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EL ANTONIANO. 2020; 135: 68- 113
Recepción: 20-12-2019
Aprobación: 07-06-2020
INCENDIOS FORESTALES: causas e impactos
Gil Mora; Juan Eduardo
mundoandino2005@yahoo.es
Código ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3191-9197
RESUMEN
El incendio forestal, es producido por descuidos humanos, en algunos casos
intencionados, así como en forma ocasional por causas naturales y culturales. El fuego
puede recorrer extensas superficies produciendo graves daños a la vegetación, fauna y al
suelo; causando importantes pérdidas ecológicas, económicas y sociales. Un incendio
forestal es descrito como el fuego no deseado de cualquier origen, que se propaga sin
control en los recursos forestales causando daños ecológicos, económicos y sociales. La
información sobre variables meteorológicas, referidos a temperatura, humedad relativa y
precipitación, se ha obtenido de las estaciones meteorológicas administradas por el
SENAMHI en la Región Cusco. Para el análisis en la incidencia, se utilizó la información
sobre incendios del INDECI; se utilizó el método de las evidencias físicas para reconstruir
la evolución de un incendio forestal y clasificar la causa que lo provocó. Para el muestreo
de suelos y el análisis se utilizaron los procedimientos estipulados por MINAM.
Finalmente, se utilizó el modelo predictivo de incendios sobre la cobertura vegetal
considerando la interacción entre los factores físicos y climáticos. Se reporta que más del
80% de las causas que provocan los incendios, son debidas a actividades agrícolas y
pecuarias; se identifica causas que generan los incendios forestales como las estructurales,
inmediatas, factores condicionantes territoriales, climáticas y, como impactos en la salud,
el clima, la biodiversidad, el suelo y, se enuncian recomendaciones como la detección
temprana de áreas de riesgo, construcción de franjas rompe fuego, reservorios y políticas
públicas.
Palabras clave. Biodiversidad, fuego, irradiación, material particulado, pirófita.
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ABSTRACT
Forest fire is produced by human carelessness, in some cases intentional, as well as
occasionally by natural and cultural causes. Fire can travel over large areas causing
serious damage to vegetation, fauna and the soil; causing significant ecological, economic
and social losses. A forest fire is described as an unwanted fire of any origin, which
spreads uncontrollably in forest resources causing ecological, economic and social
damage. The information on meteorological variables, referring to temperature, relative
humidity and precipitation, has been obtained from the meteorological stations
administered by SENAMHI in the Cusco Region. For the analysis of the incidence, the
information on fires from INDECI was used; The method of physical evidence was used
to reconstruct the evolution of a forest fire and classify the cause that caused it. For soil
sampling and analysis, the procedures stipulated by MINAM were used. Finally, the
predictive model of fires on the vegetation cover was used considering the interaction
between physical and climatic factors. It is reported that more than 80% of the causes that
generate fires are due to agricultural and livestock activities; causes that generate forest
fires are identified such as structural, immediate, territorial and climatic conditioning
factors and, as impacts on health, climate, biodiversity, soil, and recommendations are
made such as early detection of risk areas, construction of fringes breaks fire, reservoirs
and public policies.
Key words. Biodiversity, fire, irradiation, particulate matter, pyrophyte.
INTRODUCCIÓN
El fuego está asociado a la evolución de
la especie humana, ha sido empleado
desde tiempos prehistóricos en las
actividades agrícolas y la formación de
paisajes culturales (Mouillot y Field,
2005; Goldammer et ál., 2013; Bowman
et ál., 2014). Se emplea también en
actividades de agricultura y ganadería
extensiva; se ha introducido para la
conversión y el manejo de áreas
productivas en áreas de sabanas, o en los
bosques tropicales densos, como la
Amazonia (Fearnside, 1990; Barlow y
Pérez, 2008; Nolasco y Sanhueza, 2011;
Pivello, 2011; Cochrane, 2013; Aragão
et ál., 2018). Actualmente, el uso del
fuego permanece también integrado en
las prácticas ancestrales de culturas y
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forma parte de las prácticas tradicionales
de subsistencia, como agricultura y caza.
De conformidad al MINAM,
SERNANP, 2005, además de la
interacción entre una fuente de ignición
y la vegetación que conforma el paisaje,
otros aspectos, como las variables
meteorológicas y la naturaleza del
combustible tienen influencia en el inicio
y en la afección causada por los fuegos.
Las variables meteorológicas con mayor
implicación en el desarrollo de un
incendio son la temperatura, la velocidad
y la dirección del viento, la humedad
relativa y la estabilidad atmosférica. El
aumento de las temperaturas en la
estación cálida implica una menor
humedad relativa del aire, actuando estos
dos factores sobre el estado de
hidratación de los combustibles secos,
favoreciendo por tanto su
inflamabilidad. Por su parte, la velocidad
del viento interviene decisivamente en la
velocidad de propagación del frente de
llamas, siendo las situaciones de mayor
peligro aquellas que vienen
acompañadas de vientos fuertes y secos.
La estabilidad de los niveles bajos de la
atmósfera es determinante para que el
viento local favorezca a que el incendio
sea más o menos intenso. Las situaciones
de inestabilidad atmosférica favorecen el
movimiento vertical del aire caliente,
facilitando el movimiento lateral del aire
hacia el frente de llamas. Por el
contrario, en condiciones de estabilidad
los incendios son relativamente menos
peligrosos.
En relación al combustible, cabe
considerar la composición química de
los vegetales presentes, que determina su
contenido energético e inflamabilidad, el
contenido en humedad de los
combustibles vivos y el contenido en
agua de los combustibles secos
(MINAM-SERNANP, 2005).
Bowman et al. 2009 y Aravena et al,
2006, sostienen que la cobertura vegetal,
rica en carbono, climas secos
estacionales, el oxígeno atmosférico y
las igniciones de relámpagos y de origen
volcánico, hacen que un ecosistema sea
intrínsecamente inflamable. En décadas
recientes la amenaza más notoria ha sido
la extracción intensiva de madera y leña
en los bosques nativos y su sustitución
por especies introducidas pirofíticas y de
rápido crecimiento, como Pinus radiata
y Eucalyptus globulus, en la Patagonia
chilena (Díaz et ál., 2018; Gómez-
González et ál., 2019) y por coníferas de
América del Norte, como Pinus
ponderosa, Pinus contorta y
Pseudotsuga menziesii, en la Patagonia
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argentina (MAGyP, 2014). El resultado
es que los bosques nativos aislados y
fragmentados están rodeados de grandes
parches de plantaciones de especies
exóticas, lo que aumenta la cantidad y
continuidad de material combustible, en
consecuencia, crece la susceptibilidad
del bosque a fuegos de rápida
propagación y severidad, convirtiéndose
en fuegos de superficie y de corona o
copa de los árboles, (Veblen et ál., 2008;
Díaz et ál., 2018).
INDECI (2006) define a los incendios
forestales como la propagación libre y no
programada del fuego sobre la
vegetación, en los bosques, selvas y
zonas áridas o semiáridas. ICONA
(1982) define al incendio forestal como
el fuego que se extiende sin control sobre
un terreno forestal afectando a
vegetación que no está destinada a arder.
El incendio forestal, generalmente, es
producido por descuidos humanos, en
algunos casos intencionados, así como
en forma ocasional, producida por un
relámpago. Si encuentra condiciones
apropiadas para su expansión, puede
recorrer extensas superficies
produciendo graves daños a la
vegetación, fauna y al suelo; causando
importantes pérdidas ecológicas,
económicas y sociales, dado los
múltiples beneficios, tanto directos como
indirectos, que los montes prestan a la
sociedad (INDECI, 2006).
Un incendio forestal es descrito como el
fuego no deseado de cualquier origen,
que no es estructural, que se propaga sin
control en los recursos forestales
causando daños ecológicos, económicos
y sociales. Este fuego es la reacción
rápida producto de la unión del oxígeno
del aire, la cobertura vegetal como
combustible y una fuente de calor, a
estos elementos se le denomina triángulo
del fuego; que se manifiesta en forma de
llamas y humo (SERFOR, 2018;
SERNANP, 2016).
En Perú también existe una cultura
generalizada de uso del fuego por las
comunidades en actividades asociadas a
la preparación de los terrenos agrícolas o
a la ampliación de áreas con fines
productivos (IDEAM, 2018; Gil, 2000).
Se estima que el 95% de los incendios en
Colombia son de origen antrópico
durante el desarrollo de actividades
turísticas, prácticas agrícolas e incluso
“provocados” (Jiménez et ál., 2016). Las
quemas agrícolas que escapan al control
afectan especialmente a los bosques
nativos y plantados, así como a los
páramos y sabanas. En muy pocos casos
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se deben a agentes causales de orden
natural, como las tormentas eléctricas
secas, lo cual ha sido documentado solo
en las sabanas de la Orinoquia y el
piedemonte amazónico de Colombia,
regiones en las que se reporta la
presencia de especies vegetales con
claras adaptaciones al fuego.
De conformidad a INDECI (2016), en el
Perú se estima que la ocurrencia de la
mayoría de incendios forestales es de
origen antrópico, ya que una de las
causas principales está relacionada con
actividades de habilitación de chacras de
cultivo y quema de pastos. Estos
incendios forestales en el periodo de
análisis han afectado 93 365,80 hectáreas
y destruido 94 239,90 hectáreas con
cobertura vegetal; en total han sido
afectadas 187 805,40 hectáreas de
cultivo, tal como se puede observar en la
siguiente tabla.
Tabla 1. Ocurrencias de incendios
forestales. 2012-2016.
De acuerdo con la estadística, en el
periodo 2012-2016 se produjeron 587
incendios forestales, siendo el
departamento de Cusco el que reportó el
mayor número de incendios forestales,
con 130 eventos; seguido por los
departamentos de Puno y Apurímac, tal
como se puede observar en la siguiente
figura.
Figura 1. Incendios forestales reportados
por departamento. 2012-2016.
Manta 2018, alcanza información
estadística referido a la ocurrencia de
incendios en los andes, incluye la
siguiente tabla.
Tabla 2. Distribución espacial de
incendios forestales en los andes
peruanos. Periodo 1973-2014.
Manta, señala que, los incendios
forestales se distribuyen espacialmente en
todos los departamentos estudiados en el
período 1973-2014. Los incendios
forestales ocurrieron en todas las
provincias de los departamentos de Cusco
y Apurímac; en 10 departamentos, se han
producido incendios forestales en s del
50% de sus provincias. A nivel de distrito,
en los departamentos de Cusco,
Apurímac y Puno en 63% (68), 63.3%
(50) y 26% (28) de sus distritos
respectivamente, se han producido
incendios forestales; mientras que, en 13
departamentos, del 20% al 2,3% de sus
distritos han tenido incendios forestales.
La amplia distribución espacial de los
incendios forestales podría deberse al
hecho de que la principal causa de los
incendios forestales es la actividad
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ganadera (60%), seguida de la agricultura
(30%) y la minería.
Figura 2. Mapa de riesgo de fuego en los
andes peruanos.
Según el mapa de peligro de incendio, el
56,2% (9) de los departamentos
estudiados tienen indicadores que
implican valores muy alto, alto y medio.
Estos departamentos deberían ser de
interés para la implementación de
estrategias a fin de reducir los riesgos de
incendio.
De conformidad a los reportes de
SERFOR (Plan de Prevención y
Reducción de Riesgos de Incendios
Forestales Periodo 2019-2022),
manifiesta que en el periodo 2012-2016
se produjeron 587 incendios forestales,
siendo el departamento de Cusco el que
reportó el mayor número de incendios
forestales, con 130 eventos; seguido por
los departamentos de Puno y Apurímac,
tal como se puede observar en la figura
1.
Diversas actividades del hombre están
vinculadas al uso del fuego, como la
agricultura de tala y quema, la obtención
de nuevos pastos, la quema de residuos
poscosecha; en realidad, desde que el
hombre se halla sobre la tierra, ha
utilizado el fuego para alterar su entorno,
empleándolo en la agricultura, ganadería
o en actividades forestales, acciones que,
si no se controlan, se produce el incendio
y cuando éste pasa al matorral, bosque o
pastos, se produce el Incendio Forestal.
El fuego no se produce si no hay material
combustible para quemar y, la facilidad
que se genere, depende de las
características que tenga el combustible
como, el contenido de humedad, el
volumen y la superficie ocupada; en el
Perú y sólo durante el 2020, más de 3 000
familias campesinas y nativas fueron
afectadas por incendios y anualmente,
son más de 50 000 ha las arrasadas por el
fuego.
Los incendios forestales destruyen
enormes extensiones de vegetación y
pasturas, siendo una de las principales
causas de los procesos de fragmentación
de hábitats y ecosistemas, lo que
favorece la deforestación, erosión y
desertificación. La quema de la
vegetación es una importante fuente de
contaminación del aire con diferentes
consecuencias en el clima y en el aire a
escala local, regional y global. Las
quemas en nuestra Región están
relacionadas principalmente a las
actividades agrícolas.
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Figura 3. El fuego se produce debido al
material altamente combustible en un
escenario con temperaturas altas.
En base a trabajos de campo durante
varios años y diálogo con gente afectada,
concluimos que hay impactos
ambientales y socioeconómicos
negativos que justifican la presupresión
(actividades que se realizan antes de la
temporada de incendios, para asegurar
una efectiva supresión de los siniestros
forestales, ITTO, 2006), prevención,
detección y combate de incendios
descontrolados y el manejo de fuego.
Figuras 4 y 5. Los bosques montanos por
ser residuales y el matorral espinoso por
ser altamente combustible, deben merecer
especial atención en la prevención.
De conformidad a los trabajos de
CENEPRED (2020), Cusco presenta
escenarios de riesgo por incendios
forestales tipificados como de muy alto
riesgo.
Figura 6. Escenarios de riesgo por
incendios forestales para Cusco.
Figura 7. Incendios registrados por años
en la región Cusco.
Así mismo, se identificó para la Región,
que la mayoría de incendios se han
generado entre los meses de julio a
octubre. Este dato se asocia a la
temporada seca, donde el fuego es
utilizado en el manejo de prácticas
agropecuarias y cambios de uso del suelo
(Manta, 2017; Manta & León, 2004)
Figura 8. Ocurrencia de incendios
forestales por provincia en la región
Cusco.
Métodos
La información sobre las variables
meteorológicas, básicamente referido a
temperatura, humedad relativa y
precipitación, se han obtenido de las
estaciones meteorológicas administradas
por el SENAMHI en la Región Cusco.
Para el análisis en la incidencia de los
incendios, su duración acumulada,
número de incendios simultáneos, el
tamaño de las distintas áreas quemadas,
se utilizó la información sobre incendios
de la Estadística General de Incendios
Forestales, proporcionada por INDECI;
asimismo, se ha evaluado la asociación
de la contaminación atmosférica por
partículas (PM10 y PM2,5) y su relación
con los indicadores de incendio.
De otro lado, se ha utilizado el método
de las evidencias físicas (FAO, 2007;
ITTO, 2015; Benson, et al, 2009; Lau,
8
2017.); esta técnica de investigación
permite reconstruir la evolución de un
incendio forestal, a través del estudio del
comportamiento del fuego, hasta
determinar su punto de origen y una vez
en él, clasificar la causa que lo provocó.
De esta manera se podrá desterrar
definitivamente la mitología popular,
que tradicionalmente ha relacionado el
origen de los incendios forestales con
diversas motivaciones, lo que, además de
desorientar a la opinión pública, ha
privado de base a muchas de las acciones
preventivas emprendidas, haciéndolas
ineficaces.
Para el muestreo de suelos y el análisis
correspondiente se utilizaron los
procedimientos estipulados por el
MINAM (2013, 2014).
Finalmente, se utilizó el modelo
predictivo de incendios sobre la
cobertura vegetal que, implica
desarrollar una metodología que
considere la interacción entre los
factores físicos y climáticos (Dryry y
Veblen, 2008), con una perspectiva
geoespacial, considerando las variables
meteorológicas y de combustible que
ayudan a explicar el comportamiento de
los incendios (Leathwick y Briggs,
2001), sumado los factores de carácter
socioeconómico (uso del suelo); en ese
sentido, se han identificado y analizado
variables que vienen a ser el insumo para
el modelo predictivo, basado en la
identificación de variables que definen
las características locales que son
inherentes a un incendio. El modelo
predictivo debe responder a cualquier
realidad del territorio nacional o
regional; motivo por el cual debe
priorizarse variables que tengan
información para todo un escenario
analizado, siendo así, se ha considerado
trabajar con información meteorológica
vinculada a precipitación, temperatura,
viento, humedad relativa, con variables
físicas como la pendiente, tipo de
combustible, la cobertura vegetal y la
biomasa.
Por lo expuesto, las variables que
intervienen en el sistema predictivo de
incendios forestales son las siguientes:
a) Temperatura, es una variable
básica del clima, esta puede
variar temporalmente en un
mismo lugar, esto implica escalas
de tiempo, siendo en períodos
estacionales, diarios y horas, así
mismo puede variar
espacialmente. Existe un factor
principal que produce cambios
de la temperatura del aire como
la variación en el ángulo de
9
incidencia de los rayos solares, y
esta está en función de la latitud.
Se tiene también al
calentamiento diferencial de
tierras y aguas, la altura sobre el
nivel del mar, la posición
geográfica y la cobertura nubosa.
b) Cobertura Vegetal, es la
vegetación natural que cubre una
determinada superficie, en ella
está comprendida una amplia
gama de biomasa con
características fisionómicas,
fisiográficas, climáticas y
geográficas diferentes.
c) Viento, es la corriente de aire que
se desplaza en sentido horizontal
como vertical, sus causas se
deben a la diferencia de
temperatura existente, debido al
desigual calentamiento en las
diversas zonas de la tierra y de la
atmósfera, las masas de aire
caliente tienden a ascender
mientras que el espacio que
queda vacío es ocupado por un
aire frío, más denso. Su dirección
depende de la distribución y
evolución de los centros
isobáricos, desplazándose de los
centros de alta presión
(anticiclones) hacia los de baja
presión (depresiones). Su fuerza
será mayor cuanto mayor sea su
gradiente de presiones.
Generalmente el viento se ve
alterado por el relieve. El viento
está definido por dos parámetros;
la dirección en el plano
horizontal y la velocidad. De
acuerdo al sistema internacional
la unidad de medida del viento es
m/s.
d) Precipitación, es toda agua en
forma líquida (lluvia, llovizna) o
sólida (nieve, granizo) que se
precipita y cae en la superficie de
la tierra, generalmente son
provocadas por un cambio de la
temperatura o de la presión; esto
quiere decir que se requiere la
condensación del vapor de agua
atmosférico para la formación de
la precipitación, siendo la
saturación una condición
esencial para desbloquear la
condensación. Existen tres tipos
de precipitación, siendo la
precipitación convectiva,
orográfica y frontal. La
convectiva Resulta de una
subida rápida de las masas del
aire en la atmósfera. Se asocian
a los cúmulos y cumulonimbos,
desarrollo vertical significativo,
y son generados así por el
10
proceso de Bergeron. La
precipitación que resulta de este
proceso es generalmente
tempestuosa, de corta duración
(menos de una hora), de
intensidad fuerte y de poca
extensión espacial (IDEAM,
2018). La precipitación
Orográfica se relaciona con la
presencia de una barrera
topográfica. La característica de
la precipitación orográfica
depende de la altitud, de la
pendiente y de su orientación,
pero también de la distancia que
separa el origen de la masa del
aire caliente del lugar del
levantamiento. En general,
presentan una intensidad y una
frecuencia regular(Sarmiento y
Frolich, 2002) y la precipitación
frontal Se asocia a las
superficies de contacto entre la
temperatura de la masa de aire,
el gradiente térmico vertical, la
humedad y de los diversos
índices del recorrido, que uno
nombra frentes. Los frentes fríos
crean precipitaciones cortas e
intensas. Los frentes calientes
generan precipitaciones de
larga, duración, pero no muy
intensos” (Jolly et al, 2015).
e) Pendiente, es el grado de
inclinación del terreno y se
define como el ángulo formado
por dos lados, siendo la forma
normal de expresar la medición
de un ángulo utilizando el
sistema sexagesimal (grados,
minutos y segundos). Por lo
general los terrenos agrícolas no
superan los 45º por razones
agronómicas, de conservación y
manejo de suelos, pero se da el
caso que para la región natural
sierra este límite se ve superado
con relativa frecuencia, hasta
niveles de los 50º o más. Es
necesario precisar que la
pendiente, es un parámetro que
influye en la formación de los
suelos y condiciona el proceso
erosivo, puesto que mientras más
pronunciada sea la pendiente, la
velocidad del agua de escorrentía
será mayor, no permitiendo la
infiltración del agua a través del
perfil. La pendiente del lugar de
desarrollo del incendio también
afecta a la velocidad y dirección
de propagación. El fuego se
propaga más rápidamente a favor
de la pendiente.
f) Humedad relativa, se refiere a la
cantidad de vapor de agua
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presente en el aire. Para una
temperatura específica, la
cantidad de humedad que puede
contener una porción de aire
tiene un límite definido que es
conocido bajo el nombre de
punto de saturación. Para una
determinada temperatura, la
proporción de vapor de agua
relacionada con la máxima
cantidad que pueda contener una
porción de aire, es lo que
llamamos humedad relativa, y se
expresa en tanto por ciento
(Stralher et al., 1989). Para el aire
saturado, la humedad relativa es
del 100%. Un cambio en la
humedad relativa de la atmósfera
se puede atribuir a dos posibles
causas. Si está expuesta a una
superficie acuática, la humedad
puede incrementarse por
evaporación. Este proceso es
lento, pues requiere que el vapor
de agua se difunda hacia las
capas altas de la atmósfera. La
segunda forma es a través de un
cambio de temperatura. Cuando
no existe adición de vapor de
agua, un descenso de temperatura
puede incrementar la humedad
relativa. Este cambio es
automático pues la capacidad del
aire para contener agua en estado
gaseoso disminuye con el
enfriamiento (Stralher et al.,
1989).
g) Carga, está referida a la cantidad
y tipo de combustible inflamable
que rodea un incendio y es
medido cuantitativa y
cualitativamente a fin de
determinar el comportamiento de
su propagación; es decir, este
factor hará que el fuego no se
propague y se extinga
rápidamente o, por el contrario,
hará que el fuego crezca y el
incendio se propague
rápidamente. Este factor, se
caracteriza con el uso de las
siguientes variables: Biomasa,
expresa la cantidad de
combustible disponible por
unidad de área. Se entiende que
cuanta más carga, el fuego se
propagará más rápido y con
mayor intensidad. Cobertura
vegetal, expresa el tipo y tamaño
de combustible y su relación de
cómo influye en la forma de
propagación, obtenida a partir del
mapa de cobertura vegetal. Se
entiende que, si se tiene un
combustible pequeño, éste es
más fácil de precalentar y de
12
quemar que un material grande el
cual tarda más tiempo en ambos
procesos. Esto se debe a la
relación entre la superficie total
del material y su volumen.
Cuanta mayor superficie con
respecto al volumen, el material
es más fácil de precalentar y
quemar. Al contrario, cuanto
mayor es el volumen con
respecto a su superficie, más
tardará en quemarse.
Según el tipo de ocurrencia de los hechos
y registros de investigación (Rodríguez,
2012), la investigación fue retrospectiva
por su característica de indagar sobre
hechos o fenómenos ocurridos en el
pasado, reconstruyendo los
acontecimientos y explicando su
desarrollo, fundamentando su
significado en el contexto del que ha
surgido.
La metodología se estructuró en base a lo
propuesto por el Instituto Nacional De
Defensa Civil (INDECI, 2016) y análisis
multicriterio de las variables
comprendidas en los sub-modelos de
peligro natural, peligro antrópico,
vulnerabilidad a incendios forestales y
sus efectos en la salud y en los
ecosistemas.
RESULTADOS
En base a la metodología descrita y a la
información secundaria, se ha elaborado
las tablas y figuras que se detallan y que
debido a dicha información se puede
colegir las causas e impactos de los
incendios forestales.
Tabla 3. Temperatura xima estacional
y anual 1971-2000 en la región Cusco.
Tabla 4. Temperatura mínima estacional
y anual 1971-2000 en la región Cusco
Figura 9. Régimen de temperaturas
medias mensuales (°C)
Figura 10. Humedad relativa media
mensual (%) en estaciones
meteorológicas de Cusco.
Tabla 5. Precipitación estacional y anual
1971-2000 en la región Cusco.
Figura 11. Precipitación total mensual en
estaciones meteorológicas del Cusco
(mm)
De conformidad a la información de las
tablas y figuras precedentes se puede
colegir que el Perú y Cusco, presentan
condiciones meteorológicas que
favorecen la ocurrencia de incendios
forestales, en la época seca del año. En
este periodo de tiempo se ha hecho más
frecuente observar incendios en
formaciones vegetales incluso húmedos
(Baltazar, 2011).
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Tabla 6. Ocurrencia de las principales
causas de los incendios
Como se aprecia en el cuadro precedente,
s del 80% de las causas que provocan
los incendios, son debidas a actividades
agrícolas y pecuarias; por lo tanto, es
imprescindible la educación en el manejo
del fuego.
Tabla 9: propiedades de un suelo antes y
después de un incendio
Causas identificadas
Las causas de los incendios forestales, se
dividen en dos tipos:
Causas estructurales. Son factores
intrínsecos del propio medio natural, es
decir, condiciones permanentes,
ecológicas y sociales externas, de difícil
modificación, se pueden mencionar las
siguientes:
- Características climáticas:
Sequías, altas temperaturas
estivales, fuertes vientos.
- Alta inflamabilidad de las
especies vegetales asociadas a
los tipos de ecosistemas, tanto las
de procedencia natural como las
plantaciones.
- Gran acumulación de cargas de
combustible, a consecuencia de
haber disminuido los volúmenes
de extracción, por el cambio en
los hábitos de la población rural.
- Uso extendido del fuego como
herramienta tradicional en los
trabajos agrícolas y ganaderos
que, empleado incorrectamente,
ocasiona la aparición de
incendios (quema de pastos,
rastrojos, residuos agrícolas).
- El desconocimiento de la
población de origen urbano sobre
la especial fragilidad de los
ecosistemas forestales ante un
uso indebido del fuego, así como
del conjunto de beneficios, tanto
indirectos como directos, que la
presencia del medio natural
revierte sobre el desarrollo vital
de las personas.
- Deficiente espíritu
conservacionista de la población,
consecuencia de la dificultad de
entendimiento entre los intereses
forestales, agrícolas y ganaderos,
así como desconocimiento
generalizado del beneficio que
proporciona la cubierta vegetal.
- Las características topográficas,
que, con fuertes pendientes y
relieves abruptos, facilitan la
propagación de los fuegos.
- Dispersión territorial de las zonas
de peligro, lo cual encarece las
inversiones de los sistemas de
defensa y merma su eficacia.
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Causas Inmediatas: Las que se derivan
de comportamientos antrópicos.
De otro lado, entre los factores más
importantes que generan incendios son
los siguientes:
Factores condicionantes territoriales
a. Combustible (cobertura vegetal).
El tipo de vegetación condiciona
la intensidad del fuego para cada
zona, estas características
intrínsecas de la vegetación le
brindan cierto grado de
probabilidad de incendiarse,
propagar y mantener el fuego,
esto se conoce como
combustibilidad. (IDEAM, 2011;
MINAM, 2015). La abundancia
de vegetación, es uno de las
variables en la vulnerabilidad
natural. Dentro de las variables
de peligro encontramos al
combustible predominante,
vinculado a la biomasa vegetal
pre existente. La clasificación de
esta variable está en función de la
cobertura vegetal y el nivel de
peligro aumenta mientras el
combustible sea más propenso a
la rápida ignición de un incendio
como lo que sucede con hierbas,
cultivos, matorrales y pastos.
b. Pendiente. Cuando se genera un
incendio, este reaccionará
favorablemente a las pendientes
más pronunciadas, donde las
llamas se acercan más al
combustible y propagan el fuego
por radiación, convección y
contacto con la vegetación
precalentada y seca, a su vez las
formas del terreno interactúan
con las condiciones ambientales
como los vientos y el
calentamiento solar para
promover o retardar el
comportamiento del fuego
(Johnson & Miyanishi, 2001;
Omi, 2005. El nivel de
vulnerabilidad natural es
directamente proporcional a la
pendiente del terreno.
Factores condicionantes climáticos
Los incendios pueden ser precedidos por
temporadas de déficit hídrico. Las
regiones especialmente susceptibles a
los incendios forestales son aquellas que
tienen una estación seca, marcada con
altas temperaturas. Asimismo, pueden
agravarse con los fuertes vientos que
ayudan a extender el fuego sobre grandes
áreas (Smith, 2001). Para el presente
trabajo se ha identificado las
características climáticas del ámbito
15
nacional y regional que favorecen la
propagación de los incendios forestales,
tomando la información disponible de
los factores priorizados para el análisis.
a. Clima. La información usada
corresponde al mapa de
clasificación climática del Perú,
generada por el SENAMHI. La
información base de esta
clasificación está apoyada en
datos meteorológicos de veinte
años (1965-1984), a partir de la
cual se procedió a formular los
"Índices Climáticos" y al trazado
de los mismos de acuerdo con el
sistema de clasificación de
climas de Werren Thornthwaite
(SENAMHI, 2018). Finalmente,
las unidades analizadas para el
modelo contenían información
referida a precipitación efectiva,
temperatura eficiente,
distribución de la precipitación
pluvial a través del año y la
humedad relativa media, estas
variables fueron categorizadas de
acuerdo a lo requerido para el
modelo de precipitación y
temperatura (CENEPRED,
2019).
b. Vientos. La propagación rápida
del fuego está asociada con el
viento, más aún en las pendientes
más inclinadas, donde
generalmente se originan vientos
convectivos locales ascendentes
(aire calentado por el terreno) y
por lo tanto el fuego tiende a
subir rápidamente aumentando
en la velocidad de propagación
hacia el combustible que está sin
arder, provocando su rápida
ignición (Moscovich et al., 2014;
Omi, 2005). Para este escenario
se ha usado el mapa de
velocidades medias de vientos
para Perú obtenido del Atlas
Global de Vientos.
c. Irradiación solar. La intensidad
de la radiación solar es mayor
cuando la superficie terrestre es
perpendicular a los rayos solares.
La perpendicular sobre la
superficie variará con la época
del año, la hora del día y la latitud
(Zárate, 2004). En general las
solanas están sometidas a una
mayor insolación por lo que
tienen menor humedad y menos
vegetación que las umbrías sin
embargo esta vegetación como
combustible estará más seca, por
lo que el fuego avanzará más
rápidamente (EDUCARM, s/f).
A nivel anual, las zonas de mayor
incidencia e irradiación de
16
energía solar del territorio del
Cusco, se encuentra
principalmente en el sector sur,
donde se dispone de 6,0 a 6,5 kW
h/m2 de energía solar irradiada,
mientras que las zonas de bajos
valores de irradiación solar las
encontramos en el norte y están
principalmente en los sectores
amazónicos del departamento
(valores de 4,5 a 5,0 kW h/m2).
Global Solar Atlas (World Bank
Group, 2019). Dentro de las
variables de peligro encontramos
a la orientación solar y la
solaridad que ejerce influencia en
el análisis de peligro natural.
d. Evapotranspiración potencial. Es
una de las variables dentro del
análisis de peligro natural cuyo
valor de influencia también es
alta. El nivel de peligro es
directamente proporcional a los
valores de la evapotranspiración
potencial.
e. Precipitación acumulada
mensual. Este es uno de las
variables dentro del análisis de
peligro natural cuyo valor de
influencia es alto.
f. Temperatura máxima. Este es
uno de las variables dentro del
análisis de peligro natural cuyo
valor de influencia es alto. Las
áreas con mayor temperatura
serán directamente
proporcionales al peligro
producido por la temperatura.
Las razones de las quemas difieren, en
algún sentido, según las zonas donde se
efectúan, sean estas en las zonas
tropicales o subtropicales, tales como:
Lares, La Convención, Qosñipata,
Quincemil, Tambopata; en los valles
interandinos como Cusco, Urubamba,
Calca, Limatambo, Acomayo, Canchis,
Quispicanchis, Apurimac, etc. o en las
zonas Alto Andinas. Podemos generalizar
estas causas en la siguiente forma:
Se piensa que la quema es necesaria
para eliminar hierba seca y ayudar a la
fresca y nueva a que crezca. Los
ganaderos buscan este objetivo y
sostienen que entre las cenizas
brotarán nuevos y mejores pastos,
verdes y más suculentos.
Los agricultores prenden fuego para
eliminar la hierba seca y vieja y
producir cenizas que constituyen
“fertilizantes”; para limpiar un área y
habilitarla al cultivo, para eliminar
matorrales y malezas; igualmente se
somete a la quema terrenos eriazos
con la finalidad de habilitarlos para la
agricultura. En las zonas tropicales y
17
subtropicales de nuestra Región, los
campesinos desbrozan áreas de
bosques y matorrales, dejan que los
troncos caídos se sequen y luego
prenden fuego, para posteriormente
cultivar principalmente plátanos,
papayas, piñas, yuca, maíz, calabaza,
zapallos, frijoles, etc. entre los
tocones de los árboles; pocos os
s tarde, cuando los elementos
nutritivos del suelo, están agotados, el
campesino abandona estos campos y
procede a desbrozar otra área y repetir
la práctica.
La quema se efectúa con la finalidad
de eliminar semillas de malezas, en
muchos casos para eliminar
depredadores y plagas, como ratas e
insectos dañinos; esta práctica se
observa en La Convención,
Quincemil, Q´osñipata y Limatambo,
después de la cosecha de maíz, yuca,
tomate o porotos.
Los cazadores también queman
hierba y pastos, porque los brotes
tiernos y nuevos atraen venados y
vicuñas que acuden a pastar y que a su
vez atraen fieras. En otras ocasiones
inician los incendios para hacer salir a
los animales que desean cazar.
Igualmente se sabe que el relámpago
ha ocasionado en más de una
oportunidad incendios forestales; y
n algunos viajeros prenden
hogueras con el objeto de buscar
abrigo y pasar la noche en el camino.
Un aspecto interesante y causa de
fuego son las botellas de plástico y de
vidrio reciclable abandonados por
turistas, que luego de ser llenado con
agua de lluvia y activado por el sol en
época seca se convierte en una “lupa
e inicia incendios.
Finalmente, podemos acotar que los
incendios forestales también son
iniciados con el objeto de atemperar
el clima frío en los meses de junio,
julio y agosto o para obtener mayor
humedad atmosférica y conseguir
lluvias en los meses de agosto y
septiembre.
Figuras 12 y 13. El fuego es empleado
para renovar pastos y como medio para
ampliar suelos para la agricultura. Su
inadecuado manejo, deviene en incendio.
Efectos identificados
Ecológica y biológicamente la quema es
un desperdicio de recursos, el fuego es
uno de los factores que ha modelado el
paisaje y contribuye en la degradación de
los ecosistemas, causando importantes
consecuencias ecológicas, el fuego daña a
las plantas sometiendo sus tejidos a
temperaturas letales, los efectos
indirectos muchas veces no son tan
evidentes, pero se sintetiza en lo
18
siguiente:
Las quemas se efectúan en el punto
culminante del período seco (junio-
agosto) cuando las temperaturas en la
amazonía nuestra son altas y existe
sequedad o escasa humedad relativa
en la atmósfera; esto implica una
mayor proporción en la capacidad
calórica de la biomasa vegetal; como
consecuencia, la hojarasca y la
vegetación seca combustionan
totalmente e incluso el humus llega a
arder, esto se agrava debido a que las
quemas se hacen en una época
inapropiada de la temporada de
sequía y a una hora inoportuna.
A las poblaciones de vertebrados e
invertebrados las afecta en forma
adversa. En los incendios perecen
venados, osos, jaguares, gatos
monteses, serpientes, cuyes silvestres,
ratones, reptiles, anfibios, aves e
insectos. Se queman huevos de aves,
reptiles, semillas, huevos y pupas de
insectos, se destruyen hábitats y
diversidad de comunidades vegetales
y animales y alimentos con los que se
nutren todas las especies, aunque sólo
sea temporalmente.
Al llegar a quemarse el humus, se
pierde la materia orgánica y se
produce una reducción del contenido
del nitrógeno por combustión de
compuestos orgánicos y de sustancias
nitrogenadas; paralelamente a este
hecho se elimina la micro fauna del
suelo (organismos reductores)
generadora del suelo agrícola, de
aquellos organismos que transforman
la materia orgánica en elementos
inorgánicos útiles para el
aprovechamiento por los productores.
Existe alteración de los factores
ambientales que podemos resumirlos:
Se observa desaparición de materia
orgánica existente, generándose
cambio de bitats para muchos
invertebrados, requiriéndose años
para su recuperación.
Como resultado de la eliminación de
la cubierta vegetal o del sotobosque
existe incremento de iluminación a
nivel del suelo, esto conduce a una
mayor evaporación de la humedad del
suelo, pérdida de la capacidad de
retención hídrica y predominio de
especies heliofítas. La falta de sombra
conduce a que el suelo se caliente y
enfríe más rápido. Las variaciones de
temperatura entre el día y la noche son
notables.
La recepción de la precipitación por el
suelo es violenta, ya no es atenuada
por el follaje o por la materia orgánica
existente en la superficie del suelo. A
esto se suma la ausencia de macro
19
invertebrados excavadores, lo que
hace que la porosidad del suelo
disminuya; por lo tanto, se incrementa
la escorrentía favoreciendo la erosión.
Al ser quemado el humus, tanto el
nitrógeno como el azufre se
volatilizan y escapan del hábitat, los
demás elementos minerales se hacen
solubles y arrastrados con el agua de
escorrentía, perdiéndose la fertilidad
del suelo.
El enriquecimiento de elementos
nutritivos en forma mineral no es más
que aparente, pues las cenizas son
arrastradas por los vientos frecuentes
en esta temporada y lavadas con
facilidad por las primeras lluvias,
muy violentas en la región. Los
efectos en este sentido son la pérdida
de materia orgánica, masiva
solubilización de los elementos
nutritivos, elevación del pH como
consecuencia de la formación de
compuestos minerales sicos a partir
de los minerales alcalinos y alcalino-
rreos, y, por último, disminución de
la capacidad de retención de agua en
los suelos.
Las especies vegetales que no mueren
bajo el fuego incrementan su
abundancia a expensas de las biles
y sensibles. Se observará una
densidad mayor de las especies cuya
latencia o germinación sean breves;
por lo que después de un incendio
habrá predominio y abundancia de
especies pirófitas, como algunos
helechos.
Cuando ha sido quitada la cubierta
vegetal, la precipitación pluvial
remueve el estrato orgánico del suelo;
lalice y otros minerales del suelo se
filtran hacia abajo y el material
orgánico se oxida. Si el suelo es
erosionado por la lluvia, queda
expuesta una capa de óxido de
aluminio y de hierro, que, al contacto
con el oxígeno del aire, forma una
costra dura e impermeable llamada
laterita. Una vez formada esta costra,
parece ser relativamente permanente
y la vegetación que allí pueda crecer
(incluida las plantas cultivadas) es
muy exigua; lo que trae consigo la
rdida de suelos fértiles y el
desequilibrio en los ecosistemas.
Las plantas leñosas que sobreviven a
los incendios suelen tener lesiones
que constituyen puertas de entrada
para hongos, insectos y parásitos.
Cuanto más grande sean las lesiones,
s tiempo se requerirá para que
sanen, por consiguiente, será mayor la
posibilidad de infecciones.
Los humos de un incendio están
20
compuestos por una mezcla de gases
(SO2; CO2; CO; CH4), alquitrán,
carbón, vapor de agua y cenizas.
Estos componentes contribuyen con
la contaminación del aire en los
primeros niveles de la atmósfera (baja
tropósfera).
Efectos en la salud
Los incendios forestales afectan al
bienestar físico de las personas, no solo
de aquellas que entran en contacto
próximo con el fuego, como es el caso de
los profesionales que participan en las
labores de extinción o de quienes habitan
en zonas de la interfaz urbano-rural, sino
también de los pobladores de zonas
urbanas hasta las que pueden llegar las
nubes de humo y partículas emitidas por
los incendios que son transportadas por
el viento. (Cancelo-González y Díaz-
Fierros, 2018).
Desde el punto de vista sanitario, se
considera que las partículas procedentes
de los incendios forestales son de alto
riesgo por la diversidad y cantidad de
compuestos tóxicos y contaminantes, y
por el contenido de partículas finas PM2,5
(con un diámetro de Ø 2,5
micrómetros). Varios estudios revelan
incrementos moderados de la morbilidad
y mortalidad en las poblaciones más
sensibles afectadas por el paso de la
pluma contaminante, y aumentos
significativos de afecciones respiratorias
(Barbera-Riera, 2017; Cancelo-
González y Díaz-Fierros, 2018; Ford et
ál., 2018; Moreira et ál., 2020). De
acuerdo con Lelieveld et ál. (2015), en el
2010, 5 de cada 10 000 personas del
mundo fallecieron como consecuencia
de la exposición prolongada a elevadas
concentraciones de partículas finas
contaminantes (PM2,5) suspendidas en el
aire, que provocaron enfermedades
cerebrovasculares, cardiopatías
isquémicas, obstrucción pulmonar
crónica, enfermedades respiratorias
agudas o cáncer. Estos mismos autores
estiman que para el año 2050 la
mortalidad mundial per cápita atribuible
a la contaminación atmosférica producto
de los incendios podría incrementarse de
5 a 7 personas por cada 10 000
habitantes, llegando a afectar a 6,6
millones de personas en el mundo,
siendo estos casos un 90% más
frecuentes en entornos urbanos que en
zonas rurales.
Los estudios epidemiológicos sobre la
exposición de la población al humo
proveniente de la quema de la biomasa
vegetal, muestran una relación
consistente entre exposición e
incremento de síntomas respiratorios,
21
mayor riesgo de enfermedades
respiratorias y disminución de la función
pulmonar, hecho que podría agravar la
situación actual debido a la pandemia por
el COVID-19. La contaminación
producida por el humo proveniente de
incendios de vegetación es un aspecto de
salud pública importante e implica
riesgos significativos para la salud
humana y el ambiente.
Figuras 14 y 15. Los incendios generan
material particulado y gases tóxicos que
afectan a la salud pública.
Los gases generados en un incendio
forestal incluyen aldehídos, óxidos de
azufre, monóxido de carbono, dioxina,
óxidos de nitrógeno, ozono,
hidrocarburos aromáticos policíclicos,
compuestos orgánicos volátiles. El humo
además contiene acroleína,
formaldehido, benceno y alquitrán, pero
en concentraciones menores que el
material particulado y monóxido de
carbono. El benceno, la dioxina, el
formaldehído, los hidrocarburos
aromáticos policíclicos y algunos
compuestos orgánicos volátiles son
carcinógenos; por lo que, la exposición
al humo de los incendios forestales
puede reducir la función pulmonar y
causar bronquitis, sibilancia, tos,
dificultad respiratoria, opresión y dolor
en el pecho, irritación de la garganta y
los senos nasales, flujo nasal, dolor de
cabeza y ardor en los ojos, la nariz y la
garganta. Los adultos de edad avanzada,
los niños y las personas con
enfermedades cardiovasculares o
pulmonares tienen más probabilidades
de verse afectados por el humo de un
incendio forestal. La exposición a esa
clase de humo puede empeorar los
síntomas de asma, alergias respiratorias
y enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC). Durante la época seca
(mayo a noviembre) se inicia el empleo
del fuego en la Amazonía y, en la región
andina, se inicia entre junio y
septiembre.
Efectos del material particulado
(PM10 y PM2,5)
Genera episodios agudos en el
sistema respiratorio en adultos y
niños.
Afecta a la conjuntiva
produciendo conjuntivitis.
Cambios agudos y crónicos en la
función pulmonar
Síntomas respiratorios, ataques
de asma,
Incremento en el uso de remedios
bronco-dilatorios
Enfermedades pulmonares
obstruidas crónicas (EPOC)
22
Efectos del formaldehído y acroleína
en la salud
Irritación; garganta seca,
sensación de hormigueo en el
nariz, ojos llorosos y dolor,
edema e inflamación, cambios en
la piel y las membranas mucosas.
Efectos en el sistema nervioso
central. Daño
tóxico/hipóxico/anóxico de las
neuronas.
Efectos del CO en el sistema
cardiovascular
Menor oxigenación
Mayor incidencia y
predominancia de enfermedades
cardiovasculares (ECV)
Infarto del miocardio
Efectos en el Clima
La emisión de gases
contaminantes (CO, CO2, SO2,
CH4, NOx) y sustancias
(alquitrán, PM10, PM2,5,
formaldehído, acroleína,
Hidrocarburos aromáticos
policíclicos, etc.) contribuyen a
la contaminación y al
calentamiento global.
Altera el ciclo hidrológico,
El cambio o ausencia de
vegetación altera el microclima
local.
Incrementa la contaminación
urbana.
La ciudad del Cusco se halla rodeada de
colinas al oeste y norte y abierta al sur, y
existe la presencia de una inversión
térmica de subsidencia, por lo tanto el
humo proveniente de los incendios de
vegetación forma una sobrecubierta que
agrava la contaminación del aire urbano,
y los niveles de exposición y la
concentración de ciertas sustancias como
el material particulado se hallan en
concentraciones elevadas para los meses
secos y principalmente durante los días
en el que el humo satura la baja
troposfera del Cusco.
El cambio climático y los incendios
forestales
La preocupación por los efectos del
cambio climático ha aumentado durante
las últimas décadas, lo que se ha
materializado en la Convención Marco
de las Naciones Unidas, el Protocolo de
Kyoto y las más recientes Cumbres de
París y de Marrakech. El Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climático (IPCC, por sus siglas
en inglés) es considerado como el órgano
de apoyo a las Naciones Unidas en la
materia.
23
De conformidad al Informe del IPCC,
2014, entre los principales
contaminantes atmosféricos se
encuentran las partículas (PM), el ozono
(O3), los óxidos de nitrógeno (NOx) y de
azufre (SOx), monóxido de carbono
(CO), arsénico (As), cadmio (Cd), plomo
(Pb), mercurio (Hg), níquel (Ni),
benceno (C6H6) y benzo(a)pireno (BaP),
todos ellos con reconocidos efectos
sobre la salud humana. El O3
troposférico, el dióxido de nitrógeno
(NO2) y las partículas en suspensión son
considerados como los contaminantes de
mayor preocupación para la salud
humana en nuestro continente (Agencia
Europea de Medio Ambiente (EEA)
2016). Las estimaciones de los impactos
en la salud atribuibles a la exposición a
contaminación atmosférica, indican que
las concentraciones de PM2,5 en 2013,
fueron responsables de alrededor de 436
000 defunciones en la Unión Europea.
Por su parte, a la exposición a NO2 y O3,
se les atribuye 68 000 y 16 000 muertes
prematuras respectivamente para el
mismo año de estudio (EEA 2016).
En las últimas décadas, los efectos del
cambio climático en cuanto a
temperatura y precipitación a nivel
global han afectado el balance hídrico de
algunas regiones, generando condiciones
más cálidas y secas. Esto ha traído como
consecuencia la ampliación de las
temporadas de incendios y la pérdida de
humedad del material combustible
(sequedad de los materiales
inflamables), incrementando la
probabilidad de ocurrencia de incendios
de mayor intensidad, número y extensión
(Flannigan et ál., 2009; Pechony y
Shindell, 2010; Jolly et ál., 2015). Estas
condiciones generan en muchas
ocasiones mega incendios de difícil
control, aun con los más sofisticados
equipos de extinción de incendios y el
despliegue y acción de cuerpos de
bomberos profesionales.
Efectos en la biodiversidad
Incrementa las especies pirófitas
(resistentes al fuego).
Destruye los hábitats de especies
locales y migrantes.
Incrementa la vulnerabilidad de
especies.
Disminuye la fotosíntesis, por lo
tanto, la producción y
productividad.
Produce la muerte directa de las
especies.
Genera la desaparición de
hábitats.
Provoca una migración forzada
de las especies.
24
Altera las cadenas alimenticias.
Efecto en el suelo.
Altera los ciclos biogeoquímicos
de elementos vitales como el C,
N, P, K, Ca.
Produce la volatilización de los
nutrimentos.
Favorece la erosión hídrica y
eólica.
Altera las propiedades físicas,
químicas y biológicas del suelo.
Los efectos ambientales de la quema
causan problemas en las múltiples
variables ecológicas y, esta quema
disminuye lentamente la fertilidad
general de la Región.
Amenaza a la seguridad hídrica
Los incendios severos pueden afectar
una serie de funciones y procesos eco
hidrológicos en cuencas como la
intercepción, infiltración,
evapotranspiración, almacenamiento;
estos procesos inciden en el aumento de
la escorrentía, erosión, flujo de
sedimentos hacia ríos y el riesgo de
deslizamientos; deterioro de la calidad
del agua.
Discusión
Referente a los componentes del riesgo
de un incendio según el tipo de
vegetación, diversos autores analizan su
importancia y señalan que mientras que
muchos ecosistemas y sistemas de uso
del suelo son dependientes y necesitan
del fuego para mantenerse, como las
sabanas, matorrales mediterráneos y
ciertos bosques de pinos y encinos,
existen otros que son altamente sensibles
a la acción del fuego, como los bosques
húmedos tropicales, subtropicales,
altoandinos y andino-patagónicos
(Hardesty et ál., 2005; Myers, 2006;
Shlisky et ál., 2007). Asimismo, los
cambios en los usos del suelo y la
modificación de las condiciones del
régimen de fuego por intervención
humana aumentan la susceptibilidad de
la vegetación al fuego; tal es el caso del
paisaje de bosques de Nothofagus y
Araucaria en Valdivia, Chile y la
Patagonia Argentina, sometido
históricamente a fuertes presiones de
explotación agrícola, ganadera y
forestal. En la región andina, materia del
presente estudio, son los matorrales
espinosos los ecosistemas de alta
combustión y que más fácilmente
pueden arder, especialmente en época de
secas; igualmente las plantaciones de
especies exóticas como el pino y el
eucalipto.
INDECI, 2006, sostiene que un incendio
forestal, generalmente, es producido por
25
descuidos humanos, en algunos casos
intencionados; las observaciones en
campo y, particularmente en la región
Cusco, se observa que la generación de
los incendios se produce en más del 95%
como consecuencia de un mal manejo
del fuego y debido a la topografía con
altas pendientes, clima seco,
temperaturas altas, vientos fuertes y
material de ignición secos.
Coincidimos con Sarmiento y Frolich,
2002, cuando sostienen que en las
sabanas de alta montaña de los Andes
tropicales, el uso del fuego es una
práctica común para establecer nuevas
plantaciones y renovar los pastos, así
como actividades relacionadas con
creencias y prácticas culturales; en
efecto, un porcentaje importante del
inicio del fuego es la quema de la
biomasa vegetal para obtener suelos
agrícolas; sin embargo es también
consecuencia de las prácticas ancestrales
de tipo cultural que al finalizar no
extinguen a cabalidad el fuego utilizado.
De acuerdo a USAID, USDA, 2015,
(Reporte de Evaluación del Manejo de
Incendios Forestales en el Perú); en la
zona andina, donde los pastos son una de
las pocas fuentes de alimento para la
ganadería, es frecuente la quema para
renovarlos periódicamente, ya que son
más apetecibles para el ganado; sin
embargo, estas prácticas no controladas
pueden convertirse en incendios,
ocasionando la pérdida de asociaciones
vegetales entre ellos los pastos naturales.
Se considera que la disposición de tierras
para el desarrollo de la ganadería en este
ámbito y el cambio de camélidos por
vacunos u otros rumiantes menores
afectan las dinámicas ecológicas de la
vegetación. Nuestro estudio añade que,
en la región andina, debido al
sobrepastoreo y por la alta frecuencia de
incendios que afectan la composición
específica de los pastos nativos, y la
quema provocada en áreas boscosas para
ampliar terrenos agrícolas contribuye a
dicha afectación.
Manta (2018), sostiene que los incendios
forestales podrían deberse al hecho de que
la principal causa de los incendios
forestales es la actividad ganadera (60%),
seguida de la agricultura (30%) y la
minería. En Cusco, la causa principal de
los incendios forestales es la agricultura
con un 50%, seguido de la quema de
pasos con un 33%.
Conclusiones
En nuestra región, debido a que no se
conoce con precisión la ecología del
fuego y éste es utilizado sin control
alguno, tampoco sus consecuencias son
26
medidas durante o después de su empleo,
por lo que concluimos:
1. El fenómeno de la quema o los
incendios forestales tienen que ser
considerados como una situación
anormal, aunque sea un todo
practicado durante siglos.
2. Los incendios forestales para nuestra
Región no tienen base legal ni
científica.
3. El fuego constituye uno de los
principales factores que provoca la
erosión del suelo; por consiguiente, la
rdida de fertilidad de vastas
regiones agrícolas y ganaderas.
4. Debido a los incendios se están
extinguiendo especies como la
Queuña (Polypis spp), wayruro
cusqueño (Cytharexyllon herrerae),
chachacomo (Escallonia resinosa),
t’asta (Escallonia myrtilloides),
kiswar (Budleja spp.), Puya
raymondii, etc. y alterando hábitats y
ecosistemas de la región.
5. Los incendios forestales no son en
ningún sentido benéficos, sino
dañinos.
6. El fuego en los incendios, alcanza
temperaturas superiores a 600 °C,
consecuentemente, calcina el humus
y con ello se pierde la biomasa de
microorganismos que otorgan
fertilidad al suelo.
7. s del 80% de los incendios
ocurridos en la región Cusco, se
deben a actividades agrícolas y
pecuarias.
8. Los gases generados por un incendio
son tóxicos y formados por monóxido
de carbono, óxidos de azufre,
compuestos orgánicos volátiles y
material particulado, que afectan a la
salud pública.
9. Los incendios forestales afectan a la
población y a los servicios
ecosistémicos, alcanzando en
muchos casos niveles de desastre,
afectando tanto a la población
humana, como a la variedad de
beneficios que provee el bosque.
Especies exóticas, como eucalipto
(Eucalyptus globulus) y pino (Pinus
radiata), son utilizadas en
plantaciones ubicadas hasta los 3 800
m.s.n.m. Estas especies son pirófilas
por contener en sus hojas aceites
volátiles en el caso del eucalipto y
resinas en el caso del pino, estas
especies acumulan hojarasca de
difícil descomposición, facilitando la
expansión de los incendios
forestales. Esta condición se
exacerba durante periodos de sequía
que se dan eventualmente en el sur
del país.
27
10. Cabe resaltar que, en los humedales
altoandinos, existe una alta
incidencia de incendios provocados
por la quema de la totora (flora
acuática emergente) de los
humedales (en el lago Titicaca y
Huacarpay), ocasionando la pérdida
de la flora y hábitat de fauna
silvestre.
11. En la Región Interandina que es la
zona de transición entre la región
Andina y la Amazonía (ceja de
selva), las zonas de bosque de niebla
y otros tipos de asociaciones se ven
amenazadas por el uso del fuego para
el manejo de las chacras”, por lo que
esta actividad es una de las más
importantes en estas condiciones de
terreno. Esta zona presenta una
topografía extrema, y es
precisamente el lugar donde existe
un importante asentamiento
poblacional. El departamento de
Cusco está enclavado en esta zona y
se considera como una zona de alto
riesgo por incendios forestales.
12. De acuerdo con el número de
incendios forestales registrado por
años, del periodo entre (2003-2020),
se muestra un aumento exponencial
de ocurrencias en los tres últimos
años (2018-2020).
13. De acuerdo con la base de datos de
ocurrencias de incendios forestales
del periodo 2003-2020, las
provincias del departamento de
Cusco con mayor cantidad de
ocurrencia de eventos de incendios
forestales son: La Convención,
Canchis, Espinar, Quispicanchi y
Calca.
14. El incremento en el número de
Incendios Forestales durante los
últimos años, ha provocado en la
sociedad actual una opinión
generalizada: el único camino para
controlar este fenómeno y reducir los
daños y la alarma social que provoca,
es la prevención. La primera tarea
para reducir los incendios será por
tanto determinar con certeza cuales
son las causas reales que la provocan.
Se han analizado aspectos socio
económicos, factores biofísicos del
clima y aspectos estructurales, como
posibles causas. Pero para los
responsables de conservar la
naturaleza y gestionar sus recursos,
estas generalizaciones son poco
útiles. Es preciso conseguir
argumentos basados en información
objetiva, tan detallada como sea
posible, sobre las causas que
verdaderamente están provocando
los incendios, de forma que este
28
conocimiento de la realidad haga
posible la aplicación de soluciones
específicas.
15. Los incendios forestales, constituyen
una fuente sustancial de
contaminación del aire en zonas
urbanas y rurales. Afectan la salud de
la población e incrementan el
deterioro ambiental. Asimismo,
agravan la contaminación del aire, y
elevan el riesgo de infecciones
respiratorias agudas en los niños y
ancianos. Los incendios destructivos
por lo general, se producen debido a
negligencias.
16. La quema de biomasa, contribuye a
la emisión de contaminantes
gaseosos y partículas tóxicas, gases
reactivos y de efecto invernadero, a
diferencia de algunas fuentes
antropógenas, es difícil de
cuantificar. La naturaleza de esta
quema impide que la combustión sea
completa y, como resultado, se
producen contaminantes. Luego de
su emisión y durante su transporte,
los contaminantes en el aire
experimentan transformaciones
fisicoquímicas y se convierten en
contaminantes secundarios.
RECOMENDACIONES
Considerando que existe riesgo latente de
que se genere un incendio, se debe
implementar un programa preventivo que
posibilite contar con recursos humanos
(personal capacitado), materiales
(equipos especializados) y
organizacionales (planeación) necesarios
para afrontar una eventualidad de este
tipo; se sugiere:
a. Detección de áreas de riesgo. Es
importante contar con
información de zonas que son más
vulnerables, y éstas deben ser
prioritarias para implementar las
medidas de prevención
pertinentes.
Con la finalidad de categorizar los tipos
de riesgos que suelen presentarse, puede
utilizarse el esquema conocido como
Semáforo de Karl Lewinsking, que a
continuación se transcribe, el cual incluye
distintas acciones preventivas.
Para determinar las áreas de riesgo se
consideran factores como la cantidad de
incendios ocurridos y su reincidencia,
afluencia de personas, acceso poco
controlado, actividades realizadas por
indigentes y los sitios en donde se
acumula rastrojo y material seco.
29
Figura 16. Semáforo de Karl Lewinsking.
b. Construcción de franjas rompe
fuego. Son senderos que todo
proyecto de forestación debe
implementar; posibilita que el
fuego no consuma toda la
vegetación y constituye una
barrera para que el fuego no
avance; además, permite el acceso
de vehículos y maquinarias para
el control del fuego (Dascal,
2001).
Figuras 17 y 18. La construcción de
franjas rompe fuego, son importantes en
todo proyecto de forestación y
reforestación
c. Construcción de reservorios
contra incendios. El
equipamiento en campo debe
incluir la construcción de
reservorios para almacenar agua
para abastecer a los vehículos que
controlen el fuego durante los
eventos de incendio que se
generen.
Figuras 19 y 20. El equipamiento para el
control de incendios forestales, debe
incluir la construcción de reservorios
para abastecer de agua a vehículos que
controlen incendios.
d. Políticas blicas a ser
Implementadas. Muchos países,
han implementado políticas,
legislación y disposiciones de
emergencia para controlar y
combatir tanto los incendios de
vegetación como la
contaminación del aire, así como
para minimizar sus
consecuencias (Díaz Cartagena,
1989).
Los objetivos de las políticas son:
Prevenir y controlar los
incendios;
Proteger la salud y la seguridad
pública durante estos eventos;
Prohibir el fuego abierto;
Introducir e implementar guías y
normas sobre calidad del aire,
Fortalecer el control de
emisiones producidas en fuentes
móviles y fijas.
Fortalecer las capacidades de los
organismos competentes, y
Fortalecer la cooperación y el
apoyo entre organismos
involucrados.
El plan nacional de prevención y control
de incendios y plagas forestales incluye,
entre otros aspectos:
Diagnóstico de las causas e
impactos ambientales de los
incendios y plagas forestales.
30
Estrategias y mecanismos de
coordinación, supervisión y
control.
Implementación de un sistema de
prevención y control de
incendios y plagas forestales en
áreas críticas.
Campañas de educación para la
prevención y control de
incendios y plagas forestales.
Plan de trabajo anual.
Seguimiento, evaluación y
monitoreo.
El Artículo 24°La Ley 29763, Ley
Forestal y de Fauna Silvestre, MINAGRI,
2011, señala que el Plan Nacional
Forestal de Fauna Silvestre comprende
los aspectos de prevención y Control de
Incendios Forestales y en el Artículo
73 promueve la reducción de la
vulnerabilidad de los bosques Andinos
ante el cambio de clima. El Plan de
Prevención y Reducción de Riesgos de
Incendios Forestales, aprobado por Resol
de Dirección Ejecutiva 284-2018-
MINAGRI-SERFOR-DE, otorga
competencias importantes al SERFOR
como ente rector en la gestión forestal y
vida silvestre.
El D.S. 018°-2015-MINAGRI,
aprueba el Reglamento para la Gestión
Forestal y en su Artículo 20° señala que
los Comités de Gestión Forestal y de
Fauna Silvestre (CGFFS), desarrollan
diversas acciones como la promoción y
ejecución de actividades orientadas a la
prevención de incendios forestales; el
D.L. 1237-2015, en el Artículo 310
señala que comete delito ambiental, entre
otros, el que quema todo o en parte
bosques u otras formaciones boscosas,
sean naturales o plantaciones. Esta
Norma modifica varios Artículos del
Código Penal (aprobado por el Decreto
Legislativo N° 635 de1991).
Existe suficiente marco legal y también
una entidad competente como el
SERFOR, ente rector del sector forestal
que posee competencias específicas, el
MINAM, la PCM, que tiene a su cargo el
tema de desastres, otros sectores como
Interior y Educación, y los Gobiernos
Regionales y las municipalidades que, en
estrecha vinculación deben de
implementar los mandatos referidos a la
prevención y control de los incendios
forestales.
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Tabla 1. Ocurrencias de incendios forestales. 2012-2016.
Año
Cobertura vegetal
afectada (ha)
Cobertura vegetal
perdida (ha)
Total hectáreas
afectadas
2012
4 788,60
12 020,70
16 809,30
2013
33 826,50
16 713,50
50 540,00
2014
3 414,60
2 162,00
5 576,60
2015
3 807,10
1, 479,80
5 286,90
2016
47 529,00
61 863,60
109 392,60
Total
93 365,80
94 239,60
187 605,40
Fuente. COEN-INDECI, 2016.
Tabla 2. Distribución espacial de incendios forestales en los andes peruanos. Periodo 1973-
2014
Fuente. María Isabel, Manta. 2018
37
Tabla 3. Temperatura máxima estacional y anual 1971-2000 en la región Cusco.
Zona
Promedio
anual (°C)
Promedio
verano (°C)
Promedio
otoño (°C)
Promedio
primavera
(°C)
Estaciones
principales
Interandina
8 - 24
8 - 24
8 - 24
8 - 28
Machupicchu,
Anta, Calca, Pisaq,
K´ayra
Altoandina
8 - 20
8 - 24
8 - 24
12 - 24
Acomayo,
Combapata,
Sicuani.
Selva norte
20 - 32
16 - 32
16 - >32
16 - >32
Ocobamba, Cirialo,
Quillabamba.
Selva central
20 - 32
20 - 32
20 - 32
20 - 32
Rocotal,
Quincemil,
Salvación,
Pilcopata.
Microcuenca
Huacrahuacho
12 - 20
12 - 20
12 - 20
12 - 20
El Descanso.
Fuente. Elaborado en base a información del SENAMHI. 2005.
Tabla 4. Temperatura mínima estacional y anual 1971-2000 en la región Cusco
Zona
Promedio
anual (°C)
Promedio
verano (°C)
Promedio
otoño (°C)
Promedio
invierno
(°C)
Promedio
primavera
(°C)
Estaciones
principales
Interandina
-8 - 12
-4 - 12
-8 - 12
-12 - 8
-4 - 12
Anta, Pisaq,
K´ayra, Mollepata
Altoandina
-8 - 8
-4 - 12
-8 - 12
-12 - 0
-8 - 12
Combapata,
Sicuani.
Selva norte
8 - 24
8 - 24
8 - 24
8 - 24
8 - 24
Ocobamba,
Quillabamba.
Selva central
12 - 24
12 - 24
8 - 24
12 - 20
8 - 24
Rocotal, Pilcopata.
Microcuenca
Huacrahuacho
-4 - 4
0 - 4
-4 - 0
-8 - -4
-4 - 4
El Descanso.
Fuente. Elaborado en base a información del SENAMHI. 2005.
Tabla 5. Precipitación estacional y anual 1971-2000 en la región Cusco.
Zona
Rango
anual
(mm)
Rango
verano
(mm)
Rango
otoño
(mm)
Rango
invierno
(mm)
Rango
primavera
(mm)
Estaciones principales
Interandina
200-1500
200-1000
50-700
0-200
100-500
Urubamba, Yucay, Calca,
Paucartambo, Chitapampa,
Zurite, Anta, Pisaq, K´ayra,
Caycay, Urcos, Paruro
Acomayo
Altoandina
500-1500
200-1000
100-500
0-50
50-200
Combapata, Sicuani, Santo
Tomás, Yauri, Livitaca.
Selva norte
1000-
3000
700-1500
500-1500
100-500
500-1000
Ocobamba, Santa Teresa.
Quillabamba, Echarati.
Selva central
1500-
>5000
700-3000
700-1500
500-1500
500-1500
Rocotal, Quicemil , Salvación,
Pilcopata.
Microcuenca
Huacrahuacho
500-1000
200-700
100-500
0-50
50-200
El Descanso.
Fuente. Elaborado en base a información del SENAMHI. 2005.
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Tabla 6. Ocurrencia de las principales causas de los incendios
Fuente. Elaboración propia en base a observaciones y análisis de información.
Tabla 7: Propiedades de un suelo antes y después de un incendio
PROPIEDAD DEL SUELO
Profundidad del suelo
Antes del
incendio
Después del
incendio
Materia Orgánica (% del peso del suelo
seco)
Primeros 10 cm
10 20 cm
5,7
3,7
3,5
3,1
N Total (% del peso del suelo seco)
Primeros 10 cm
10 20 cm
0,1
0,1
0,1
0,1
Relación C/N
Primeros 10 cm
10 20 cm
27
24
18
18
Capacidad de campo (% del peso del suelo
seco)
Primeros 10 cm
10 20 cm
75
43
50
50
pH
Primeros 10 cm
10 20 cm
5,0
4,8
6,2
5,5
Sales solubles en agua (mg/l)
Primeros 10 cm.
10 20 cm
370
365
585
164
Fuente. Elaborado en base a trabajos de campo. E. Gil et al. 2000
Figuras.
Figura 1. Incendios forestales reportados por departamento. 2012-2016.
Quema agrícola.......................................... 50%
Quema de pasturas.................................... 33%
Excursiones............................................... 06%
Turismo..................................................... 05%
Rayos......................................................... 02%
Otras causas.............................................. 04%
39
Fuente. COEN-INDECI. 2016.
Figura 2. Mapa de riesgo de fuego en los andes peruanos.
Fuente. Manta. 2018.
Figura 3. El fuego se produce debido al material altamente combustible en un escenario
con temperaturas altas.
40
Figuras 4 y 5. Los bosques montanos por ser residuales y el matorral espinoso por ser
altamente combustible, deben merecer especial atención en la prevención.
Figura 6. Escenarios de riesgo por incendios forestales para Cusco.
Fuente: Elaborado por CENEPRED. 2020
Figura 7. Incendios registrados por años en la región Cusco.
41
Fuente. Elaborado por CENEPRED, GoRe Cusco e INDECI. 2020.
Figura 8. Ocurrencia de incendios forestales por provincia en la región Cusco.
Fuente. Elaborado por CENEPRED, GoRe Cusco e INDECI. 2020.
Figura 9. Régimen de temperaturas medias mensuales (°C)
42
Fuente. Elaborado en base a información del SENAMHI.
Figura 10. Humedad relativa media mensual (%) en estaciones meteorológicas de Cusco.
Fuente. Elaborado en base a información del SENAMHI.
43
Figura 11. Precipitación total mensual en estaciones meteorológicas del Cusco (mm)
Fuente. Elaborado en base a información del SEBAMHI. 2010
Figuras 12 y 13. El fuego es empleado para renovar pastos y como medio para ampliar
suelos para la agricultura. Su inadecuado manejo, deviene en incendio.
Figuras 14 y 15. Los incendios generan
material particulado y gases tóxicos que afectan a la salud pública.
Figura 16. Semáforo de Karl Lewinsking.
Descripción
Riesgo bajo
Riesgo medio
Riesgo alto
Riesgo muy alto
Temperatura
Hasta 25 °C
Hasta 30 °C
De 30 °C a 36 °C
Arriba de 36 °C
Humedad
relativa
Hasta 50%
Hasta 40%
Menos del 20%
Abajo del 10%
Velocidad del
viento
0 a 10 km/h
10 a 20 km/h
Arriba de 20
km/h
Más de 30 km/h
Vegetación
Semi-húmeda
Seca
Seca o muy seca
Muy seca
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(combustible)
Cielo
Nublado
Nublado a medio
nublado
Soleado a medio
nublado
Soleado
Estatus
Favorable
Pre-alerta
Alerta
Alarma
Semáforo
Verde
Ámbar
Rojo
Situación crítica
roja
Acciones
Monitoreos
normales
Monitoreos y
medidas de
detección
constantes
Monitoreo
intenso y
detección
constante en
todas las áreas
críticas
Monitoreo y
comunicación
constante con
servicios de
emergencia
Vigilancia de
rutina
Vigilancia
permanente
Vigilancia
permanente
Vigilancia extrema
Prevención de
RUTINA
Prevención
CONSTANTE
Prevención
URGENTE
Prevención
MEDIDAS
EXTREMAS
Figuras 17 y 18. La construcción de franjas rompe fuego, son importantes en todo
proyecto de forestación y reforestación
Figuras 19 y 20. El equipamiento para el control de incendios forestales, debe incluir la
construcción de reservorios para abastecer de agua a vehículos que controlen incendios.
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