En Torno a
la “Evoca ción Mortuoria”
de
l
Inca Garcilaso de la
Vega
El
Antoniano 131
/
Diciembre
2016
cusqueñista”. Precisamente, en una
de
las placas se hace esta evocación, “el
Inca Garcilaso de la Vega, inmortal
autor de los Comentarios Reales, es el
fruto del abrazo de dos civilizaciones
en pugna, la española y la incaica
que
encontraron unidad en su nueva
alma
mestiza
”
.
En el año del
2009,
el mundo, el
Perú
y
el Cusco conmemoró el
I
V
Centenario de edición de los
Comentarios reales de los
I
ncas
(el
tomo I),
y
Cusco destacó
ampliame
nte
el valor de esta obra
recolocando
a
este personaje en el
imaginario de
la
identidad local.
Actualmente, se
ha
destacado
también
el
I V
centenario
de
fallecimiento de
este
notabl
e
personaje,
en los que se
han
hecho
referencia a su condición
mestiza.
En la presentación del
programa
oficial de las instituciones
cusqueñas
organizadoras
de esta
conmemoración
y
de este simposio, se dice
“E l
Inca
Garcilaso de la Vega viene a ser el
emblema del mestizaje
americano.
Cronista de la historia del Tahuantinsuyo
y exponente de la cultura
del
Renacimiento, nació en Cusco el 12
de
abril de 1539 y murió en Córdova el
23
de abril de 1616. Como otros mestizos
de
aquella época fue hijo ilegitimo y
quien sabe aleccionado por este rasgo,
asumió la responsabilidad de registrar
con su pluma todo un periodo
turbulento y, de esa manera, nos legó
el testimonio de la fusión dolorosa de
dos
civilizaciones la Inca y la
Occidental”
35
.
III.
DISCUSIÓN
E l I V
centenario del fallecimiento
del
Inca Garcilaso de la
V
ega,
nos
colo
ca
ante un tema específico.
E l
est
udio
haciendo pertinente ocasión
col
oca
aportes propios que
contribuyen en
la
indagación de datos
como al enf
oque
de estudio
propuesto. En primer
luga
r
,
aporta e indaga cómo el Inca
Garcilaso
de la
V
ega
llevó la
experiencia de
la
muerte. Más allá de
sus
propias
vivencias signadas también
por
la
muerte, se propuso insertar en
su
o
bra
referencias importantes de
l
a
muert
e
correspondientes a los procesos
social
es
culturales en el que
vivió
como
personaje
his
tórico.
35 Una apostilla al mestizaje garcilasista
y
la
i
dentidad
cusqueña:
A
unque
la tarea de pensar el problema del mestizaje de
G
arcilaso
y
el mestizaje
cusqueño rebasa el proyecto de indagación en esta ponencia, sin embargo, habiendo revisado el desarrollo del proceso metonímico en la
evocación del mestizaje del Inca Garcilaso como una evocación referencial del cusqueño del siglo
X X
,
no queremos dejar de destacar algunos
aspectos.
L
a
evocación del mestizaje del Inca Garcilaso, propone una manera
de
encarar no solo la presencia inevitable de una brecha que
plantea inicialmente el choque de culturas, sino la posibilidad
que
pueden darse en su
fluidez
aún a los procesos aculturativos impuestos,
y
que
Garcilaso mismo, afrontó no solo en su
vivencia
en
el Perú, sino en España. Nos parece que en la redefinición que hace con la representación de
su propia identidad,
representando
las prendas culturales que le dieron nacimiento,
coronaba
una metáfora.
Él
logró proyectarse en las
posibilidades de
esta
realidad. En un mundo estamental del mundo cultural diverso en
e
l
que se insertó, terminaba de presentarse también en
una
posibilidad más que en un impedimento. Se entiende claramente su interés por conservar
y
revalorar las expresiones de
estas
culturas, en
medio de un mundo cultural más diverso que
é
l
mismo describe en el Perú.
As í
murió también el Inca.
El
Inca no vio la cultura mestiza
desarrollada
en su propia ciudad, en tanto esta ya se expresa en el siglo
XVI I
en
adelante,
aún al
proceso
aculturativo.
El
mejor ejemplo de esta expresión
en este momento, sin duda es el culto al Señor de los
T
embl
ores,
o como
la
s
costumbres hispanas fueron
remodeladas
a la expresión del modo
de vida de los
pobladores
de estas épocas. En el siglo
X X
la
metáfora de Garcilaso
mestizo
en el imaginario local, como lo hemos
visto
en las ideas
de los intelectuales cusqueños, no solo
es
porque resulta el enlace
genealógico
con la cultura inca constituida en referencia sustancial en esta
ciudad, o porque
é
l
mismo
representaba
la brecha que se presentó ante el choque de culturas
y
que dio origen a una realidad cultural de interacción
incluso bajo modelos
impositivos
aculturativos, sino, porque presenta la posibilidad del contacto
y
recreación.
L
os
cusqueños del siglo
X X
,
fueron
encontrando
que este proceso fue actuante en su propia ciudad. De este modo, los intelectuales
cusqueños
revaloraron también la
expresión de los mestizajes andinos urbanos populares que se dieron en sus vivencias.
L
a
teoría del mestizaje cusqueño al que derivó este
imaginario, fue un mestizaje nacionalista,
abarcaba
los
aspectos culturales populares de
la
ciudad, que buscaba revalorar no solo lo popular
y
la diversidad, sino la sustanciación que puede darse desde las culturas nativas
y
sus propios cambios en las dinámicas culturales que terminan
dominando en expresión.
El
mestizaje no es una
metáfora
de una
homogenización,
sino de las posibilidades que vienen en consecuencia de
la interacción, recreación, vigencia
y
conservación.
El
mestizaje cusqueño del siglo
X X
es una variada segmentación diversa en que se
manifiesta, aún a
la
discriminación que los comprende.
Los
intelectuales cusqueños se
abocaron
a democratizar también este marco
antinacional.
Este
es el contexto también en el que se refleja la evocación garcilasista, se articuló en el enlace de la referencia local
y
nacional
garcilasista como
vimos en las ideas de los intelectuales
cusqueños.