S. (1996). Los derechos reproductivos
de la mujer. En J. Méndez (director), Estu-
dios básicos de derechos humanos (pp.
163-186). Instituto Interamericano de Dere-
chos Humanos.
Niño, J. I. (julio del 2005). Los derechos humanos
de las etnias indígenas en Colombia. Revista
derechos y valores, 8(16), 133-150. https://
www.redalyc.org/pdf/876/87616808.pdf
Ortiz, J. A. (agosto del 2013). La identidad cultural
de los pueblos indígenas en el marco de la
protección de los derechos humanos y los
Paula Yuliana Niño Reyes / Carol Estefany Vega Jimenez
196
Revista
YACHAQ
N
14
procesos de democratización en Colombia.
Revista Derecho del Estado, 30(1), 217-249.
Valladares, L. R. (2008). Los derechos humanos
de las mujeres indígenas De la aldea lo-
cal a los foros internacionales. Alteridades,
18(35), 47-65.
Viteri Cevallos, R. C. (2019). Lideresas indígenas
Kichwa. Representaciones desde la pers-
pectiva de las mujeres de Vencedores (Ba-
chelor’s thesis, Universidad Casa Grande
Facultad de Comunicación).
Yepes Delgado, F. L., & Hernández, E. (2010). Ha-
ciendo visible lo invisible. Violencia de géne-
ro y entre generaciones en una comunidad
indígena colombiana. Investigación y Edu-
cación en Enfermería, 28(3), 444-453.