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REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS AÑO LXXI N° 11 / 2019 ISSN 2519-7592
LAS MUJERES INDÍGENAS Y SU INCURSIÓN LABORAL EN LA
COLONIA:
LOS CONTRATOS DE TRABAJO EN CUSCO (1600-1650)
ÑAUPAQ COLONIA NISQA PACHAPI KIKIN LLAQTAYUQ
WARMIKUNA LLANK`AYMAN HAYKUSQANKU
LLANK`AYKUNA CONTRATUYUQ KASQA CUSCO LLAKTAPI
(1600-1650)
INDIGENOUS WOMEN AND THEIR LABOR
INCURSION IN THE COLONY:
EMPLOYMENT CONTRACTS IN CUSCO (1600-1650)
Luz Amparo Ramos Ayala
(1)
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
Universidad del País Vasco
Resumen: Este artículo muestra, a través de los conciertos” (contratos de trabajo)
tramitados ante funcionarios ociales y notarios, las formas de la incursión
laboral de las mujeres indígenas en el Cusco colonial (siglo XVII), en el marco de
la consolidación del modelo económico colonial, del quiebre y remoción de las
practicas socioeconómicas tawantinsuyanas y la instauración de la nueva economía
colonial monetaria (en minería, comercio, agricultura, etc.). Las mujeres indígenas
se incorporan activamente al mercado laboral como ayuda a sus familias, pero
también como una forma de resistencia activa. Incursionan en la nueva economía
de dos formas: subordinada (amas de leche, empleadas domésticas, cocineras,
lavanderas y chicheras), sujetas a un contrato de trabajo con un salario especíco, y
no subordinada (panaderas, carniceras, costureras, etc.). Finalmente, se muestran
los salarios percibidos por varones y mujeres Indígenas.
(1) Magister en políticas lingüísticas por la Universidad del País Vasco. Historiadora y especialista en
conservación y restauración de bienes culturales por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del
Cusco (Perú) (e-mail: luz.ramos.ayala@gmail.com)
Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • UNSAAC
Nov. 2018 - Octubre 2019
ISSN 2519-7592 Vol. 4 • Nº 11 • Págs 151-176
Recibido 11/06/2019 Aprobado 20/08/2019
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Luz Amparo Ramos Ayala
Palabras clave: género, mujer indígena, incursión laboral, mercado laboral,
contrato de trabajo.
Ch'uyanchakuy: Kay qilqaypin qhawachikun, imaynan kamachiykunaq
“llank`aykuna contratuyuq haykuranku llank`aypaq. Imaykunamantaraq kikin
llaqtayuq warmikunapaq llankàq kananpaq Qusqu llaktapi chay colonia nisqa
pachapi, chaykunapis karan sumaq allin kananpaq, chay jina económico colonial
nisqa sutiyuq kanapaq, chinkachinapaq, p`ampanapaq, ñawpaq sumaq llank`aykuna
tawantnsuyupi kasqanta, chayta ruwaspaqa kallarikunanpaq huq musuq llank`ay
qullqillapi kananpaq (mineriapi, comerciopi, agriculturapi, etc.). Warmikunaqa
chay llank`ayman haykunku viva viva hina, ayllunku yanapanankupaq, wakinpitaq
ñaupaq kausay mana tukunanpaq. Kikin llaqtayuq warmikunaqa chay llank`ayman
haykunku iskay partimanta: i) pituchasqa hina (wawankuta leche kunanpaq,
wasi uhukunapi llankaspa, wayk`uspa, t`aqsaspa, aqha ruwaqkuna), contratasqa
llank`anakunaman hina, huq chaninchayoq; ii) mana pituchasqa hina (tantata
ruwaspa, aychata ranqhaspa, awaykunatas ruwaspa). Kikin llaqtayuq warmikuna
masinwankuna contratukunata ruwaspa. Tukunapaq, qhawachikun kikin llaqtayuq
warmikunaq, qharikunaq, chanincha chaskisqannkuta.
Yuyaysapa simikuna: Warmikunaq, kikin llaqtayuq warmi, llank´aykunaman
qispiriy, llank´ana taripay, llank´anamanta chaninchaypas.
Abstract: This article shows, through the concerts” (employment contracts)
processed before ocial authorities), the forms of the labor incursion of Indigenous
women in colonial Cusco within the framework of the consolidation of the colonial
economic model, of the break and suppression of Tawantinsuyan socio-economic
practices and the establishment of the new colonial monetary economy (in mining,
commerce, agriculture, etc.). Women actively enter the labor market as a form of
help to their families, but also as a form of active resistance. Indigenous women
enter the new economy in two ways: subordinate, subject to an employment
contract with a specic salary (ie, wet nurse, maids, cooks, laundresses and chicha
makers) and non-subordinate (ie, bakers, butchers, seamstresses, etc.). Indigenous
women (of the upper-class and lower-class) also sign service contracts with other
Indigenous people. Finally, salaries received by Indigenous men and women are
shown.
Keywords: Gender, Indigenous woman, labor incursion, labor market and
employment contract.
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Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
1. La estructura social colonial
Para tratar acerca de la estructura social colonial en el virreinato del Perú
es necesario abordar a la población indígena con una estructura organizacional
propia, que vivía y se desarrollaba en un medio ambiente. En este sentido, con la
llegada de los peninsulares al territorio peruano en 1532, se quiebra abruptamente
la unidad social andina, puesto que el proceso de colonización se caracterizó por
dividir a nivel social, cultural, económico y político la estructura prexistente. El
estado Inka
(2)
estaba conformado e integrado unicadamente por diversas naciones
o estados señoriales regionales (basado en un incesante intercambio económico).
En términos demográcos la invasión española signicó una catástrofe que se
traduce en la perdida aproximada del 90% de la población indígena, se calcula que
sobrevivieron aproximadamente 1.000.000 de 12.000.000 de habitantes, los cuales
mueren debido a las epidemias, abortos, acciones militares, mala alimentación,
abusos, guerras, y extrema explotación laboral.
A lo largo de la formación de la referida estructura social colonial se da
una serie de reajustes.
(3)
El Virrey Toledo (1570) divide en dos grupos a la población
de la sociedad colonial, la república de indios y la de españoles. En la cúspide de
la nueva sociedad peruana se ubicó una pequeña élite blanca que dominó a la
inmensa mayoría de indígenas, a quienes se excluyó sistemáticamente dentro de
su angosta concepción europeizada de nación.
(4)
La nueva ubicación social de los
vencidos (indígenas) dentro de la estructura social colonial, tenía que ser justicada
con argumentos de diversa índole, básicamente adoctrinamiento, pero el tema
racial divide claramente a dos repúblicas, por un lado, blancos – españoles y por el
otro indios - vencidos. A este respecto, Flores Galindo (1993) reere que durante el
periodo independiente del Tawantinsuyo en el territorio andino solamente existían
runas (u hombres), fue recién después con el proceso de invasión que surge la
categoría de indio, con el propósito de homogenizar forzosamente a la población
vencida y reducir sus diversas expresiones culturales.
(5)
En esta nueva sociedad
(2) La sociedad andina había logrado la unidad económico-social y política sobre la base de la agri-
cultura complementada con el pastoreo y la manufactura textil dando origen a comunidades étnicas
campesinas autosucientes cuyo acceso a la tierra y cuyo cultivo era regulado por el parentesco y por
denidas pautas de cooperación, cuya distribución agraria se efectuaba teniendo en cuenta las diferen-
cias climáticas y la distinta rotación de los cultivos y cuyo excedente revertía parcialmente a la comuni-
dad por medio de la redistribución estatal de diverso tipo de servicios. López, S., Araníbar, C., Bonilla, H.,
& Burga, M. (1982). De imperio a nacionalidades oprimidas: notas sobre el problema nacional indígena.
Nueva historia general del Perú. pág. 234.
(3) Según Tord, la estraticación Social en el Virreinato Peruano conformó una sociedad jerarquizada.
La estraticación de esta sociedad estuvo regimentada por tres principios sociales divisionales, a saber:
el estamental. el de castas y el de clases sociales. Nicolini, J. T., & García, C. L. (1984). Una reseña critica de
la dominación en el Perú virreinal (segunda parte).Histórica,8(2), Págs. 197, 198 y 200.
(4) Klarén, Peter F.; Nación y sociedad en la historia del Perú; Instituto de Estudios Peruanos; Lima 2004. Pág. 16.
(5) Flores, A. (1993). Buscando un Inka, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Ed. Grijalbo,
México 1993. Pág. 264.
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colonial, el grueso de la población indígena sufrirá exclusión (discriminación étnica
e ideológica), postergación y estigmatización debido a su origen.
Varias son las situaciones que llevan a un estado de apremiante precariedad
económica a los indígenas, una de ellas, y quizá la más importante, es el despojo
de los indígenas que se plasma en la composición de tierras que no fue más que
la apropiación de las tierras a favor del Rey Felipe II. Las mejores tierras del Estado
Inka, que otrora estaban dedicadas a las deidades andinas, pasan a manos de los
españoles convirtiéndose en las primeras haciendas. Por otro lado, se implementa
la institución de la encomienda a través de la cual se entregaba un grupo de
indios al cuidado de un encomendero español,
(6)
con nes de evangelización y
protección, pero “se mantenía una cción de intercambio: tierra a cambio de servicios.
Pero en realidad se exigían mayores servicios sólo para que no se quitara al Ayllu la
tierra que poseía desde tiempo inmemorial. El antiguo principio de la reciprocidad
quedaba sustituido por el de la simple explotación”
(7)
. De esta forma, los integrantes
del Ayllu, pagaban tributo (especies, dinero, mita), a cambio de ocupar las tierras.
Esta situación se hace insostenible para la población indígena, por lo que muchos
de ellos deciden abandonar las tierras que desde siempre ocuparon perdiéndolas
irremediablemente.
El Virrey Toledo instaura grandes y signicativos cambios: la creación
de las reducciones, la recaudación de tributos y la mita (mano de obra para las
obras públicas, priorizando labor minera). Estas medidas terminan por remover los
cimientos de las tradiciones prehispánicas. Los indígenas constituirían la base de la
reciente e instaurada pirámide social, siendo ellos la principal fuerza de trabajo de
las recientes ciudades (desempeñándose en el campo agrícola, minero, y de obras
públicas).
Las estructuras andinas, a causa de la invasión española, sufrieron
profundos e irreparables cambios. Las mujeres indígenas en la época prehispánica
de ocupar cargos como jefes, damas principales, capullanas y cacicas pasaron a ser
concubinas de las huestes hispanas. Según Rostworowski:
Las consecuencias a nivel de las clases sociales elevadas
fue su casi total exterminio, sufriendo las mujeres de la élite el de
tornarse mancebas de los españoles. En cambio, las mujeres de los
ayllus basados en las unidades domésticas y la familia extendida,
tuvieron más posibilidades de sobrevivir que las de las clases
elevadas. Esta situación hace posible estudiar las clases campesinas
(6) De acuerdo a las investigaciones históricas, en 1586 cada encomendero tenía bajo su potestad, su
dominio y a su disposición un promedio de 7,096 indios. Valderrama, A. Y. (1995). Las” reducciones”, uno
de los instrumentos del etnocidio. Revista complutense de historia de América, (21), Págs. 241-264.
(7) Carter, W. y Albó, X (1988). La comunidad Aymara: un mini-estado en conicto. En: ALBÓ Xavier.
Raíces de América: el mundo aymara. Madrid: Alianza Editorial, Pág. 453.
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Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
actuales, observar en ellas las posibles continuidades y/o rupturas
con la situación anterior.
(8)
Particularmente, la Ciudad del Cusco (y otras ciudades coloniales) acogió a
las mujeres indígenas tanto de la elite como del común y les ofreció oportunidades
económico-laborales dentro de la instaurada sociedad colonial.
2. La Ciudad del Cusco (época colonial)
La ciudad del Cusco fue cuna de una de las pocas civilizaciones autónomas
que trascendieron en el tiempo y el espacio, por ende, posee un sitial preeminente
en la historia de la humanidad. Al respecto, Contreras y Valverde (1982) la
describen como la gran ciudad del Cuzco, mayor en el nombre que en la vecindad, fue
corte y asiento real de los reyes indios y de los españoles, el motivo de discordia. Está
fundada en un valle que tendrá dos leguas de longitud y de latitud, poco más o menos
de media.
(9)
Luego de la invasión española (1532) se da lugar a la fundación de la
ciudad del Cusco en 1534.
Uno de los principales motores de la economía de la época colonial fue la
mina de Potosí. Junto con ciudades como Lima, Cusco, Huancavelica y Huamanga,
contribuyó a la instalación de haciendas y obrajes por doquier. La producción
agropecuaria y textil se convirtió en la forma cómo los encomenderos podían
acceder al sector minero generador de benecio metálico. La producción colonial
incursionaría en diversos tipos de producción artesanal/gremial tales como la
talabartería, hojalatería, cerería, platería, ebanistería, albañilería, etc.
En tal caso, en la época colonial, el Cusco fue ciudad-escala y se le semeja
al cordón umbilical que unía a Lima con la región minera del Alto Perú. Era pues
uno de los mayores productores y abastecedores de la hoja de coca, cereales,
textiles (tocuyos y cordobanes - sombreros de lana de vicuña), se abastecía para sí
de tollo, congrio y corvinas saladas de Arica y otros puertos, pero, además, servía
como paso obligado debido a su privilegiada ubicación de otros productos como
vino y yerba mate con destino a la mina de Potosí y hacia otras grandes ciudades
de la época (cf. Salas, 2009).
En estas condiciones, y dado que los españoles ya no podían disponer
como antes de la fuerza de trabajo indígena, tuvieron que buscar otros mecanismos
legales e ilegales para cubrir esta apremiante necesidad. Trabajadores fuera de la
ley:
(10)
a) Indios enganchados (por deudas), b) Trabajadores en dupla (indios o indias
(8) Rostworowski, M. (1988). La mujer en el Perú prehispánico. Lima: IEP. Documento de Trabajo Nro. 17.
Serie Etnohistoria Nro. 1. Pág. 13.
(9) Contreras y Valverde, V. D. (1982). Relación de la ciudad del Cuzco.Relaciones geográcas,2. pág. 3.
(10) Noejovich Cherno, H., Suárez, M., Glave, L. M., Salas, M., & Salazar-Soler, C. (2009). Compendio de
historia económica del Perú II: Economía del período colonial temprano. Lima. Págs. 485 y 486.
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acompañantes o auxiliares de los niños y viejos señalados por las provisiones), c)
Indios de alquiler o “fuera de la cuenta(obligados por contrato a servir en el obraje),
d) Mujeres en general (si bien estaban fuera del circuito formal del trabajo, ayudaban
a sus esposos, hijos, padres y hermanos en todo lo que se ofrecía, dado que a los
hombres se les había multiplicado el trabajo y ellas debían atender las labores
propias del hogar y de la chacra: “Se ayudan los dichos tributarios de sus mujeres”),
e) indios yanaconas (eran aquellos que llegaban a trabajar a los obrajes).
Con respecto a los trabajadores legales o dentro de la ley, fue cubierta por los
indígenas varones y mujeres. En el caso de la ciudad del Cusco en la primera mitad
del s. XVII, la legalidad de los diversos trabajos realizados por las mujeres indígenas
quedaba plasmado en un contrato de trabajo (no necesariamente individual),
denominado concierto”, el cual era redactado por un escribano público y contenía
los datos generales de la empleada (nombres, apellidos, origen étnico y geográco,
nombre de su cacique, estado civil), los datos del empleador(a) (nombre, apellidos
y condición social), la descripción del trabajo a realizar, el tiempo, el monto de la
remuneración (monetario y no monetario) y nalmente la fecha del documento.
La incursión laboral de la mujer indígena quedó registrada en estos documentos
archivísticos, se desempeñaron como amas de leche, chicheras, empleadas
domésticas, lavanderas, cocineras, panaderas, costureras y carniceras.
3. Incursión laboral de la mujer indígena cusqueña en la colonia
La inclusión laboral de la mujer indígena en la sociedad colonial, según
Burket (1976), se debió principalmente a aspectos como el tributo personal al que
fueron sometidas (antes de las ordenanzas del Virrey Toledo) y las obligaciones
de trabajo, legales e ilegales estipuladas por los encomenderos. Legalmente,
estos servicios se reducían a cocinar, limpiar, coser, y desempeñar otras labores
domésticas.
(11)
Para el caso de la Ciudad del Cusco, la documentación archivística (1600-
1650), arroja que el 100% de las mujeres indígenas eran denominadas como
“yndias” y se dilucida una clara diferenciación de la condición social entre yndios,
mestizos y españoles. El contrato de trabajo, denominado concierto
(12)
(16/05/1640)
reere que, “parescieron dos yndios… dixeron llamarse pedro guaman y juana ssissa
su muger naturales del pueblo de accha sujetos a don juan guallpatami su caçique
(11) Burkett, E. (1976). La mujer durante la conquista y la primera época colonial.Estudios Andinos,5(1),
4-25.
(12) El enganche deriva en cierta forma del concierto” colonial. Este era lo que ahora llamaríamos el
contra· to de trabajo. A diferencia de la mita, que era un trabajo forzado (aunque remunerado), el con-
cierto se presumía que era el resultado de un convenio libre; pero, en la práctica, la autoridad exigía que
los indios se concertasen y colocaba la fuerza al servicio de quienes tenían interés en concertar indios.
de Trazegnies Granda, F. (1991). Paradojas de la Modernización: El Contrato de Enganche.THEMIS: Revis-
ta de Derecho, (20), Pág. 13
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Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
conciertan con juana peres mestiza En avitos de yndia questa press
te
(presente).
(13)
Un aspecto resaltante, es que la diferencia del origen étnico estaba circunscrita
incluso a la vestimenta de una u otra clase social. Socialmente la mujer indígena se
desenvolvió en dos esferas: dentro de la macro-composición social colonial (ocupó
el penúltimo lugar) y dentro de la población indígena en general (la cuota de
machismo colocó a la mayoría de mujeres indígenas en una posición subordinada
e inferior).
Las indígenas del presente estudio reeren ser originarias (naturales) de
las 8 parroquias que conformaron la Ciudad del Cusco.
(14)
De la documentación
archivística se desprende que escribanos de la época de estudio registraron a las
indígenas procedentes de las parroquias siguientes: San Blas, Nuestra Señora de
Belén, Hospital de Naturales, Santa Ana, Santiago, San Cristóbal, San Sebastián y San
Jerónimo. Otro tanto de ellas aseveraron ser especícamente de la ciudad del Cusco.
El desenvolvimiento legal-laboral de la mujer indígena, dentro de la
sociedad colonial cusqueña, estuvo sujeta a varios aspectos condicionantes, entre
ellos, su estado civil, (casada, soltera o viuda). En el documento siguiente (1640)
se aprecia que una mujer indígena (casada/conviviente) para poder concertar sus
servicios como cocinera, requería de un escribano público (notario), un intérprete
(quechua-castellano hablante), el permiso de su cónyuge, indicar a qué cacique
estaba sujeta, la presencia y ayuda del juez de naturales:
ante mí el escribano publico E testigos pareció una yndia
que por interpretación de Joan gomez de leon ynterprete = dixo
llamarse maria nives mujer de diego quispe y ser natural de la
parroquia del hospital de los naturales subjeto a don diego francisco
su casique con licencia del dicho su marido y con presencia y
asistencia de don diego de los rrios y valer vezino y juez de naturales
desta ciudad (16/01/1640).
(15)
En el caso de las indígenas solteras, para la redacción del contrato de trabajo
básicamente debían indicar sus datos generales y a qué cacique estaba sujeta:
… Parecio un yndia … dixo llamarse maria mollo chimbo
soltera natural de la parroquia de san blas sujeta a don diego
(13) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 7. Folio: s/f.
(14) Navia señala que, en el mes de mayo de 1558 la Ciudad de Cuzco, fue dividida en cinco parroquias,
Santa Ana (barrio de Karmenqa), San Cristóbal (actual barrio de Qolqampata), San Blas, (barrio de Toqo-
cachi), San Sebastián (barrio de Qolqapampa), Santos Reyes/Belen (barrio Inka llamado Qayaocachi). En
la época del Virrey Francisco de Toledo se fundaron otras tres parroquias, Hospital de los Naturales o de
San Roque (San Pedro), Apóstol Santiago, San Jerónimo, (ubicada en el sector de Surama y SuksoAuqay-
lli). Esquivel y Navia, D. (1980). Noticias cronológicas de la gran ciudad del Cuzco. Ed. F. Denegri Luna,
Fundación Wiesse, Lima. pág. 298.
(15) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 6. Folio: 23 (reverso).
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canatopa su cacique conserto con mariana de sierra questa presente
(12/04/1640),
(16)
En el caso de las mujeres indígenas viudas, además de sus datos generales,
se debía señalar el nombre del marido difunto:
… Parecio un yndia... dixo llamarse maria de chaves y ser
natural del pueblo de mara en los yanaguaras viuda de santiago
pusac conserto con alonso dias davila (03/07/1640).
(17)
En síntesis, se puede apreciar que muchas mujeres indígenas abandonaron
sus tierras y se dirigieron a las grandes ciudades (Cusco, Lima, Huancavelica, etc.)
donde incursionaron en el campo laboral a cambio de una retribución económica.
4. Mano de obra femenina indígena subordinada
La mayoría de mujeres indígenas en la ciudad del Cusco incursionaron en
el campo laboral colonial de forma subordinada, puesto que eran contratadas por
otros. Esta subordinación laboral estuvo condicionada por dos aspectos:
1. Las mujeres indígenas no podrían acceder a aprender todos los ocios
artesanales, este privilegio era casi exclusivo de los varones indígenas:
CUADRO NRO. 1: OFICIOS DE LOS INDÍGENAS EN EL CUSCO COLONIAL (1600-1650)
N
ro.
Nombre Ocio Origen Fecha
1 Ambrosio Quispe Albañil Parroquia Belén 03/01/1640
2 Pedro Paucar Carpintero Pueblo de Quiquijana 12/09/1650
3 Pascual Paucar Sinche Zapatero Parroquia de Santa Ana 04/02/1640
4 Jeronimo Callaconchuy Curtidor Parroquia de Belén 20/06/1640
5 Diego Quispe Cerrajero y Herrero Pueblo de Coya 24/12/1650
6 Pasqual Guaman Panadero Parroquia de San Blas 30/09/1650
7 Don Juan Ramos Maestro Platero Parroquia de Santiago 10/06/1650
8 Gavriel Quispe Maestro Serero Parroquia de San Cristobal 20/09/1640
9 Juan Paucar Ocial Contero Pueblo de Atun Papres 09/01/1640
10 Mateo Gualpa Ocial Cantero Pueblo de Puquiura 23/07/1650
11 Diego Quispe Cordonero Parroquia de Santa Ana 15/02/1640
12 Miguel Ynga Paucar Hacedor de tejas Parroquia de San Sevastian 23/03/1650
13 Pedro juan tinco Cornetista De esta ciudad 14/02/1620
(16) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 6. Folio: 23 (reverso).
(17) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 8. Folio: s/f.
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14 Diego Felipe indio Organista Parroquia de San Blas 09/03/1630
15 Francisco Quispe Maestro Harpero 14/06/1650
16 Don Pedro Paucar Maestro Cantor Pueblo de Oropesa 15/07/1650
17 Mateo Amao Sastre Parr. Hospital de Naturales 03/08/1620
18 Ysabel sisa india Panadera 29/03/1650
19 Joan Pulicarpo Panadero Pueblo de Chinchero 21/05/1640
20 Carlos Guanca Mercachie Parr. Hospital de Naturales 24/11/1640
21 Don Alonso Mayta Maestro Ministral 17/11/1620
22 Sebastian Ysidro
Sacristán de la
Iglesia mayor
08/10/1640
23 Juan Bautista Maestro Cerrajero Residente en el Cusco 14/01/1640
24 Don Juan Chauca Ocial Pintor Parroquia de San Sebastian 03/03/1620
25 Joan Tito Maestro Sillero 21/08/1640
26 Francisco Guamancuy Pastelero 16/03/1620
27
Geronimo Anticussi y
Barbola Pozo su mujer
Carniceros Parroquia de San Sebastian 12/10/1630
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44-45, Antonio Salas. Prot. 293, Domingo de Oro.
Prot. 252, Francisco Hurtado. Prot. 119, Joseph Calvo. Prot. 52, Joseph Navarro. Prot. 240, Joseph
Solorzano. Prot. 308, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, Lorenzo Messa Andueza. Prot. 177,
Lucero Alonso Beltran. Prot. 1 y 7, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
Como ya se indicó líneas arriba, la necesidad de mano de obra en la época
colonial era apremiante en las nacientes ciudades, dada esta necesidad se tuvo que
echar mano de los indígenas varones a quienes se les brindó la oportunidad de
poder aprender uno de los tantos ocios del cuadro antes expuesto. En cuanto a las
mujeres básicamente las hallamos realizando ocios como panaderas y carniceras.
Pese a que las mujeres indígenas no podían acceder a aprender ocios
(como si lo hicieron los indígenas del género masculino), ellas participaron
activamente en la acomodación de las nuevas condiciones laborales
socioeconómicas coloniales. Esta acomodación se traduce en que ellas mismas, en
su condición de madres, aprovecharon estas oportunidades para sus hijos varones
(menores de edad), asentándolos como aprendices de los maestros y ociales en
las diferentes artes impartidas en nuestra época de estudio:
… parecio un yndia... dixo llamarse maria çiça y ser natural
della que consertava y conserto a diego dure su hijo nino de hasta
doze años poco mas o menos con lucas martin de guzman maestro
çapatero tiempo de tres años que an de correr y contarsse desde
oy dia de la fecha desta escriptura en adelante para aprendiz del
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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dicho ocio Le a de enseñar el dicho ocio que al n de los dichos
tres años sea ocial Le a de curar sus enfermedades como no sean
contaxiossas y darle de comer y bestir los dos años de pañete medias
y çapatos como fuere rronpiendo y el ultimo año un bestido entero
de paño de quito calson rropilla y sombrero medias y capato y una
petaquilla del dicho ocio (30/04/1640).
(18)
Como se aprecia en el documento antes expuesto, Diego Dure de 12 años
(menor de edad), fue desprendido de su familia (por su madre) y se integró a la
vida laboral de la mano de su maestro, todo esto con el objetivo de poder acceder
a mejores oportunidades económico laborales en el futuro.
2. Las posibilidades laborales para las mujeres indígenas eran
prioritariamente relacionadas a labores domésticas (cocineras,
lavanderas, chicheras, nanas o amas de leche):
4.1 Las amas de leche
El género femenino indígena se desempeñó en la labor de Ama de Leche
o “Nodriza, para tratar acerca de esta labor contamos con 40 documentos (fondo
notarial). El estado civil de las amas de leche fue: 25 solteras, 13 casadas y 2 viudas:
…. parecio un yndia... dixo llamarse juana larba y ser soltera
y natural del pueblo de cuchiguaray provincia de los chilques suxeta a
el cacique don Rohusno gualpa consierta con doña tomasa rrodriguez
del corral muger soltera rresidente en esta ciudad por tiempo de un
año que a de correr y contarsse desde oy dia de la fecha para servir a la
suso dicha de ama de leche criando un niño hijo suyo por el precio de
doze pesos de a ocho rreales y dos piecas de rropa de avasca y lliclla y
dos faldellines de cordellate y a quenta del dicho ssalario confeso aver
rrescivido seis pessos de la dicha pLata(19/01/1640).
(19)
Los contratantes de los servicios de las amas de leche para la atención de
sus menores hijos (Cuadro Nro. 2), se ubican en el siguiente orden: personas que
no indican su condición socio-económica, vecinos, indígenas y aquellos españoles
que ostentaron cargos políticos y los comerciantes de la época (mercaderes).
CUADRO Nro. 2: CONTRATANTES DE LAS AMAS DE LECHE
No especican Vecinos Indígenas Cargos políticos Comerciantes
26 6 3 3 2
(18) ARC, Notarios, Joseph Navarro. (1640). Protocolo: 240, Registro Nro. 9. Folio: 507.
(19) ARC, Notarios, Francisco Ruiz Negrete. (1640). Protocolo: 289, Registro Nro. 2. Folio: 68 (reverso).
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REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS AÑO LXXI N° 11 / 2019 ISSN 2519-7592
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Francisco Ruiz Negrete. Prot. 289, Joseph
Calvo. Prot. 52, Joseph Navarro. Prot. 240, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, Lorenzo Messa
Andueza. Prot. 177, Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
Las “amas de leche indígenas eran contratadas por las propias madres
de los menores de edad (algunos eran huérfanos). Una restricción de este empleo
era que no debían embarazarse durante la prestación del servicio. Las tareas que
debían cumplir fueron:
1. Servirle y criar una niña a los pechos dandola de mamar buena leche Sana y entera
limpiandola con mucho cuydado y Vigilançia teniendo cuydado de todo aquello
que se le entregare y fuere a su cargo (23/05/1650).
(20)
2. Criar a sus pechos con leche entera una nina su hija y a de cuidar con todo cuydado
de la limpieça y crianza de la dicha niña sin que en ello tenga otro embaraso ni
ynpedimiento (17/11/1650).
(21)
3. Criar Un nino guerfano a sus pechos dando leche entera Y cuYdarle de todo ness
o
(necesario) a su criança
(23/05/1650).
(22)
El espacio de tiempo que laboraba una indígena como ama de leche
(Cuadro N
ro.
3), oscilaba entre los 6 meses hasta los 2 años, pero mayormente, por 1
año y 1 año y medio.
CUADRO Nro. 3: TIEMPO DE TRABAJO DE LOS AMAS DE LECHE
1 año 1 año con 6 meses 6 meses 2 años 8 meses
19 15 2 3 1
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Francisco Ruiz Negrete. Prot. 289, Joseph
Calvo. Prot. 52, Joseph Navarro. Prot. 240, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, Lorenzo Messa
Andueza. Prot. 177, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
En salario anual de las amas de leche fue monetario y no monetario.
Fluctuaba entre los 12 pesos (más 2 piezas de ropa de abasca, 1 lliclla, y 2 faldellines
de cordellate), hasta los 20 pesos (más 2 piezas de ropa de abasca, 2 faldellines
de pañete azul, 1 chumbe, las ojotas que rompiere y de comer) y el salario de
1 año y medio uctuó entre los 12 pesos (más 2 piezas de ropa una de tasa y la
otra de hechura, 2 faldellines de pañete, 1 ñañaca de anascote, 1 faja, las ojotas
que rompiere y de comer), hasta los 40 pesos (más, 2 piezas de ropa de abasca, 2
faldellines el uno de paño de quito y el otro de pañete, las ojotas que rompiere y de
comer).
(20) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-50). Protocolo: 96, Registro Nro. 7. Folio: 304.
(21) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-50). Protocolo: 96, Registro Nro. 7. Folio: 393 (rev).
(22) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-50). Protocolo: 96, Registro Nro. 6. Folio: 244.
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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4.2 Las empleadas domésticas
La denominación empleada doméstica no está consignada en los
documentos de archivo. Sin embargo, textualmente describen la labor a realizar;
le servirle en su casa y fuera de ella en todo aquello que le mandare y ocupare, por
lo que, en adelante, denominaremos a esta función como empleada doméstica”
(contamos con 43 documentos de archivo). En cuanto al estado civil de las mismas,
tenemos: 25 solteras, 14 casadas y 4 viudas:
… Paresçio Una yndia… Dixo llamarse maria piLco y ser
naturaL de La parroquia de san Geronimo concertó con esteVan
dasa rresidente En La dha (dicha) parroquia de san geronimo Donde
asiste Con su muger y familia tiempo de seis meses que an de Correr
y Contarse Desde primero De jullio que Vendra Deste presente año
para de servir aL suso dho (dicho) en su casa de toDo aquello en
que La quisiere ocupar y Le mandare a que a de acudir con toda
puntualidad por el precio de quatro rreaLes y medio cada semana
y para en quenta de Lo que montare conesa aVer rresçeviDo…
catorçe pessos de a ocho (21/06/1650).
(23)
Las contratantes de las empleadas domésticas (Cuadro Nro. 4) fueron
prioritariamente, personas que no especican su condición socio-económica,
indígenas (prioritariamente mujeres indígenas), vecinos, personas que ostentaron
cargos políticos y mestizos.
CUADRO Nro. 4: CONTRATANTES DE LAS EMPLEADAS DOMÉSTICAS
No especican Indígenas Vecinos Cargos políticos Mestizos
27 8 4 3 1
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Domingo de Oro. Prot. 264, Francisco Ruiz
Negrete. Prot. 289, Joseph Navarro. Prot. 240, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, y Lorenzo
Messa Andueza. Prot. 177. (Elaboración propia).
En cuanto a las tareas a cumplir de las empleadas domésticas (indígenas)
tenemos:
1. Servirla en su casa en todo aquello que la mandare Y se le encargare en su casa
(11/05/1650).
(24)
2. Servirle En su cassa y fuera della en todo lo que se le mandare y quisiere ocupar
(26/04/1640).
(25)
(23) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-50). Protocolo: 96, Registro Nro. 7. Folio: 324.
(24) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 7. Folio: 293.
(25) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 6. Folio: 82
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3. Servir aL suso dho (dicho) en su casa de toDo aquello en que La quisiere ocupar
y Le mandare a que a de acudir con toda puntualidad (21/06/1650).
(26)
El espacio de tiempo que laboraron las empleadas domésticas (Cuadro Nro.
5), oscilaba entre los 6 meses hasta 6 años. Aunque, prioritariamente, concertaron
sus servicios por 1 año.
CUADRO Nro. 5: TIEMPO DE TRABAJO DE LAS EMPLEADAS DOMÉSTICAS
1 año 6 meses 2 años 6 años 1 año y medio
37 3 1 1 1
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Domingo de Oro. Prot. 264, Francisco Ruiz
Negrete. Prot. 289, Joseph Navarro. Prot. 240, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, y Lorenzo
Messa Andueza. Prot. 177. (Elaboración propia).
La remuneración anual fue monetaria y no monetaria y la cantidad
percibida por las empleadas domésticas indígenas en la ciudad del Cusco oscilaba
entre los 10 pesos (más, 1 pieza de ropa de abasca, chumbes, ojotas que rompiere,
de comer y buen trato) hasta los 50 pesos (más 3 cargas de maíz). Para el caso
de Lima en el siglo XVII, las servidoras domesticas obtenían como salario “techo,
alimentación y, eventualmente un pago que, aunque bajo, les permitía satisfacer
algunas necesidades, incluyendo obligaciones tributarias. Según los asientos de
contratos en los protocolos notariales, a partir del gobierno de Toledo el trabajo era
evaluado en 12 pesos además de vivienda, alimentación y vestido.
(27)
Miguel Glave
(1989) ha encontrado que este pago uctuaba entre 5 a 24 pesos anuales. En algunos
casos incluía la ropa y el calzado.
(28)
4.3. Las cocineras y lavanderas
En los contratos de trabajo (documentos de archivo) se consigna que las
mujeres indígenas fueron contratadas para laborar como cocineras o lavanderas
(individualmente) o, en su defecto, para cumplir ambas funciones. La mujer
y la cocina aparecen en una relación inmutable en el tiempo y quizás sea la
permanencia de este vínculo entre lo femenino, la elaboración de alimentos y la
cocina, el sustrato sobre el cual descansa el ocio alfarero.
(29)
En cuanto al estado
civil de las cocineras y lavanderas tenemos (11 documentos): 8 casadas, 2 solteras y
1 viuda.
(26) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 7. Folio: 324.
(27) Ormeño, T. V. (1997). Migración y trabajo femenino a principios del siglo XVII: el caso de las indias
en Lima.Histórica,21(1), Pág. 135.
(28) Glave, L. M. (1989).Trajinantes: caminos indígenas en la sociedad colonial: siglos XVI-XVII. Lima:
Instituto de apoyo agrario. Pág. 355-357.
(29) LEVI-STRAUSS, Claude. La Alfarera celosa. Barcelona, Buenos Aires, México: Ed. Paidos, 1986.
Pág. 76.
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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… Paresçio una yndia… dixo llamarse maria pasña y ser
natural de la parroquia del ospital desta çiudad y con lisençia de
sevastian gutierrez su marido yndio natural de la parroquia de san
sebastian sujeto a don pedro amao concerto con dona maria francisca
ladron de quevara biuda de diego ores tiempo de un año para servir a
la suso dicha en su casa de cosinera y en lavar la rropa y en todo lo demas
que se le mandare precio de dos pieças de rropa la una de hechura y la
otra de tasa un faldellin de paño de quito las ojotas que hubiere menester
y el sustento hordinario y diez y seis pesos de a ocho rreales en plata y
para en quenta dello a rresçevido… seys pesos (13/09/1650).
(30)
CUADRO Nro. 6: CONTRATANTES DE LAS COCINERAS Y LAVANDERAS
No especican Vecinos Indígenas Cargos políticos Comerciantes
6 2 1 1 1
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Joseph Calvo. Prot. 52, Juan Flores de Bastidas.
Prot. 96, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
Los contratantes de las cocineras y lavanderas indígenas (Cuadro
N
ro.
6), fueron prioritariamente mujeres ubicadas en el rubro de las que no
especifican su condición socio-económica, vecinos, personas que ostentaron
cargos políticos, indígenas y comerciantes (mercaderes). Las funciones que
debían cumplir fueron:
1.-Le servir de cosinera y en todo lo demas que se le mandare y ocupare
(16/01/1640).
(31)
2.-Servirle en su cassa y fuera della de cosinera y lavandera y en todo lo que se le
mandare y dara quenta con pago de todo lo que se le entregare (01/06/1650).
(32)
El espacio de tiempo en el que laboraron (Cuadro N
ro.
7), oscilaba entre los
6 meses hasta los 2 años, pero, prioritariamente, por espacio de 1 año.
CUADRO Nro. 7: TIEMPO DE TRABAJO DE LAS COCINERAS Y LAVANDERAS
1 año 6 meses 2 años
9 1 1
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Joseph Calvo. Prot. 52, Juan Flores de Bastidas.
Prot. 96, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
(30) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 5. Folio: 353.
(31) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 6. Folio: 23 (reverso).
(32) ARC, Notarios, Martin Lopez de Paredes. (1650). Protocolo: 135, Registro Nro. 16. Folio: 923.
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La remuneración (monetaria y no monetaria) anual de una indígena
cocinera y lavandera oscilaba entre los 15 pesos (más 1 faldellín de paño de quito, 1
pieza de ropa de abasca
(33)
(acsu
(34)
, lliclla
(35)
y una ñañaca
(36)
), seis pares de ojotas
y de comer) hasta los cincuenta pesos (más medio real para su comida).
4.4. Las chicheras
Con respecto a la chicha debemos indicar que, en el mundo prehispánico,
la chicha fue un componente esencial en los rituales indígenas. Aparte de la chicha
destinada al común, hubo un tipo especial que servía para el culto. Su elaboración
fue una actividad muy importante que estuvo en manos de gente especializada.
(37)
Por su parte Vergara menciona que, en el periodo colonial, fueron mayormente las
indias las que continuaron preparando la chicha, bebida que por su gran demanda
entró pronto a circular en el mercado.
(38)
En consecuencia, la elaboración y venta
de chicha representó un negocio rentable debido a que esta bebida era consumida
por el grueso de la población indígena.
Particularmente en la ciudad del Cusco, las mujeres indígenas fueron las
que prioritariamente laboraron como chicheras”. Sin embargo, cabe señalar que
esta actividad no fue exclusiva de las mujeres, pues, los indígenas varones también
concertaron sus servicios para preparar esta bebida. En cuanto al estado civil de las
chicheras tenemos (11 documentos): 5 casadas y 5 solteras:
… Paresçio una yndia… dixo llamarse maria de las nieves
y sser casada con juan yupanqui y que a muchos años que anda
ausente desta çiudad sin saver donde pueda estar y que es natural
de la parroquia de san xptoval concerto con paula de barrios buida
de pedro ximenes tiempo de un año que a de empesar a correr y
contarse desde veynte y quatro deste dicho mes para servir a la suso
dicha y haser chicha de una carga de mays que le a de dar en cada
semana y todos los rrecados necesarios para hasserla de forma que
no a de poner en ello mas de traer el agua coser la chicha y venderla
y de dar seys pesos de cada carga precio de treynta pesos en rreales y
(33) K’uilkuy k’uilkuy. loc. Fina e igualmente torzalado, muy bien torzalado. EJEM: k’uilkuy k’ullkuy
awasqa, namente tejido. (J.L.P.) Pe.Aya: tullkuy tullkuy. Gobierno Regional del Cusco. (2005). Dicciona-
rio Quechua - Español – Quechua. Segunda ed., Cusco - Perú. Pág. 136.
(34) Aksu. s. tej. Vestido inka. Camiseta de mujer, ajustado al cuerpo, que dejaba ver las piernas. SINÓN:
kusma. (D.G.H.) || V. ANA. Ídem. Pág. 18.
(35) Lliklla. s. Manta tejida de hilos de lana y colores vivos, usada como mantilla por las campesinas de
la sierra. Presenta decoraciones características de acuerdo a su pueblo de procedencia. Bol: llijlla. Ídem.
Pág. 151.
(36) Ñañaka. s. tej. Tejido rectangular o cuadrangular que llevan las mujeres a la cabeza, hermosamen-
te pintadas y bordadas. SINÓN: iskayo. Ídem. Pág. 191.
(37) Ormeño, T. Óp. cit. p. 150-151.
(38) Ídem. p. 151.
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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una fanega de mays para su sustento y para en quenta de su salario
a rresçevido… diez pessos de a ocho (23/09/1650).
(39)
Las personas que contrataron a las indígenas chicheras” (Cuadro Nro.
8), primordialmente fueron personas de ambos géneros que no especican su
condición socio-económica y los comerciantes de la época (mercaderes).
CUADRO Nro. 8: CONTRATANTES DE LAS CHICHERAS
No especican Comerciantes
8 3
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Joseph Calvo. Prot. 52, Juan Flores de Bastidas.
Prot. 96, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
Las chicheras tenían que cumplir las tareas siguientes:
1. Servirla en su cassa de chichera sacando de carga y media de mais en chicha cada
semana y bendiendola dandosele todo el rrecaudo nesesario para ello y de lo que
asi bendiere dara quenta con pago (10/10/1650).
(40)
2. Servirle en su cassa o fuera della en hacer chicha cada semana se le a de sacar dos
cargas y para ello le a de dar todo lo necesario y una yndia que le ayude en hacer
chicha y dara quenta de todo lo que se le entregare (02/05/1650).
(41)
3. Servirle en vender chicha en la plaza de limapampa cada semana dos cargas de
chicha (02/03/1650).
(42)
4. Hacer chicha en su cassa y fuera della y en todo lo que se le mandare (28/09/1650).
(43)
Como podemos apreciar, en algunos casos las chicheras indígenas,
eran contratadas para la preparación y venta de la chicha, en otros casos sólo
como vendedoras (en las plazas de la ciudad o en su defecto en las casas de los
contratantes). El tiempo de trabajo (Cuadro Nro. 9) oscilaba entre 1 hasta 2 años,
pero, prioritariamente, por 1 año.
CUADRO Nro. 9: TIEMPO DE TRABAJO DE LAS CHICHERAS
1 año 2 años
10 1
(39) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 8. Folio: 359.
(40) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 8. Folio: 368.
(41) ARC, Notarios, Martin Lopez de Paredes. (1650). Protocolo: 135, Registro Nro. 16. Folio: 892.
(42) ARC, Notarios, Martin Lopez de Paredes. (1650). Protocolo: 135, Registro Nro. 16. Folio: 855 reverso.
(43) ARC, Notarios, Martin Lopez de Paredes. (1650). Protocolo: 135, Registro Nro. 17. Folio: s/f.
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Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44, Joseph Calvo. Prot. 52, Juan Flores de Bastidas.
Prot. 96, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
La remuneración anual de las chicheras fue monetaria y no monetaria,
uctuó entre los 20 pesos (más 1 fanega de maíz, 1 pieza de ropa de abasca y 1
faldellín de pañete) hasta los 50 pesos (más 1 pieza de ropa y 1 carga de maíz).
5. Mujeres indígenas no subordinadas a nivel laboral
Algunas mujeres indígenas incursionaron y se incorporaron activamente
al mercado laboral de la colonia, como una forma de ayuda a sus familias, pero
también como una forma de resistencia activa. Las mujeres no subordinadas a nivel
laboral, se caracterizaron por ser ellas quienes contrataban los servicios de otros
indígenas, algunas pertenecieron a la elite indígena cusqueña y las emprendedoras
cusqueñas del común como Ysabel Sisa (panadera), Barbola Pozo (carnicera) e
Ysabel Cisa (costurera).
CUADRO Nro. 10: MUJERES INDÍGENAS (CONTRATANTES)
N
o
Contratante Contratada
(o)
Trabajo a
realizar
Tpo. Salario Fecha
1 Juana
Poya yndia
Parroquia de
San Xpoval
Bernave
Consa
del Pueblo de
Santa Lucia
Servirle En su
cassa y fuera
della En todo
lo que se le
mandare
1 año 50 pesos corrientes de a ocho
de los quales a de bestir y le a
de dar de comer y no otra cosa
mas y para en quenta deste dicho
consierto confeso... aver rrescevido
adelantados 5 pesos
09/03/
1640
2 Juana
Chucllo
Yndia
Ynes Sisa de
la Parroquia
de San
Jeronimo
Le servir en
todo aquello
que dentro e
fuera de ssu
cassa Les
mandare.
1 año 15 pesos y dos cargas de maiz y
una pieça de rropa
26/03/
1640
3 Juana
Chucllo
yndia
Lorença
Sisa de la
Parroquia de
San Jeronimo
Le servir en
todo aquello
que dentro e
fuera de ssu
cassa Les
mandare
1 año 15 pesos y dos cargas de maiz y
una pieça de rropa
26/03/
1640
4 Doña Ysabel
Guaco Ocllo
Ursula cissa
del Pueblo de
Sumaro
Servir En su
cassa En todo
loque se le
mandare
1 año 10 pesos corrientes de a ocho
rreales El peso y una piesa de rropa
de abasca y chumbes y ojotas que
pudiere rromper y de comer y hara
todo buen tratamiento
16/04/
1640
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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Luz Amparo Ramos Ayala
5 Ysavel
Cissa yndia
panadera
Andres
Quispe
de la
Parroquia de
San Blas
Le servir en
el ministerio
de la dicha
panaderia
y en todo
aquello que
le mandare y
ocupare
1 año 60 pessos y cuando amase le a
de dar de rracion tres panes y a
rrescivido los dicho 60 pessos para
pagar sus deudas de que se dio por
contento y entregado a su voluntad
31/04/
1640
6 Lorenço
Paucar
Organista
y Francisca
Ocllo
Lucia Uma
soltera del
Pueblo de
Oropessa
Le servir en
su cassa y
fuera della en
todo lo que
le mandare y
ocupare
1 año 30 pessos de a ocho una piessa de
rropa de avasca y las ojotas que
rrompiere y para en quenta confeso
aver rrescivido 11 pessos de que se
dio por contenta y entregada a su
voluntad
04/07/
1640
7 Doña
Susana Asto
Chumbe
muger de
Don Joan
Nauton de la
Parroquia de
Santa Ana
Francisca
Payco de la
Parroquia de
Señora de
Santa Ana
ServiLLe en
su cassa en
todo lo que le
mandare y se
ofreciere
1 año 25 pessos corrientes de a ocho
rreales el peso en rreales y una pieça
de rropa de avasca y un faldellin
de pañete ac,ul y un chumbe y dos
paresa de ojotas y tres cargas de
maiz para su comer y a quenta del
dicho servicio confeso aver rrescivido
15 pessos de a ocho
17/08/
1640
8 Francisca
Ocllo de la
Parroquia
del Ospital
Juana Cisa
soltera natural
del Pueblo de
Urubamba
Le servir en
todo lo que
le mandare y
ocupare.
1 año 20 pessos y una piesa de rropa de
avasca dos cargas de maiz y para
en quenta confeso aver rrescevido
10 pesos
04/09/
1640
9 Susana
Asiuchunjur
Francisco
Naupa
del Pueblo de
Puquiura
Le servir en
todo quanto
le mandare y
quisiere ocupar
1 año 25 pessos en rreales una pieca de
rropa calson manta y camixeta tres
cargas de maiz para su sustento y
a quenta del dicho salario confeso
aver rrescibido los dichos 25 pessos
adelantados
17/09/
1640
10 Ysabel
Cisa muger
soltera de la
Parroquia de
Santa Ana
Pedro Ylla
de la
Parroquia de
Santa Ana
Le servir en su
casa y fuera
della en todo
lo que se le
mandare y
quisiere ocupar
en su casa y
fuera della y en
hazer calçones
sin hazer
fallas.
1 año 43 pesos en Reales y dellos a
de comer y bestir para en quenta
dellos conesa aver Rescibido 12
pesos corrientes de a ocho el peso
adelantados
03/10/
1640
11 Francisca
Carua de la
Parroquia de
Santa Ana
Sebastina
Cillo de la
Parroquia de
san Geronimo
Le servir de
cosinera y
labandera en
su cassa y
fuera della
6
meses
veinte y cinco pessos corrientes de
a ocho y de comer y para En quenta
confeso aver rrecevido 11 pessos y
2 rreales
02/11/
1640
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12 Ysavel Ulpa
Palla
Andres Villca
del Pueblo de
Yanquesupa
Le servirle en
todo lo que le
mandare.
2 años
y 1/2
132 pessos de a ocho rreales 21/11/
1640
13 Petrona
Ocllo
Agustina
Chaves
del Pueblo de
Acomayo
Servirle de
ama y criarle a
un niño y darle
la leche con
todo cuydado y
limpieça
1 año 13 pesos de a oho rreales y una
piesa de rropa de abasca hechura
y otra pieça de rropa de abasca ya
traido y dos faldellines de pañete
nuevas y de comer y para en quenta
confeso aver Recevido 4 pesos
23/03/
1650
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Prot. 44. Registro Nro. 6. Folios: 50 y
71 (reversos), Registro Nro. 7. Folio: s/f, Registros Nros. 8 - 10. Folios: s/f (4), Francisco Ruiz
Negrete. (1640). Prot. 289, Registro Nro. 5. Folio: 260, y Registro Nro. 11. Folio: 499 (reverso),
Joseph Navarro. (1640). Prot. 240. Registro Nro. 14. Folio: 806, Lucero Alonso Beltran. (1640-
1641). Prot. 7. Registro Nro. 11. Folio: 643, y Martin Lopez de Paredes. (1650). Prot. 135.
Registro Nro. 16. Folio: 869 (Reverso). (Elaboración propia).
5.1. Mujeres de la elite indígena cusqueña (contratantes)
Podemos identicar a mujeres indígenas de la nobleza cusqueña como
contratantes de otros indígenas (Cuadro Nro. 10), tenemos los casos de Doña
Ysabel Guaco Ocllo y Doña Susana Asto Chumbe.
El caso de Doña Susana Asto Chumbe. - Estaba casada con Don Juan
Augustin Nauton, ambos eran provenientes de la Parroquia de Santa Ana. Don
Juan Nauton ostentó el cargo de Alcalde de la referida parroquia
(44)
y además se
dedicó a otras actividades económicas:
… parecio un yndio … dixo llamarse pedro sacan natural
de la parroquia de santa ana sujeto a don juan ogosicha su casique
concerto con don juan nauton por el tiempo de un año que corre
y se cuenta desde cinco dias deste presente mes para le servirle de
yanacona harriero cargando y descargando una piara de nueve
mulas a las partes y lugares que se le mandare por el precio de
cinquenta pesos corrientes de a ocho rreales El peso y doze baras de
cordellate y Los alpargates que rrompiere y la rracion hordinaria y
para en quenta… confeso aver rrescivido diez pesos de que se dio
por contento y Entregado a su voluntad (03/03/1640).
(45)
El siguiente documento fue redactado el once de marzo de 1650:
… paresçio Un Yndio… dixo llamarse ssantiago guaman
natural de la parroquia de santa ana sujeto a don marcos carUa
(44) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 6. Folio: 266.
(45) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 6. Folio: 46 (reverso).
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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yañac su cassique concierta con juan augustin nauton alcalde de la
dha (dicha) parroquia tiempo de Un año que an de enpesar a correr
desde mañana doçe deste dicho mes de março deste pressente año
para servirle de harriero peon en las mulas que tiene el dho (dicho)
juan augustin nauton Y se Yra a las partes Y lugares a donde le fuere
mandado cargando Y descargando Una piara de nuebe mulas por
el precio de sesenta pessos Y los alpargates que Ubiere menester Y
la rraçion hordinaria para su sustento y mas Una mula ensillada de
camino para que el dho (dicho) santiago guaman baya arreando en
el Y confeso aver rresçevido diez pessos adelantados.
(46)
De los documentos antes expuestos podemos denotar que Don Juan y
Doña Susana pertenecieron a la elite indígena cusqueña, esta posición les permitió
tener la solvencia económica sufícientemente como para poder contratar a otros
indígenas. En el caso de Doña Susana contrata a una indígena para el servicio
doméstico en su hogar y Don Juan contrata en 1640 y 1650 arrieros para la
atención, cuidado y guiado de su piara de 9 mulas, para 1630 una mula tenía el
costo de 50 pesos aproximadamente, es decir, tenían 500 pesos (mulas) sin contar
los productos que eran enviados en la piara de mulas.
5.2. Emprendedoras indígenas cusqueñas
La consolidación socioeconómica colonial logró su cometido en gran
parte gracias a la ayuda del grueso de la población indígena, quienes laboraron
(subordinados y no subordinados) en los distintos espacios ofrecidos por el nuevo
mercado laboral. En este contexto existieron emprendedoras indígenas (del común)
cusqueñas, quienes iniciaron y encaminaron sus propios negocios. Con la ayuda del
rastro que permite la documentación registrada de la época, podemos señalar que
hubo panaderas, carniceras y costureras. Y las hallamos realizando la contratación de
servicios de otros indígenas para que puedan ayudarles en sus negocios y en otras
actividades económicas: vendiendo y requiriendo dinero de los mercaderes. Cabe
aclarar que no menciono a aquellas que no fueron registradas en los documentos
de la época, es decir, aquellas que no requirieron de contratar a otros indígenas (al
menos no con un contrato legal) probablemente; dentro de este grupo de mujeres,
se hallan los antecedentes de las actuales mujeres del mercado o katu.
(47)
El caso de Barbola Poço (carnicera), fue una mujer indígena, cuyo
cónyuge fue Geronimo Anticussi, ambos carniceros (naturales de la Parroquia de
San Sebastián – Cusco). El 22 de septiembre de 1620:
(46) ARC, Notarios, Juan Flores de Bastidas. (1649-1650). Protocolo: 96, Registro Nro. 6. Folio: 266.
(47) Qhatu. s. Mercado, tienda, almacén, venta, puesto de ventas, negocio. SINÓN: churakuy. Pe.Aya:
tachiy, rantiy. Pe.Jun: lantina. Ec: katu. Gobierno Regional del Cusco. (2005). Diccionario Quechua - Espa-
ñol – Quechua. Segunda ed., Cusco - Perú. Pág. 256.
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… pedro salca y francisco cutipa francisco guamay Blas
quispe diego cuchu quispe anticussi geronimo anticussi francisco
timay condor yndios carniceros rresidentes en esta ciudad conserto
con francisco de Ontiveros por tiempo desde veinte de octubre venidero
deste presente año para que el suso dicho se obliga de dar y entregar a
los dichos carniceros quatro mil carneros de castilla de dos años Para
arriba cada mes Un mill dellos puestos y entregados en los pastos de
la redonda y jurisdiccion ciudad donde los dichos yndios carniceros
le señalasen y el dicho entrego a de hazer. desde veinte de octubre
venidero deste presente año y se le ha de dar un yndio pastor para que el
dicho ganado en los dichos pastos y los dichos yndios carniceros por el
precio Por cada uno dellos Lan de pagar todos juntos a rrazon de a ocho
rreales por cada cabeza y en esta forma al n de cada mes le an de dar
quenta con pago de lo que asi gastaren y asi mismo de dar y pagar al
dicho yndio michi que guardare el dicho ganado cada un dia un real.
(48)
El siguiente documento fue redactado el 12 de diciembre de 1630:
… Nos geronimo anticussi y barbola poço su muger yndios
carniceros y yo el suso dicho siego de la vista corporal naturales que
ssomos de la parroquia de san sebastian de esta ciudad del cuzco
del piru vende a francisca de sandi muger soltera rresidente en
esta ciudad que esta presentem un pedaço de solar con dos buhios
cubiertos de paxa que e y tenemos en la parroquia de san blas en el
asiento de chirripaccha por el precio de ducientos y quarenta y nueve
pessos de a ocho el peso que nos da y paga en rreales de contado.
(49)
De los documentos antes expuestos podemos denotar que el cónyuge de
Barbola Poço se reconocía y se dedicaba a ser carnicero desde 1620. Para 1630
hallamos que participa de la venta de una propiedad ubicada en la Parroquia de
San Blas, notamos que ella reside en la parroquia de San Sebastián, pero cuenta
con otra propiedad ubicada en otra parroquia.
El caso de Ysabel Sisa (Panadera). – Fue otra emprendedora indígena, su cónyuge
fue Pedro Chuque, en los documentos se le denomina yndia panadera. Según, el siguiente
documento, Ysabel Sisa contrata a Andrés Quispe para que trabaje en su panadería:
… parecio un yndio... dixo llamarse andres quispe y ser natural
de la parroquia de san blas sujeto a don diego canatopa su casique
concierta con ysavel cissa yndia panadera tiempo de un año que a de
correr y contarse desde oy en adelante para le servir en el ministerio de la
(48) ARC, Notarios, Domingo de Oro. (1620). Protocolo: 252, Registro Nro. 13. Folio: 645.
(49) ARC, Notarios, Lucero Alonso Beltran. (1630). Protocolo: 1, Registro Nro. 1. Folio: 585.
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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dicha panaderia y en todo aquello que le mandare y ocupare por el precio
de sessenta pessos y cuando amase le a de dar de rracion tres panes y a
rrescivido los dicho sessenta pessos para pagar sus deudas de que se dio
por contento y entregado a su voluntad (31/06/1640).
(50)
Las deudas contraídas por lo indígenas (probablemente por tributos)
los impulsaron a incursionar en el campo laboral de la colonia. Al ser contratado
Andrés Quispe pagó su deuda, pero tendría que trabajar un año.
En siguiente documento se denomina obligación”:
“SSePan quantos esta carta vieren como yo blas menacho
mercader morador en esta ciudad del cuzco del piru a ysabel sisa
yndia panadera muger legitima de pedro chuque la cantidad de
sesenta y un pesos corrientes de a ocho rreales el pesso para primero
del mes de agosto que viene deste presente año(29/03/1650).
(51)
10 años más tarde Ysabel Sisa (panadera), adquiere una deuda por el monto
de 61 pesos, el prestamista es un mercader (caracterizado por relacionarse con
compradores, proveedores, prestamistas y acreedores),
(52)
lo cual puede dar cuenta
de la activa participación de Ysabel Sisa dentro de la estructura socio-económica
colonial.
6. Diferencias salariales entre mujeres y varones indígenas
El presente estudio no se encargará de determinar los factores en cuanto
a las brechas salariales entre varones y mujeres, concretamente, nos interesa
visibilizar que las diferencias salariales entre hombres y mujeres indígenas presentan
antecedentes coloniales especícamente en el caso del Cusco y del Virreinato
peruano.
Cabe aclarar, que en el cuadro Nro. 11 se muestra los salarios monetarios
percibidos por los indígenas de ambos géneros. Sin embargo, la remuneración
laboral de los indígenas adicionalmente constaba de vestido, alimentación,
vivienda y otros relacionados. El vestido de las mujeres indígenas (que conformaba
parte de la remuneración percibida), representa en nuestra época de estudio una
forma de resistencia a la nueva estructura colonial, pues se conserva gran parte
de las formas y usos del vestido prehispánico. Sin embargo, fueron los varones
indígenas (maestros y ociales) quienes iniciaron adoptando la vestimenta de los
invasores.
(50) ARC, Notarios, Alonso Calvo. (1639-1640). Protocolo: 44, Registro Nro. 7. Folio: s/f.
(51) ARC, Notarios, Lorenzo Messa Andueza. (1620). Protocolo: 177, Registro Nro. 10. Folio: 460.
(52) Mazzeo, C. A. (1994).El comercio libre en el Perú: las estrategias de un comerciante criollo, José Anto-
nio de Lavalle y Cortés, Conde de Premio Real, 1777-1815. Univ. Católica Perú. Pág. 104.
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REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS AÑO LXXI N° 11 / 2019 ISSN 2519-7592
Las diferencias salariales son saltantes, las mujeres indígenas a pesar que
incursionaron activamente en el mercado laboral, el valor de su trabajo (mano de
obra) es inferior en comparación con los indígenas varones. Esta marcada diferencia
representa el inicio de la construcción de la gura de la mujer peruana subordinada
(y tal cual subsiste hasta hoy).
CUADRO Nro. 11
SALARIO ANUAL MONETARIO DE LA POBLACIÓN INDÍGENA CUSQUEÑA (1600-1650)
Mujeres indígenas Varones indígenas
Amas de leche: salario mínimo 12 pesos Arriero: salario mínimo 30 pesos
Amas de leche: salario máximo 20 pesos Arriero: salario máximo 140 pesos
Empleada doméstica: salario mínimo 10 pesos Yanacona: salario mínimo 20 pesos
Empleada doméstica: salario máximo 50 pesos Yanacona: salario máximo 104 pesos
Cocinera y lavandera: salario mínimo 15 pesos Yanacona arriero: salario mínimo 26 pesos
Cocinera y lavandera: salario máximo 50 pesos Yanacona arriero: salario máximo 120 pesos
Chicheras: salario mínimo 20 pesos Yanacona labrador: salario mínimo 12 pesos
Chicheras: salario máximo 50 pesos Yanacona labrador: salario máximo 90 pesos
Fuente: ARC, Notarios, Alonso Calvo. Prot. 44-45, Domingo de Oro. Prot. 263, Francisco
Hurtado. Prot. 119, Francisco Ruiz Negrete. Prot. 289, Joseph Calvo. Prot. 52, Joseph Navarro.
Prot. 240, Juan Flores de Bastidas. Prot. 96, Lorenzo Messa Andueza. Prot. 177, Luis Diez de
Morales. Prot. 65, y Martin Lopez de Paredes. Prot. 135. (Elaboración propia).
Finalmente, pese a los esfuerzos de las mujeres indígenas (subordinadas
y no subordinadas) por integrarse y acomodarse al naciente mercado laboral, se
puede apreciar que las oportunidades laborales y los salarios percibidos, fueron más
ventajosos para los indígenas del género masculino.
7. Conclusiones:
1. La desestructuración colonial trajo como consecuencia una nueva situación
socio-económica, ante esa situación, las familias indígenas, en especial las
mujeres indígenas, responden activa y pasivamente. La respuesta de las
mujeres indígenas, es una respuesta activa, puesto que incursionan a la
nueva economía como subordinadas (del común) y como no subordinadas
(de la élite y del común). Las mujeres subordinadas trabajan como amas de
leche (nodrizas), cocineras, lavanderas, empleadas domésticas y chicheras,
mientras que las no subordinadas son panaderas, carniceras y costureras,
pero, principalmente tienen la capacidad de contratar los servicios laborales
de otros indígenas.
Las Mujeres Indígenas y su Incursión Laboral en la Colonia: Los Contratos de Trabajo en Cusco (1600-1650)
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2. Las diferencias salariales son saltantes, la mano de obra las mujeres
indígenas, a pesar de que se incorporaron activamente al mercado
laboral, vale mucho menos; presenta claras condiciones de
subordinación (condiciones totalmente diferentes) y se empieza a
construir la figura de la mujer subordinada (intendentes coloniales),
condición que subsiste hasta hoy adscrita a labores domésticas en el
que todos sus trabajos son menospreciados. Hay una feminización de
ciertos trabajos en la época colonial como es el caso de las chicheras
(antes, los indígenas varones también se dedicaban a esta labor). La
remuneración económica colonial no fue una economía monetarizada
al 100%. El salario de los indígenas fue monetario y no monetario -en
donde el vestido, alimentación, y otros- formarían parte del salario de
éstos.
3. Hay que destacar el rol de las mujeres indígenas pudientes
económicamente en la Colonia, algunas de ellas son subsistentes de la
nobleza indígena y se les puede conocer con el epíteto de doña, fueron
las que contrataron mano de obra indígena. Otro grupo de ellas estará
denido por las indígenas emprendedoras (del común), son el germen
de las empresarias, son mujeres comerciantes que contratan mano de
obra indígena.
4. Hace falta más investigaciones sobre la manera de cómo la nueva
economía incorpora al sujeto indígena al nuevo mercado laboral y, sobre
todo, conocer cómo las mujeres se incorporan y son absorbidas en este
escenario colonial a la nueva economía, a partir de eso la construcción
de la femineidad es una construcción colonial. Hace falta estudios para
conocer cómo fue esa construcción colonial.
Bibliografía
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Alonso Calvo. Protocolos: 44-45
Antonio Salas. Protocolo: 293
Cristobal de Luzero. Protocolo: 166
Diego Gaitan. Protocolo: 112
Domingo de Oro. Protocolos: 252 y 263-264
Francisco Hurtado. Protocolo: 119
Francisco Ruiz Negrete. Protocolo: 289
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Joan de Olave. Protocolos: 243 y 249
Joseph Calvo. Protocolo: 52
Joseph Navarro. Protocolo: 240
Joseph Solorzano. Protocolo: 308
Juan Flores de Bastidas. Protocolo: 96
Lorenzo Messa Andueza. Protocolo: 177
Lucero Beltran Alonso. Protocolos: 1 y 7
Luis Diez de Morales. Protocolos: 65-66 y 78
Martin Lopez de Paredes. Protocolo: 135
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