para los que no existe un precio
específico de mercado; con lo cual,
técnicamente es posible estimar un
valor monetario por la provisión que
brindan dichos servicios, así como
por la demanda de consumo de los
mismos. Por consiguiente y,
respecto de lo anterior, es factible
señalar que las investigaciones que
buscan determinar el valor que se
genera en torno a los servicios
ambientales, más allá de ser
expresión alguna de técnicas
cuantitativas, son a su vez,
demostración de procedimientos
metodológicos determinados por los
procesos de diagnóstico,
cuantificación y evaluación
(Sannigrahi et al., 2020) de los
recursos naturales y sus funciones,
expresados en términos de valores
monetarios.
Ya en términos específicos, diversos
estudios abordan la temática en
torno a los beneficios que reportan
los recursos hídricos de diverso tipo,
que para el caso que nos ocupa, se
vinculan a los servicios generados
por la presencia de lagunas (Iwan et
al., 2017; Newton et al., 2019) en
zonas altoandinas. Esto es de
interés, no sólo para el mundo
académico, sino fundamentalmente
para el ámbito de la gestión, sea ésta
pública o privada, la cual se
desenvuelve dentro de la óptica de la
de sostenibilidad ambiental (Lusardi
et al., 2020; Zanchi y Brady, 2019).
Siendo que, las lagunas son una
fuente agotable de beneficios
económicos, sociales, culturales y
ambientales (Sannigrahi et al., 2020;
Gioglio et al., 2019; Rewitzer et al.,
2017). Las lagunas, comprendidas
dentro del ámbito del estudio de los
recursos hídricos, son susceptibles
de usos alternativos por parte de las
comunidades humanas que las
circundan, todo ello, en función de la