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REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS AÑO LXXII N° 12 / 2020 ISSN 2519-7592
Por señalar una que las distingue del resto de las españolas, su capacidad de
recaudar impuestos, basada en el respeto foral (Los Fueros son leyes propias que
han tenido históricamente tanto las tres provincias quer conforman la CAV -Araba,
Gipuzkoa y Bizkaia-, como Navarra. Sus haciendas forales, a diferencia del resto de
España, recaudan directamente los impuestos, y atienden con esa recaudación
los servicios públicos de su competencia (educación, sanidad, policía, etc.). Como
el Estado Español tiene también otras competencias en estos territorios (ejército,
justicia, infraestructuras, puertos y aeropuertos, etc.), cada año se produce un
acuerdo entre las comunidades y el estado para que la CAV y Navarra paguen el
cupo que les corresponda, jado en criterios estadísticos: número de habitantes,
evolución del PIB, etc. Este sistema obliga a ser mucho más responsables a estas
dos comunidades en la administración de los recursos: si se recauda mucho,
podrán atender bien sus necesidades y realizar inversiones pensando en el futuro;
si se recauda menos de lo pensado, sufrirán, porque no les resultará fácil atender
compromisos jados, quizá, con otros parámetros.
En el resto de comunidades autónomas la situación es a la inversa. Una vez
recaudados los impuestos, son administrados directamente por la Hacienda Estatal
que jará cada año la cantidad que recibirán las Comicidades Autónomas (y cubrirá
su deuda, como viene sucediendo desde hace muchos años).
Los cambios han afectado asimismo a la terminología: «País Vasco» es usado
ya de forma cada vez más recurrente para designar en exclusiva a los habitantes de
la CAV. Y «vasco» es, cada vez más, quien habita en la CAV, con independencia de
que hable la lengua o no. En la parte francesa, del mismo modo, muchos entienden
que el término «Pays Basque» se reere en exclusiva al territorio francés. Es decir,
ha habido una especie de apropiación social y cambio de referencia del nombre
original. Esto no es algo que sea admitido para todos: muchos seguimos usando el
término «Euskal Herria» como sinónimo de «País Vasco» en el sentido más clásico,
pero actualizado a una dimensión más política: se reere un desideratum político
que abarcaría en su totalidad las provincias de la CAV, la Comunidad Foral de
Navarra, y las provincias de Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa, en la parte francesa.
Con personalidades my diferenciadas, por cierto. Cuando nos referimos a partes de
esa entidad (inexistente políticamente, pero meta para el llamado nacionalismo
vasco) se usan términos como «Parte Norte», «Sur», «País vasco francés», etc. Para
complicar más las cosas, no falta quien usa también el término «Euskadi» (más
implantado para designar a la CAV), como equivalente político de Euskal Herria.
En esta cuestión la ideología dominante en España calica a quienes persiguen
este desideratum como «nacionalistas», sin adjetivos, como si el nacionalismo
español (muy exacerbado, por cierto) fuese algo inexistente, y lo que se llama
«Estado Español» o «España» fuera una realidad surgida de modo espontáneo y
natural (cuando no directamente de la mano de Dios) y no el resultado de siglos de
historia, luchas, invasiones, etc.
Luz Amparo Ramos Ayala