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REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS AÑO LXXI N° 11 / 2019 ISSN 2519-7592
La Ecopedagogía como Derecho Emergente
1. La mochila de historias que sustentan la petición
Son las 11:40, es una mañana soleada en el municipio de Cuautinchan en el
Estado de Puebla, en el salón de 5to semestre de un bachillerato ubicado a 600m de
un pequeño río, está por comenzar la clase; en este mismo momento, otro grupo de
jóvenes, de otro bachiller del municipio de Venustiano Carranza enclavado en una
zona selvática, vecino de inmensos y frondosos cafetales se dispone también a iniciar
su clase; la misma imagen de jóvenes animando un salón pero el escenario ahora, es
el municipio de Zacatlán, situado justo en el corazón de un bosque … es hora de la
clase de Biología, el profesor después de dar los buenos días indica: “el tema del día
es Biodiversidad, por favor, cierren las cortinas, vamos a ver un documental de National
Geographic y al terminar discutiremos para que mañana me traigan un ensayo…”
Las aves, los árboles y mezquites, las ardillas, lagartijas, conejos y onzas,
se quedan afuera de esas aulas, sobreviviendo al ritmo del progreso, y esperando
que esos jóvenes salgan de esas clases magistrales entendiendo que ellos, las
comunidades de seres vivos que conviven cada día en el mismo espacio que han
habitado sus abuelos y tatarabuelos también son biodiversidad y son tan valiosos
como los curiosos osos panda de la China o los canguros australianos…
Otro día, otra escena y escenario…Es una mañana húmeda en verano, de
los pocos días en que a pesar de ser un sitio árido hay suciente humedad para
que proliferen los hongos, una pareja de ancianos aprovecha para recolectar …
es la hora de entrada del bachiller en la comunidad de Almoloya en el municipio
de Cuautinchan; muchos chicos pasan sin reparar en los ancianos, algunos los
ven extrañados, los menos, saludan apresuradamente… La profesora de ecología
y sustentabilidad, también coincide en el camino con los ancianos, los observa,
después les pregunta con qué n recolectan aquello…maravillada de lo que
escucha, les pide permiso de enviar algunos alumnos a platicar con ellos. Al llegar
al salón, indica tomar una libreta y anotar: “¿qué plantas silvestres utilizan y para
qué? ¿qué plantas tienen en sus solares y con qué n? ¿se acuerdan de algún platillo
que comieran de pequeños y que hoy ya no se coma? ¿existe alguna planta silvestre
o animal que antes abundara y que hoy ya no exista”. Los alumnos tendrían que
organizarse para ir en parejas a visitar a sus abuelos y hacerles estas preguntas (esta
práctica sencilla de salir del plantel para hacer una actividad extramuros de manera
sorpresiva sería impensable en una ciudad grande como la ciudad de Puebla por
ejemplo) y así lo hicieron… al día siguiente en el salón compartirían lo aprendido.
Los resultados: una lista de 8 plantas silvestres que no conocían, 5 plantas
de los solares que no sabían que tenían uso, 2 plantas que ya no hay en los cerros, 3
platillos que ya nadie come, un grupo de jóvenes maravillados por los conocimientos
descubiertos, reconectados con sus abuelos y un grupo de abuelos sabios felices
por haber podido transmitirles a los más jóvenes los secretos de sus años …