El
Antoniano 131
/
Diciembre
2016
Imaginario
infantil
en el mundo andino
El
imaginariosobre
los
animales
L
os
niños aprecian a sus
animales
domésticos, algunos pueden
enunciar
sus nombres, sobre todo de sus
per
ros.
Saben con qué se alimentan. Emiten
los sonidos característicos de
cada
animal. Saben cuál es la utilidad
o
servicio que los animales prestan en
la
casa. He aquí algunos testimonios
de
niños de tres
y
cuatro años en
una
comunidad andina, que permiten
apreciar la valoración funcional de los
animales:
—Ayer he jugado, también he
cuidado
mi vaca. Tenemos una sola vaca y
no
nos alcanza. Ordeñamos un poco
de
leche, la vaca tiene una cría que ya
está grande. También tenemos
unas
cuantas
ovejas.
—Tengo un gallito pequeño.
E l
gallo
indica la hora, canta en la oscuridad.
—Tengo un perrito, me muerde
a
veces.
—El gato agarra a los ratones,
eso
nomás hace.
L
os
ratones se comen el
maíz, la carne, las habas, toda la
despensa.
L
os
niños pequeños están al tanto
de
lo que sucede con sus animales,
saben
si son machos o hembras, si
hubo
alguna cría. Pueden informar si
alguna
de las crías del perro ya abrió los
ojos.
Pueden decir si la perra tuvo una
o
varias crías, algunos todavía
no
pueden indicar la cantidad de crías si
éstas son más de tres o
cuatro.
T
ambién
identifican las fuentes
de
peligro para las personas
y
para sus
animales. Por ejemplo, saben que
la
gente muere
atropellada
en
la
carretera, que el zorro se come
o
puede comerse a las ovejas. En el
imaginario del niño están
las
características distintivas de los
animales, tales como la valentía
del
perro, la astucia
de
l
zorro o la fuerza
del
oso
.
La
representación
de las
co
sas
R
especto
a las cosas,
po
seen
nociones de tamaño, de color
(aunque
todavía confunden los colores),
de
forma, de ubicación en el
espacio.
Pueden identificar las
partes
principales de las cosas u
objeto
s.
Expresan nociones de distancia, si
un
lugar está cerca o lejos.
Cuando
dibujan un carro pueden decir
que
viaja a un pueblo cercano o
una
ciudad distante.
A
la vista de
una
imagen o ilustración se muestr
an
entusiastas
y
describen con
habil
idad
lo que observan,
haciendo
comentarios sobre detalles posi
bles.
Atribuyen
espíritu
y
voluntad a
las
cosas. Piensan que las cosas
se
comportan como los hombres,
pueden
cansarse, por ejemplo un camión
que
lleva mucha carga puede ya no
querer
anda
r
.
Otro poder fascinante para los niños
se contiene en la
palabra.
L
as
palabras,
en el imaginario
infantil ,
transforman
las
cosas, trasladan a otros tiempos
y
otros
espacios, desatan las fuerzas de
la
naturaleza, pero también asustan
al
granizo,
apaciguan
las
tempestades,
hacen crecer a las plantas, animan a
l
as
cosas. Del dios Wiraqocha se decía,
por
ejemplo, que “con su sola palabra hizo
nacer el maíz
y
las
legumbres”
.
El
sueño
y los
imaginar
ios
L
os
pequeños relatan algún
sueño
que les haya impresionado:
un
accidente, una pelea entre
animal
es.
Para muchos niños el dormir
y el
sueño
son excluyentes, el que
se
queda
dormido no sueña, la memori
a
está ligada a la vigilia. En quechua el
sueño o mosqhoy o samka en
aymara
se vincula con la vista, en mis
sueños
he visto esto o lo otro, dicen los niños
.
L
os
niños no explican el sueño
como
producto del pensamiento,
cuando