Antoniano 134 – año 2020
ego de Quijote, Rodian Romanovich en el
aspecto intelectual, es el alter ego de
Dostoievski, Santos Luzardo de Doña
Bárbara es el alter ego de Rómulo
Gallegos, en el caso de Astor en Muchas
lunas en Machu Picchu es el alter ego del
escritor cusqueño Enrique Rosas. Oculto
gracias a la gran capacidad persuasión de
la novela, este alter ego tiene mucho de
Rosas Paravicino. Veamos como él mismo
novelista confirma esto, en una entrevista
entre nosotros que he publicado en mi
libro El fuego del placer textual:
_ Mucho fluye en su novela un lenguaje
incaico, garcilasiano, cusqueño, andino.
Tal parece que las frases de Astor
Ninango (personaje central de su novela)
son suyas, es decir, sentidas por usted.
¿Acaso Astor no es su alter ego, es decir,
usted mismo? ¿Cuánto de Enrique
Rosas hay en ese último poblador vivo
de Machu Picchu?
_ En los juicios del protagonista hay
mucho de uno. Siempre el autor se
expresa sutil o abiertamente a través de
alguno de los personajes. Ciertamente
Astor Ninango es mi alter ego. De haber
yo nacido en aquel tiempo, me hubiera
gustado ser como él, así proteico y
multifacético. Es astrónomo, cazador,
viajero, espía, guerrero y líder de un
pueblo.
c) Descolonialidad. La descolonialidad
es una postura epistémica que cuestiona
críticamente a la hegemonía del
eurocentrismo (norteamericanismo por
extensión) y su lógica expresada en la
superioridad de lo europeo en todas sus
facetas que en el devenir del tiempo trajo
los privilegios para ellos, en cambio,
atraso, explotación y sumisión de los no
europeos. Aunque esta categoría parece
contemporánea a partir de los postulados
de Dussel, Mignolo, Tubino, Walsh y
Quijano, su propuesta principal, la de
cuestionar la versión europea de la historia
y los hechos acaecidos después del arribo
del usurpador español, cuestionar la
superioridad española, es muy antigua.
Podríamos hallar en Brevísimas relación
de la destrucción de los incas de
Bartolomé de las Casas, en los
Comentarios reales de los incas o en los
mitos inkarri y en el taki unquy. En este
sentido, contrariamente a la colonialidad,
que considera a los españoles que
arribaron con Pizarro y Almagro, como
conquistadores, Rosas o su personaje
narrador, emplean frases descoloniales
como “los advenedizos, demonio
extranjero, bárbaros, invasor”. Así al
mismo virrey Toledo le menta como “La
baba de la muerte”. Aquí una muestra:
“Aposentados en el total secreto, fuimos
nosotros los primeros en intuir la
catadura moral de los españaris, su
perversa intención de suplantar al viejo
dios navegante. Las noticias nos eran
relatadas por los chasquis en el mismo
tono de preocupación con que habían
sido proferidas pos curacas del norte,