El papel de las orientaciones de valor, creencias medioambientales en la
conducta ecológica responsable
The role of value orientations, environmental beliefs in ecologically
responsible behavior
Recibido: 19 /11/ 2018 | Aceptado: 24/05/ 2019
Liz Salinas
1,2
Ana Cornejo
1,2
, Daniel Carbajal
1,2
, Andy Alvarado
1,2
, Rocío León
1,2
, Fredy
S. Monge Rodríguez
1,2
1
Centro de Investigación Ambiente, Comportamiento y Sociedad (CIACOMS). Cusco, Perú
2
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Cusco,Pe
Autor de correspondencia: lizsalinasrojas@gmail.com
RESUMEN
El modelo del valor, las normas y las creencias hacia el medio ambiente (V-N-C) planteado
por Stern et al, 1999, propone que las conductas ecológicas pueden explicarse a través de
los valores, las creencias medioambientales y las normas personales; según este modelo se
considera a los valores como determinante directo de la conducta, el problema
medioambiental por el que atravesamos es más una crisis de conducta, donde es necesario
Evaluar a los actores; para conocer los procesos psicológicos que se desarrollan antes de
una conducta. El objetivo de este estudio es comprobar la capacidad predictiva de las
orientaciones de valor que guían las conductas ecológicas responsables en pobladores del
distrito de Santiago Cusco. Se utilizó un enfoque cuantitativo no experimental y de tipo
Ambiente, Comportamiento y Sociedad. 2020, 2(2), 66-89.
DOI: https://doi.org/10.51343/racs.v3i2.417
90
descriptivo correlacional. Se trabajó con una muestra de 219 pobladores de 18 a 60 años de
edad, que respondieron a tres escalas. La primera, mide las orientaciones de valor, la
segunda, creencias medioambientales y el tercer cuestionario mide comportamientos
proambientales. Se observó que el grado de instrucción, el valor biosférico y la creencia de
vivir en equilibrio con la naturaleza influyen directamente en la conducta ecológica, siendo
así que las creencias medioambientales actúan como variables mediadoras. Estos resultados
confirman que los sujetos combinan sus valores y creencias para construir conductas
favorables hacia el medio ambiente.
Palabras clave: Orientación de valores, creencias medioambientales y conducta ecológica
responsable.
ABSTRACT
The model of value, norms and beliefs towards the environment (V-C-N) proposed by Stern
et al., Proposes that ecological behaviors can be explained through values, environmental
beliefs and personal norms. The objective of this study was to analyze the relationship of
value orientations, environmental beliefs and responsible ecological behavior, in residents
of the Santiago - Cusco district. A non-experimental quantitative and descriptive
correlational approach was used. We worked with a sample of 219 residents from 18 to 60
years of age, who responded to three scales. The first, measures the value orientations
(selfish, altruistic and biospheric), the second, environmental beliefs and the third
questionnaire measures pro-environmental behaviors. In the evaluated inhabitants, the
predominance of values of biospheric orientation and beliefs that suggest that humanity is
abusing the environment, were observed thus environmental beliefs act as mediating
67
66
variables. These results confirm that the subjects combine their values and beliefs to
construct favorable behaviors towards the environment.
Keywords: values orientation, environmental beliefs and responsible ecological behavior.
Introducción
En los últimos años se va evidenciando un interés creciente sobre el estudio de la
conducta ecológica responsable, debido al evidente deterioro del entorno; cuya causa
fundamental ha sido la acción propia del hombre, con la utilización indiscriminada de los
recursos naturales. La degradación ambiental acelerada se atribuye, en gran parte, al
comportamiento del ser humano, es así, que los investigadores se han centrado en generar
conocimientos que puedan cambiar o modificar el comportamiento humano
(Gonzales,2003; Oskamp, 2000; Vozmediano, San Juan y Rodríguez, 2004).
Como señala Oskamp (2000), sobre esta problemática ambiental, las ciencias
sociales juegan un papel importante, porque todos estos problemas los causa el hombre y
solo puede ser revertido por el ser humano. En esta línea Stern y Aronson (1984), indica
que la única vía para poder superar esta crisis es estudiando la implicancia de los actores.
Sin embargo, la posible solución de estos problemas ambientales ha demostrado ser
complicada debido a muchos factores que implican el comportamiento ambiental, además
de ello, esto no se puede evidenciar inmediatamente y en muchos casos no afecta
directamente (Leary, Toner y Gan, 2011). Un ejemplo claro es que, muchas personas creen
que el calentamiento global y sus consecuencias son inciertas y que no se ven en estos
momentos, sino más bien podría evidenciarse en un futuro (Clemente, Henning y
Osbaldiston, 2014; Gifford, 2011).
68
Es por ello, que, la implicancia de la vida futura del planeta ira en aumento a
medida que los daños ambientales se hagan más evidentes, un claro ejemplo es el cambio
climático, siendo uno de los fenómenos que más ha contribuido a la crisis ambiental,
observándose la disminución de la capa de ozono probablemente por la alta emisión de
gases, el aumento de enfermedades y problemas en la salud de las personas (Gonzales,
2002). Muchas de las investigaciones que han venido desarrollándose sobre
comportamientos ambientales, se han direccionado a la comprensión de los determinantes
de la conducta ecológica responsable, y de las acciones que ayuden a la protección y/o
conservación del medio ambiente, entre ellas están: el ahorro, reciclaje, conservación de
energía, reducción de la contaminación y de residuos. (Axelrod y Lehman, 1993;
Grob,1990).
Definimos a la conducta ecológica como la acción que realiza la persona, de forma
individual o colectiva, en beneficio de la conservación de los recursos naturales
(Castro2001, p. 18). Desde un enfoque psicosocial, las conductas proambientales se han
estudiado mediante los valores, creencias y actitudes semejantes a la consciencia
ecológica (Aragonés y Amérigo, 1991; Stern, 1992; Berenger, Corraliza, Martin y Oceja,
2001). Desde el modelo del valor, las normas y las creencias hacia el medio ambiente (V-
N-C) planteado por Stern, Dietz, Abel, Guagnano y Kalof (1999) y Stern (2000).
Corraliza y Berenger (2000) identifican dos factores determinantes en la conducta
ambiental: los valores y las creencias.
Partimos refiriendo que los valores son variables que actúan como guías de nuestras
acciones (Rokeach, 1968. p. 160). Se dice que los valores juegan un papel importante en el
análisis de costos y beneficios de acción respecto al medio ambiente (Payne, Bettamn y
69
Johnson, 1992). Los valores activaan la norma personal a raíz de sentimientos de
obligación moral; por otor lado, las creencias nacean a partir del análisis de costos y
beneficios que el ser humano realiza a partir de las consecuencias de sus propias conductas.
De acuerdo como se dé la interacción de los valores y las creencias, y qué papel jueguen las
creencias, ya sean facilitadores o inhiban la realización de determinada conducta,
adquirirán consistencia, dando como resultado final, la conducta ambiental o, por el
contrario, surgen conflictos y la conducta no termina por realizarse.
Según Stern, Dietz y Kalof (1993); Stern y Dietz (1994) los valores influyen
directamente en la intención de realizar conductas ambientales e, indirectamente mediante
las creencias. Utilizando la clasificación de los valores universales de Schwartz (1992),
divide en tres grupos. Primero, los principios guías de las personas que estén representadas
por la preocupación de uno mismo se consideran valores de orientación egoísta, la segunda
clasificación se refiere a los que representan preocupaciones por las especies y la bioesfera
en su conjunto, se denominan valores de orientación bioesférica; en tercer lugar, todos
aquellos principios guías que van dirigidas a la preocupación de las demás personas, se
conoce como valores de orientación social o altruista. De este modo, los autores indican
que las personas combinan sus valores y creencias para construir actitudes que guiaran sus
actos” (p.80). En este sentido, los valores serian como filtros que regulan la información
que la persona recibe, que después se evaluada, si esta información se asemeja a los
valores individuales, se desarrollaran creencias positivas frente a la acción que se va
realizar.
70
Considerando estos planteamientos, decimos que si en una persona prima una
orientación de valores bioesféricos, se esperaría que sus creencias capten todo aquello que
tenga que ver con el cuidado del medio ambiente, por otro lado, si una persona está
orientada en valores egoístas, sus creencias se desarrollaran viendo posibilidades de
conducta que solo le favorezca a ella misma, por el contrario, si la persona está orientada a
valores altruistas, sus creencias estaan dirigidas a preocuparse por los demás, y cómo su
conducta afectaría a los demás. Junto a esta última orientación de valor altruista, el modelo
del V-N-C se basa en los principios del “Nuevo Paradigma Ecológico (NEP) (Dunlap y
Van-Liere, 1978; Dunlap, Van-Liere, Mertig y Jones, 2000). Con este nuevo movimiento
ecologista, se da paso a una nueva forma de entender la relación de las personas con el
medio ambiente y la naturaleza, basados en la opinión y las creencias que la población
concibe del medio ambiente, haciendo que las personas sean más conscientes de lo
importante que es vivir en equilibrio con la naturaleza, respetando las limitaciones de ella
misma.
Desde estos postulados, nos basamos en el modelo VNC, que considera, que, para
que se llegue a una conducta pro ambiental, se necesita de otras variables, estos autores
afirman que cada variable influenciara directamente a la siguiente, estableciendo una
relación de tipo causal entre las variables (Stern, Dietz y Guagno, 1999; Stern, Dietz, Kalof
y Guagno, 1999).
En un primer nivel se encuentra las orientaciones de valores, clasificados por los
autores como valores biosféricos, altruistas y egoístas (Stern et al., 1999). A su vez, estos
valores influirán en la formación de creencias generales que las personas tienen sobre la
naturaleza y sobre sus relaciones con el medio ambiente (NEP). El nivel de arraigo que
71
tenga la persona respecto a estas creencias generales, provoca en ella una mayor o menor
concienciación de las consecuencias de su conducta para el medio ambiente (AC). Esta
concienciación, junto con la adscripción de responsabilidad (AR), desembocará en la
activación del sentimiento de obligación moral hacia el medio ambiente, denominado
norma personal (NP). Esta última variable del modelo será la que lleve directamente a la
puesta en marcha del comportamiento pro ambiental.
Figura 1
Modelo Valor, Normas y Creencias hacia el medio ambiente
VALORES CREENCIAS
NORMA
PERSONAL
CONDUCTA
Bioesféricos
Altruista
NPE AC
AR NP
C
Egoístas
NPE= Escala del Nuevo Paradigma Ecológico (Dunlap et al. 1978;
2000).
AC= Creencias específicas sobre condiciones ambientales.
AR= Adscripción de responsabilidad.
Nota: de Stern, 2000
Sobre la base de este modelo, propuesto por Stern et al. (1993), y desarrollada en
Stern 2000, los autores que refieren la importancia de los valores, las creencias y la norma
personal como guías de conductas ecológicamente responsables, alineamos nuestro estudio
al presente modelo.
72
f
%
18 a 30 años
117
53%
Grupos etarios
31 a 45 años
59
27%
45 a 60 años
43
20%
Total
219
100%
f
%
0
105
48%
1
30
14%
2
36
16%
3
16
7%
4
21
10%
5
6
3%
Metodología
Participantes
La muestra está conformada por 219 habitantes del distrito de Santiago de la ciudad
del Cusco, de los cuales el 50% (n=110) son mujeres y el 50% (n=109) son varones, la edad
de los participantes oscila entre 18 a 60 años. El 55% (n=120) alcanzaron estudios
superiores ya sean completos o incompletos y el 22% (n=48) alcanzaron nivel secundario.
De acuerdo a nuestros resultados encontramos que las personas que no tienen hijos (n=105)
siendo los de mayor porcentaje con 48% y el 16% tiene 2 hijos (n=36). La inclinación
religiosa predominante en la muestra es la adventista, con un porcentaje de 55% (n= 120) y
el 22% (n=48) pertenece al evangélico. En el ingreso mensual que cada habitante percibe,
se observa dos mayoas de los que perciben 850 a 1200 soles obteniendo un porcentaje de
29% (n=64) y los que oscilan entre de 1250 a 2000 soles también con 29% (n=64). Creando
grupos por tiempos de residencia encontramos que el 42% (n=92) reside de 16 a 20 años en
el distrito de Santiago y el 41% de 1 a 15 años (n=91).
Tabla 2
Modelo Valor, Normas y Creencias hacia el medio ambiente
Número de hijos
73
Procedimiento
La recolección de datos se realizó a los habitantes del distrito de Santiago Cusco,
con la participación de alumnos voluntarios de la Escuela Profesional de Psicología, se
4
2%
1
0%
Total
219
100%
f
%
18
8%
48
22%
Grado de instrucción
26
12%
120
55%
7
3%
Total
219
100%
f
%
18
8%
48
22%
Religión
26
12%
120
55%
7
3%
Total
219
100%
f
%
23
11%
37
17%
Ingreso mensual
64
29%
64
29%
31
14%
Total
219
100%
f
%
90
41%
91
42%
Años de residencia
26
12%
12
5%
Total
219
100%
74
administró tres cuestionarios, donde se explicó brevemente los pasos a seguir para el
correcto llenado. Se aclaró que su participación es voluntaria y anónima. Se entregó el
consentimiento informado. Así mismo, se le pidió que respondieran de manera sincera ya
que no había respuestas correctas ni incorrectas. La duración estimada de los instrumentos
oscila entre 20 y 30 minutos.
El procedimiento que se empleó fue el siguiente: se entrevistó en 8 avenidas y 9
urbanizaciones, según datos del diagnóstico del área de urbanización de la Municipalidad
Distrital de Santiago, donde se encuestó a 10 personas por avenida y 20 personas por
urbanización, en las avenidas tocamos 5 casas al azar y 5 personas que se encuentren
descansado en los parques o plazas del distrito, el mismo procedimiento en las
urbanizaciones tocamos 10 casas al azar y 10 a personas de a pie.
Variables e instrumentos de medida
Las variables que se consideran en este estudio son las siguientes: orientación de
valores (bioesféricos, social/altruistas y egoístas), creencias medioambientales y conducta
ecológica responsable.
Los instrumentos que se utilizaron para medir dichas variables, se muestran a
continuación:
Orientación de valores
Los valores bioesféricos se definen como aquellos principios que guían la vida de
las personas, estos valores representan preocupación por las especies y la biosfera en su
conjunto. Los valores sociales/altruistas son definidos como aquellos principios que guían
75
la vida de las personas, que están representadas por la preocupación por el bienestar de
otras personas.
Los valores egontricos/egoístas, han sido definidos como aquellos principios que
guían la vida de las personas que representan preocupación por uno mismo. A los
participantes del estudio se les presento un listado de 13 valores que evaluaron en qué
medida estos valores eran importantes "como principio rector en sus vidas "en una escala
Likert de nueve puntos que va desde -1 = opuesto a mis valores, 0 = no importante, a 7 =
extremadamente importante. Se utilizó una versión corta de la escala de valores de
Schwartz, desarrollada por (De Groot y Steg, 2008).
Creencias del nuevo paradigma ecológico (NEP)
Stern, et al. (1999) y Stern (2000a), definen como aquellas visiones generales sobre
el mundo, formas de pensar que los individuos crean a partir de su relación con el medio
ambiente y la naturaleza. También, se afirma que las creencias sirven como una estructura o
mapa mental que guía los procesos cognitivos y motivacionales. (Pato y Tamayo, 2006).
Así mismo son metas deseables. Se utiliza una versión traducida al castellano en Chile del
NEP-R de (Dunlap; Van Liere; Mertig y Robert, 2000) y por (Moyano, 2011), manteniendo
sus 16 ítems y el formato de respuesta likert de cinco puntos (1=fuertemente en desacuerdo,
2 =en desacuerdo, 3=ni de acuerdo ni en desacuerdo, 4 = de acuerdo y 5 = fuertemente de
acuerdo), distribuidos en cuatro dimensiones: Equilibrio de la naturaleza tems 3 y 13),
Límites Ecológicos (ítems 1 y 11), Dominio humano (ítems 2), y Catástrofe ecológica
(ítems 5, 10, 15 y 16).
76
Conducta ecológica responsable
Es el conjunto de actividades humanas cuya intención es contribuir a la protección
de los recursos naturales o al menos reducir el deterioro ambiental (Pato y Tamayo, 2006).
Así mismo Axelrod y Lehman (1993); Grob (1990) definen como aquellas acciones que
ayudan a la protección y/o conservación del medio ambiente, como reciclar productos,
reducir residuos sólidos, conservar energía, reducir la contaminación y entre otras
actividades que vayan dirigidas en pro de la naturaleza. El cuestionario se diseñó partiendo
de la sub- escala de Compromiso Actual de la escala ecológica de Maloney y Ward, 1973;
1975, que mide comportamientos pro ambientales. El cuestionario final de medición de
conductas pro ambientales persigue medir la realidad de las conductas de carácter pro
ambiental realizadas por los informantes, en base a la frecuencia de realización de las
mismas en el último año. Está constituido por 23 ítems que presentan situaciones
específicas que pudiera darse, la escala de medición fue de nunca o raramente (-del 10%),
ocasionalmente (cerca del 30%)”, a veces (cerca del 50%)”, frecuentemente (cerca del
70%)” y normalmente (cerca del 90%).
Análisis de datos
Para comprobar las hipótesis planteadas, se utilizó códigos personales que permita
tener un mejor orden e identificación de los cuestionarios respectivos. Los datos fueron
agrupados y codificados en el programa Excel. Luego se analizó en el paquete RStudio,
hallando consistencia interna de las variables para medir la fiabilidad de los cuestionarios.
Posteriormente, se realizó una prueba de normalidad (K-S), para observar si los datos eran
paramétricos o datos no paramétricos. Seguidamente obtuvimos las correlaciones de las
77
variables de estudio. Finalmente se realizó regresiones lineales para analizar la influencia
de las variables independientes, como la de los valores, creencias sobre la dependiente, es
decir, la inclinación a una conducta ecológica responsable.
Resultados
Primeramente, mostramos los hallazgos descriptivos para las orientaciones de
valor, creencias medioambientales y conducta ecológica responsable en los pobladores del
distrito de Santiago, para tal sentido distribuimos los puntajes en cinco niveles (muy bajo,
bajo, medio, alto y muy alto).
Tabla 2
Frecuencias descriptivas de los niveles de Conducta Ecológica, Creencias y Valores
f
%
Alto
74
33.80%
Conducta
Medio
130
59.40%
Bajo
15
6.80%
Total
219
100%
f
%
Alto
20
13.70%
Creencias
Medio
153
69.90%
Bajo
46
21.00%
Total
219
100%
f
%
Alto
16
7.35%
valores
Medio
158
72.10%
Bajo
45
20.50%
Total
219
100%
Seguidamente mostramos las correlaciones entre las variables y como estas se
correlacionan con las dimensiones de cada variable de estudio. Para el estudio de las
posibles asociaciones existentes entre las variables y dimensiones en estudio se plantea el
78
uso del coeficiente de correlación de Spearman. Indicador que da valores de -1 a 1 donde
un valor 0 indica existencia nula de asociacn, de -1 y 1 indican asociación perfecta, -1
indicando asociación inversa y 1 asociación directa.
Tabla 3
Relación entre las dimensiones del cuestionario de valores y creencia medio ambientales
Limitaciones del
Pensamiento
Equilibrio
Responsabilidad
Crisis
crecimiento
antropocéntrico
naturaleza
humana
ecológica
Correlación
-0.01
-0.03
0.08
-0.14
-0.04
Dimensiones
Spearman
Sig.
(bilateral)
<0.934
<0.711
<0.247
<0.037
<0.513
Correlación
Altruista
Spearman
0.1
-0.13
0.14**
-0.07
0.05
Sig.
(bilateral)
<0.141
<0.062
<0.034
<0.288
<0.429
Correlación
Bioesférico
Spearman
0.11 **
-0.11
0.07
-0.09
0.04
Sig.
(bilateral)
<0.121
<0.108
<0.336
<0.187
<0.541
Se encontró mediante la cnica de asocian de Spearman dos asociaciones de las 15
posibles. Existe relación inversa con un indicador de -.14 significativa entre la dimensión
egoísta y responsabilidad humana, esto indicaría que las personas egoístas que les importe
el poder social, tener más dinero, ser ambicioso, tener un reconocimiento social son menos
responsables, piensan que ellos tienen poder sobre la naturaleza y lo que pase no es
responsabilidad de ellos. Así mismo existe correlación directa con un indicador de .14
significativa entre la dimensión altruista y equilibrio con la naturaleza, a mayor altruismo,
un mundo de paz mayor equilibrio con la naturaleza, pensar que la naturaleza es delicada.
79
Tabla 4.
Relación entre las dimensiones del cuestionario de valores y conducta ecológica
responsable
Información
y
Activista
Mercadeo
Reciclaje
Evitación
Ahorro
apoyo
público
Correlación
Egoista
Spearman
0.11
0.28**
0.15
0.19**
0.22**
0.21
Sig.
(bilateral)
<0.096
<0.000
<0.030
<0.005
<0.001
<0.002
Correlación
Altruista
Spearman
0.10**
0.22**
0.13
0.29**
0.18**
0.36**
Sig.
(bilateral)
<0.144
<0.001
<0.056
<0.000
<0.009
<0.000
Correlación
Bioesférico
Spearman
0.18**
0.28**
0.12
0.15**
0.18**
0.36**
Sig.
(bilateral)
<0.008
<0.000
<0.070
<0.023
<0.005
<0.000
En el estudio se encontró dos asociaciones. Existe correlación significativa con la
dimensión altruista y bioesférico con el ahorro. A mayor altruismo, el pensar en vivir de
forma igualitaria, en mundo honesto ayudando al prójimo, mayor se la capacidad de
ahorro de utilizar lo justo y necesario. Del mismo modo las personas que tengan el intes
de respetar el medio ambiente, pensar que es importante vivir en unión con la naturaleza
también serán personas que opten por ahorrar y tengan conductas como de utilizar el papel
de trabajo por las dos caras a manera de reciclaje
80
Tabla 5
Relación entre las dimensiones del cuestionario de creencias medio ambientales y
conducta ecológica responsable
Dimensiones
Información
y
Activista
Mercadeo
Reciclaje
Evitación
Ahorro
apoyo
público
Limitaciones del
Correlación
-0.2
-0.6
0.7
0.5
0.14**
0.14*
crecimiento
Spearman
Sig. (bilateral)
<0.74
<0.37
<0.33
<0.45
<0.03
<0.04
Pensamiento
Correlación
-0.03
-0.05
-0.05
-0.12
0.07
-0.04
antropocentismo
Spearman
Sig. (bilateral)
<0.65
<0.48
<0.50
<0.07
<0.31
<0.52
Equilibrio
Correlación
0.07
0.18*
0.13*
0.15*
0.18**
0.26**
naturaleza
Spearman
Sig. (bilateral)
<0.312
<0.01
<0.06
<0.03
<0.00
<0.00
Responsabilidad
Correlación
0.01
-0.03
0.01
-0.08
0.01
0.10**
humana
Spearman
Sig. (bilateral)
<0.92
<0.71
<0.86
<0.24
<0.91
<0.12
Crisis
Correlación
-0.04
-0.06
0.04
0.05
0.05
0.15**
ecológica
Spearman
Sig. (bilateral)
<0.61
<0.42
<0.60
<0.44
<0.44
<0.02
Se encontró que existe una correlación significativa entre el equilibrio de la naturaleza,
dónde sean conscientes y piensen que el hombre está causando el deterioro del medio
ambiente mayor se grado de ahorro de tener comportamientos que mitiguen la
contaminación ambiental y por ende el deterioro de la misma. Es así entonces que cuando
se tiene consciencia del mal que le hacemos a nuestro planeta también optaremos por evitar
consumir productos que empeoren esta situación, mejoraremos en nuestras actitudes de
consumidores. Esto mismo lleva a tener conductas de activista público, de supervisar y
fiscalizar que la gente no bote basura a la calle, reclamar si es necesario; el tener
consciencia ambiental generara el amor y el cuidado hacia nuestro planeta.
81
Regresión Lineal con la Conducta Ecológica
La tabla 6 presenta la regresión lineal múltiple de las variables, para poder observar cuál de
los elementos tiene mayor poder explicativo de la conducta ecológica.
Tabla 6
Resultados del análisis de regresión lineal.
Variables
Sociodemográficos
Orientaciones
de
Creencias
Independientes
Valor
ambientales
Model 1 (β)
Model 2 (β)
Model 3 (β)
Edad
0.03
-0.02
n.s.
Genero
0.07
0.04
0.02
Grado de instrucción
0.18*
0.12
0.13*
Ingreso mensual
-0.11
-0.08
-0.12
Años de residencia
0.09
0.06
0.04
Religión
0.07
0.09
0.08
Egoísta
0.04
0.06
Altruista
0.1
0.06
Biosférico
0.19*
0.18*
Limitaciones de crecimiento
0.05
Pensamiento antropocéntrico
-0.13
Equilibrio de naturaleza
0.17*
Responsabilidad humana
0.05
Crisis ecológica
-0.03
F
1.704*
3.305*
2.727*
Adjusted R2
0.02
0.09
0.11
N
219
219
219
Nota: La variable dependiente es la conducta ecológica responsable (índice). Las entradas son
coeficientes beta estandarizados; * p <0.05, ** p <0.01, *** p <0.001 (n.s. = no significativo).
Partiendo de un modelo simple, la influencia de las variables sociodemográficas en la
conducta ecológica responsable, presentado en el modelo 1. Los resultados muestran que el
grado de instrucción es un predictor significativo que explica el 2% de la varianza de las
conductas ecológicas responsables (F (6,205) =1.704, p<0.05, R
2
ajustado= 0,02). En otras
82
palabras, el grado de instrucción se asocia directamente con la conducta ecológica
responsable.
Los resultados del modelo 2 probaron, que mientras se controla las variables
sociodemográficas se observa la influencia de los valores en la conducta ecológica
responsable. La inspección de las ponderaciones beta reveló efectos significativos (F (9,
202) = 3.305, p <0,05, cambio de R
2
ajustado = 0,09). El valor biosférico se asocia como un
predictor de la conducta ecológica responsable.
El modelo 3 muestra que el grado de instrucción y el valor biosférico es un predictor
significativo que explica al 11% de varianza de la conducta ecológica responsable (F
(14,197) =2.727, p<0.05, R
2
ajustado= 0,11). Donde se dice que el grado de instrucción y el
valor biosférico influyen directamente en la conducta ecológica responsable.
Concluimos que el modelo 3 es el que mayor poder explicativo tenda. El grado de
instrucción y el valor biosférico influyen en el equilibrio con la naturaleza. Lo anterior
indica, que los que poseen estudios o algún entrenamiento académico contribuyen a
percibir al ser humano y a la naturaleza como parte de un solo sistema y al involucrarse
buscaran estar más cerca de ella, con el fin de vivir en equilibrio con el medio ambiente;
para finalmente optar conductas ambientales tales como reciclar, evitar contaminar, ahorrar
y cuidar el medio ambiente.
Discusión y conclusiones
Los resultados obtenidos ponen en manifiesto la existencia de relación entre las variables
que conforman el modelo del valor, normas y creencias hacia el medio ambiente (V-C-N).
Concretamente se obtuvo relaciones positivas entre el equilibrio con la naturaleza y el valor
biosférico como guías de la conducta ambiental. El tipo de relación que mantiene cada una
de las variables, es consistente con el obtenido en otros estudios en los que encuentran los
83
mismos resultados (Arigo y Gonzales, 2000; Olsen, 1981; Vining y Ebreo, 1992; Van
Liere y Dunlap, 1981; Kaiser, Wölfing y Führer, 1999).
Por tanto, el valor biosférico pueden influir en las conductas ecológicas responsables de
manera directa, así los valores pueden activar a otras variables como a las creencias
ambientales que a su vez predisponen a las personas a actuar de manera proecológica o
antiecológica. Esas motivaciones que vayan más allá del beneficio de un grupo humano
influenciaran en la creación de creencias que representen un vínculo entre el ser humano y
el medio ambiente, pudiendo sensibilizar y estimular a que las personas se involucren en la
defensa del medio ambiente. Según Axelrod (1994), los problemas ambientales surgen a
raíz de los conflictos entre los intereses personales y colectivos, es así que los valores
juegan un papel importante a la hora de buscar soluciones para estos conflictos ecológicos.
Del mismo modo, nuestros estudios son congruentes con los estudios de Stern,
Dietz, Abel, Guagnano y Kalof (1999), donde probaron la cadena causal de relaciones entre
valores, creencias, normas y comportamientos asociados a conductas ambientales.
Consideraron que los valores humanos son la raíz de los procesos sociales y ambientales.
En este sentido los valores resultan ser predictores de la conducta, estudios como los de
Vining y Ebreo (1992), determinaron que los valores biosféricos eran determinantes
directos en la conducta de reciclado.
En la misma línea, nos respaldamos en los estudios de McFarlene y Boxall (2003), que
investigaron el modelo cognitivo jerquico de la relación de valores, creencias,
conocimiento, estructura social y variables de socialización ambiental. Del mismo modo,
las investigaciones de Stern; Dietz: Abel; Guagnano y Kalof (1999) probaron la relación
causal entre valores, creencias, normas personales y comportamientos ambientales, otra
investigación similar es la de (Axelrod, 1994; Gärling, 1999). Estos autores señalan que los
valores humanos son el inicio de los movimientos sociales y ambientales.
84
Con relación a los aspectos sociodemográficos, encontramos que las personas que
tienen estudios superiores o que hayan recibido alguna información concerniente al tema,
contribuyen a una participación activa para cuidar y defender el ambiente. La educación
resulta muy coherente y compatible con el hecho de tener consciencia ambiental, los que
son conocedores y han tenido la posibilidad de cursar estudios superiores, pueden ser s
sensibles a la acción ambiental. El modelo de regresión por si solo explica el 2% de la
varianza de las conductas ecológicas responsables, este número se incrementa al 11 % al
tener en cuenta el grado de instruccn. Estos resultados coinciden con los de (Pato y
Tamayo, 2006) y a los de Goldsmith, Flynn y Clark (2014) que al explicar la conducta
pueden tomarse en cuenta factores externos, principalmente económicos y educativos.
Sin embargo, no hay muchas investigaciones acerca de esta variable demográfica,
donde explique su influencia en la predicción de actitudes y de comportamientos
ambientales responsables. Esto indica que no debemos confiarnos en esta variable
sociodemográfica como antecedente importante, más bien podemos hacer más estudios
para determinar su grado de incidencia.
La contribución de los valores para entender las conductas ecológicas, muestran un
mayor impacto que cualquier otra variable en general (San Juan; Rodríguez y Vergara,
2001). Uno de los pocos estudios que probaron el modelo de relaciones directas e indirectas
para poder explicar la conducta pro ambiental, fue el de Grob (1995), quien utilizó el
modelo de ecuaciones estructurales, para examinar las relaciones entre la consciencia
ambiental, emociones, valores personales y control de conductas proambientales. El autor
evidencio que la relación más fuerte se daba entre los valores y la conducta, los efectos
indirectos de los valores y mediadas por otras variables potenciaban el efecto y aumentaban
el poder explicativo que los valores influyen en las conductas y en otras variables.
85
Los nuestros resultados evidencian el modelo mediacional, dónde pretende explicar las
relaciones entre valores, creencias medio ambientales y conducta ecológica responsable,
encontrando un soporte empírico y facilitando comprender la dinámica de las relaciones
que influyen en la interacción óptima del medio ambiente y la persona.
Para investigaciones futuras sería de interés estudiar la relación entre la conducta
ecológica responsable y el nivel educativo, con el fin de desarrollar acciones eficaces para
incentivar y fomentar conductas más sostenibles.
Declaración de conflicto de intes: Los autores declaran no tener ningún tipo de
conflicto de intereses.
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